Luchando, cuerpo a cuerpo, con la muerte,
al borde del abismo, estoy clamando
a Dios. Y su silencio, retumbando,
ahoga mi voz en el vacío inerte.
Oh Dios. Si he de morir, quiero tenerte
despierto. Y, noche a noche, no sé cuándo
oirás mi voz. Oh Dios. Estoy hablando
solo. Arañando sombras para verte.
Alzo la mano, y tú me la cercenas.
Abro los ojos: me los sajas vivos.
Sed tengo, y sal se vuelven tus arenas.
Esto es ser hombre: horror a manos llenas.
Ser –y no ser – eternos, fugitivos.
¡Ángel con grandes alas de cadenas!
El poema, titulado "Hombre", es obra del poeta bilbaíno Blas de Otero y pertenece a su colección de poemas "Ángel fieramente humano". El cuadro que encabeza el poema es obra de Caspar David Friedrich y tiene por título: "Caminante sobre el mar de nubes" (1817-18). Se expone en el Kunsthalle de Hamburgo.
Imagen: De Wikimedia Commons - Dominio Público (CC0) - Fuente Original
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