Sin duda el vestido blanco que vestía Marilyn en "La tentación vive arriba" (1955- Billy Wilder) es uno de los vestidos icónicos de la historia del cine.
La escena es inolvidable igualmente. El personaje al que da vida la Monroe y que no tiene nombre en la película, camina junto al "rodriguez" al que encarna Tom Ewell después de ver en el cine "La mujer y el monstruo". De pronto se escucha el ruido de metro que pasa bajo sus pies y que hace volar las faldas de "la chica" que mostrando sus piernas dice despreocupada "¡Oooh! ¿Nota la brisa del metro?"
A Marilyn la escenita, que se repitió innumerables veces ante una legión de curiosos, le costó su matrimonio con Joe di Maggio pero de camino la convirtió en todo un icono del mundo del cine, a ella y también a su vestido. Era un vestido de cóctel en color marfil claro diseñado por William Travilla. El vuelo de la falda era plisado y el corpiño era tipo halter, dejando los brazos, hombros y espalda de la actriz al desnudo, realzando la magia que ya de por si desprendía la actriz.
Tras la muerte de Marilyn, la prenda estuvo durante años en poder del diseñador y después paso a la colección de recuerdos de Hollywood de Debbie Reynolds, quien tras venderlo en junio de 2011 se embolsó la nada despreciable cantidad de 5,6 millones de dólares (un millón sería para comisiones).
En la fotografía podemos ver a Marilyn, en un alto del rodaje, posando para los fotógrafos.
Imágen: La fotografía está tomada de los fondos de Wikimedia Commons donde figura etiquetada como CC BY 2.0. Se enlaza la fuente donde figuran todos los detalles de la imagen;
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