jueves, 2 de enero de 2025

El escatológico origen de "God save the King"



Aunque reconozco que yo cuando escucho el famoso "God save the Queen" pienso en el añorado Freddie Mercury y su grupo o a lo más en la irreverente versión que hicieron los Sex Pistols, hoy nos toca hablar del muy curioso origen de este solemne himno del Reino Unido.

Ya sabemos lo ceremoniosos que han sido siempre los ingleses y lo bien que saben dar pompa y boato a las grandes ocasiones, momentos en los que mientras abusan del terciopelo rojo, suelen usar como fondo musical el famoso "God save the Queen" (King si es un hombre el que está en el trono). Evidentemente con la muerte de la Reina Isabel II y la llegada al trono de su hijo, el himno ha cambiado de sexo.

Lo curioso, es que ese himno inglés tan patriótico y ampuloso tiene su origen, nada menos que en las posaderas del Rey de Francia Luis XIV, el Rey Sol, al que podemos ver a la derecha en el famoso cuadro que le dedicó el pintor Hyacinthe Rigaud. En 1686 el rey francés tuvo que someterse a una dolorosa operación con motivo de una fístula anal que hubo de ser abierta en dos ocasiones y a la que el Rey hubo de someterse sin ningún tipo de anestesia. Se cuenta que el rey se comportó como un verdadero machote y aguantó dignamente el trance, provocando la admiración-peloteo de sus súbditos.

Unas monjas del claustro de Saint-Cyr decidieron mostrar a través de una canción su alegría por la recuperación de su monarca y que este pudiera ya sentarse en el trono a sus anchas, componiendo una canción llamada "Grand Dieu sauve le roi" que posiblemente fue musicada por Lully o Charpentier según las fuentes, llegando con el tiempo a ser himno francés.

Parece que un viajante inglés pudo oír la melodía, la copió y tras diversos avatares en los que parece estar implicado John Bull y Haendel, terminó por convertirse en el himno británico, con la curiosidad de que el himno se adaptará en título y letra al sexo del monarca, pudiendo ser de esta manera "God save the Queen-King" según los casos. !Estos ingleses siempre tan prácticos y ahorradores!

Curiosamente Prusia y posteriormente el Imperio Alemán entre 1871 y 1918 también lo tuvieron como himno oficial en su versión "Heil dir im Siegerkranz" Y por si faltaba poco, versiones del mismo himno han ocupado los momentos más ceremoniosos de Liechtenstein, Noruega o Suecia en distintas épocas.

Después la cosa degeneró un poco y llegaron a tocar el himno desde Motórhead hasta los Sex Pistols, las cosas…. De esta forma nadie puede negar que las fístulas de Luis XIV han tenido un papel ciertamente protagonista en la historia de Europa.

Os dejo el himno original en francés


Imágenes: De Pinterest: Imagen 1 - Imagen 2 

miércoles, 1 de enero de 2025

El 1 de enero y el Dios Jano



Jano (en latín Janus) es, en la mitología romana, un Dios bifronte que tenía dos caras, mirando una de ellas simbólicamente al pasado y la otra al futuro. Jugando con la foto que acompaña el texto, podríamos decir que deseamos que el futuro esté a la derecha, donde parece que la luz está de cara, en definitiva un 2025 luminoso que nos haga olvidar el pasado paisaje de ese 2024 que ayer nos abandonaba.

Jano era el dios de las puertas, los comienzos y los finales. Por eso le fue consagrado el primer mes del año (que en español pasó del latín Ianuarius a Janeiro y Janero y de ahí derivó a Enero). Como dios de los comienzos, se lo invocaba públicamente el primer día de enero (Ianuarius), el mes que derivó de su nombre porque inicia el nuevo año. Se lo invocaba también al comenzar una guerra, y mientras ésta durara, las puertas de su templo permanecían siempre abiertas; cuando Roma estaba en paz, las puertas se cerraban. Jano no tiene equivalente en la mitología griega.

Imagen: De Wikimedia Commons - CC0 - Fuente Original

De cuando Marlene Dietrich y John Wayne compartían tabaco



"A los 20 años no era nada. A los 80 soy una vieja vulgar. Entre medias he sido actriz"

Esas fueron de las últimas palabras dedicadas a la prensa de una diosa del cine que como alguien dijo tenía un nombre que parecía una suave caricia: "Marlene" y un apellido que se asemejaba a un latigazo: "Dietrich". Así de inclasificable era la actriz, una "femme fatale" que pasó a conquistar Hollywood con aquellas piernas de "Ángel azul" y su descarada ambigüedad; un angelito que fue modelado hasta en los más ínfimos detalles por su pigmalión, el director Josef von Sternberg, con el fin  de hacerla parecer una diosa. 

La actriz llegó a hacerse muy amiga del escritor Ernest Hemingway, del que decía que "la gente debería santiguarse antes de hablar con él" y al que llamaba "Papá" en las cartas que se escribían. En una de esas cartas Hemingway decía de Marlene: "Podía romperte el corazón solo con la voz". Y ciertamente rompió muchos corazones tanto a hombres como a mujeres. No se podía esperar otra cosa de una mujer insaciable que además afirmaba: "A cualquier mujer le gustaría ser fiel, lo difícil es hallar el hombre al que serle fiel".  

Después de darle la espalda a Hitler, acompañó al ejercito americano en su campaña europea durante la Segunda Guerra Mundial animando a las tropas en la primera linea, de hecho no tenía miedo al peligro e incluso estuvo a punto de morir en un bombardeo. Hay quien cuenta que su relación con el general Patton avanzó con tanta intensidad y rapidez como la división de tanques del famoso militar marchaba hacia Alemania. Observen lo entregada que era la actriz a la hora de animar a la tropa en la imagen de la derecha. 

Uno de sus amantes fue el rudo John Wayne, quien en sus inicios, justo después de aparecer en "La Diligencia" (1939 - John Ford) parecía la opción ideal para rodar junto a la Dietrich la película "De isla en isla" (Seven sinners - 1940). El director, Tay Garnett no sabía como convencer a la actriz para que aceptara rodar junto a un actor aun casi desconocido y para ello apeló al instinto sexual de la actriz. De forma totalmente premeditada colocaron los arrolladores 192 centímetros de John Wayne en la barra de un restaurante charlando animosamente con dos o tres risueñas y bellísimas jovencitas. 

Cuando Marlene entró en el restaurante focalizó sus ojos rápidamente el corpachón de Wayne y le dijo a Garnett "¡Oh, papi, comprame eso!". No tardó Wayne en unirse al grupo y por supuesto en hacer la película con Marlene junto a la cual rodaría dos películas más: "Forja de corazones" (1941 - Lewis Seiler) y "Los usurpadores" (1942 - Ray Enright). La relación parece que duró unos tres años y a pesar de ser Wayne un hombre ciertamente discreto respecto a sus romances, cuando un amigo le presionó un poco para saber más sobre su romance dijo como si de un telegrama se tratara: "Roma. El hotel Excelsior. Dietrich. Lo hicimos en la escalera". En otra ocasión y siendo un poquito más lenguaraz dijo de ella: "El mejor polvo de mi vida" y eso que después tendría otra relación con una pelirroja de ensueño, la maravillosa Maureen O'Hara, la única mujer capaz de hacer perder la tranquilidad a cualquier hombre, pero esa es otra historia que ya se contará.

Marlene decía: "Las mujeres tienen una edad en que necesitan ser bellas para ser amadas, y otra en que necesitan ser amadas para ser bellas". Cuando de una manera u otra sintió que había perdido aquel imán que siempre la acompañó se recluyó en su casa y pasó los últimos doce años de su vida en la cama, minada por el alcoholismo y casi sin poder andar con unas piernas muy débiles que ya no eran ni un asomo de lo que fueron.  Celosa de mantener su imagen de diosa, terminó recluida durante todos esos años, como una de sus rumoreadas amantes, la divina Greta Garbo. Falleció a la edad de 91 años.

Como cantante era una verdadera delicia. Siempre he preferido dejar de lado sus muchas canciones en inglés y he rebuscado con fruición sus temas en alemán, resultando uno de mis preferidos este "Untern linden" que os dejo más abajo en un vídeo con imágenes de la actriz.



Las imágenes han sido tomadas de las siguientes páginas: 1 - 2