Marlon Brando estaba en la cúspide, había sido nominado cinco veces al Oscar como mejor actor, premio que terminó llevándose en 1954 por "La ley del silencio" (On the waterfront - Elia Kazan). Jack Keoruac acababa de lanzar exitosamente "En el camino" (On the road), una de las novelas que se tornarían icónicas en el pasado siglo XX. El escritor suspiraba por que Brando se metiera en el papel de Dean Moriarty, y ni corto ni perezoso le mandó la siguiente carta para intentar convencerlo:
"Querido Marlon,
Rezo para que compres "En el camino" y lo conviertas en una película. No te preocupes por la estructura, yo sé cómo comprimir y reorganizar la trama un poco para darle una estructura aceptable para una película: convirtiéndolo en un viaje que incluya todos los viajes de costa a costa del libro; un solo gran viaje desde Nueva York a Denver a San Francisco a México a Nuevo Orleans y de vuelta a Nueva York. Ya puedo imaginar las maravillosas tomas que podrían realizarse desde el asiento del automóvil, mostrando el camino (día y noche) desenrollarse por el parabrisas mientras Sal y Dean se relajan. Quiero que tú hagas el papel porque Dean (como sabes), no solo es un atontado fanático de los autos, sino un irlandés verdaderamente inteligente (de hecho, Jesuita). Tú interpretas a Dean y yo hago a Sal (Warner Bros. dijo que yo haría a Sal) y te mostraré cómo es Dean en la vida real, no hay manera de que lo imagines sin ver una imitación genuina. De hecho, podemos visitarlo en Frisco o hacerlo venir a Los Ángeles, aún es un gato frenético, pero actualmente se estableció con su última y definitiva esposa recitando un Padre Nuestro con sus pequeños hijos cada noche… como lo verás cuando leas la obra de teatro "Generación Beat". Todo lo que pretendo de esto es lograr establecerme a mí y a mi madre un ingreso de por vida, para así poder tomar mis cosas y andar y vagar por todo el mundo y escribir todo lo que me venga a la cabeza y ser libre para alimentar a mis amigos cuando estén hambrientos y no preocuparme por mi madre.
Por cierto, mi próxima novela es "Los subterráneos" que sale en Nueva York en marzo próximo y es acerca de un romance entre un tipo blanco y una chida de color y es una historia muy moderna. Algunos de sus personajes los puedes ver fácilmente en el Vilage (Stanley Gould, etc.) y puede ser adaptado a un guion mucho más fácil que "En el camino".
Lo que quiero hacer es reinventar el teatro y el cine de América, darle un ritmo espontáneo, hacer a un lado los prejuicios de la “situación” y dejar a las personas delirar tal y como lo hacen en la vida real. Esa es la jugada: ningún argumento en particular, ningún “significado” en particular, sólo la forma en que la gente es. Todo lo que escribo lo escribo en el espíritu desde donde me imagino a mí mismo como un Ángel de regreso en la tierra y que lo observa todo con ojos tristes tal y como es. Sé que compartes estas ideas, y por cierto, el último show de Frank Sinatra está basado también en lo “espontáneo”, que es la única manera de ser en este mundo, ya sea en los negocios o en la vida. Las películas francesas de los 30 son aún superiores por mucho a las nuestras porque los franceses realmente dejan a sus actores ser ellos mismos y los escritores no son quisquillosos acerca de algunas nociones preconcebidas acerca de qué tan inteligente es la audiencia, ellos hablan sinceramente de alma a alma y todo el mundo entiende a la primera. Finalmente, cuando sea rico, quiero hacer grandiosas películas francesas en América… El teatro y cine americanos son un gran dinosaurio inmaduro pasado de moda contra el ritmo de la mejor literatura americana.
Si de verdad quieres empezar con esto, haz los arreglos para verme en Nueva York la próxima vez que vayas, o si vas a Florida, aquí estaré pero lo que deberíamos hacer es ponernos en camino y comenzar algo de verdad grandioso. Estoy aburrido hoy en día y estoy buscando algo que hacer en este mundo, de todos modos: escribir novelas se está volviendo demasiado fácil, lo mismo con las obras de teatro, escribí la obra en 24 horas.
¡Anda, ahora, Marlon, levanta esos dedos y escribe!
Sinceramente, se despide, Jack Kerouac"
La carta, que se encontró entre las pertenencias de Marlon Brando tras su muerte en 2004, debió escribirse a finales de 1957 -fecha de publicación de "On the road" o inicios de 1958, fecha esta última en que se publicó "Los subterráneos". Kerouac no logró su película sobre "On the road" que hasta el día de hoy no tiene ninguna adaptación que este a la altura del espíritu y calidad del libro.
Imágenes: Img 1 Cortesía de Doctor Macro - Img 2 de Wikimedia Commons (CC BY SA 2.0)
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