viernes, 21 de febrero de 2020

Diógenes y los ladrones


"La sabiduría sirve de freno a la juventud, de consuelo a los viejos, de riqueza a los pobres y de adorno a los ricos" (Diógenes de Sinope)

Diógenes de Sinope, siempre era inconveniente, o como dirían ahora "políticamente incorrecto" por la simple razón de decir las cosas tal y como las sentía. Tenía la manía Diógenes de caminar por las calles iluminando su entorno con un farol, mientras pregonaba ¡Busco un hombre!. Cuando le decían que la ciudad estaba llena de hombres, el respondía: "Busco a un hombre de verdad, uno que viva por sí mismo".  Buscaba de esta manera algo tan aparentemente común como un hombre honesto, que no tuviera que hacer renuncias inaceptables, a su modo de ver, para vivir. Ahora no sería una mala idea que por determinados barrios financieros se paseara algún Diógenes redivivo con su linterna; su búsqueda sería igual de imposible, pero su carga simbólica sería fantástica. El caso es que en su día, hace ya la friolera de 2350 años, más o menos, se encontró nuestro cínico amigo con unos comerciantes, quien sabe si prestamistas, que llevaban a un ladronzuelo de poca monta ante la justicia; Diógenes, como testigo y conocedor de quienes eran unos y otros en aquella situación, no pudo evitar recurrir a su afilado ingenio para sentenciar:

"Los grandes ladrones han apresado al menor de todos ellos"

Nada nuevo bajo el sol... el pan nuestro de cada día ya se comía en la Grecia clásica.

En la imagen podemos ver el cuadro "Diógenes", obra de John Williams Watherhouse (1849-917), en el que podemos ver al filósofo en su famoso tonel y con el farol con el que se ayudaba en su afanosa e improductiva búsqueda a su lado.

Imagen: La imagen esta tomada de los fondos gráficos de Wikimedia Commons donde aparece catalogada como Dominio Público CC0. Se enlaza la fuente original donde vienen todos los detalles de la imagen:
https://commons.wikimedia.org/wiki/File:John_William_Waterhouse_Diogenes.jpg

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