“Desde el primer compás de un concierto soy capaz de adivinar qué hizo mi batería la noche anterior. Si no ha dormido no le queda nada.... las chicas siempre están ahí para arrebatarle la fuerza a los músicos. Son peligrosas. Por otro lado, son ellas quienes realmente tienen un feeling por la música. Nos hacen componer canciones de amor, todas esas canciones de amor, todas diferentes, son ellas…”
Son palabras de "El principe de las tinieblas", que es uno de los apodos con el que se conoce al gran Miles Davis, uno de los pilares indiscutibles del jazz. Su disco "Kind of blue" es el álbum más vendido de la historia del jazz. Del be bop, al jazz fusión pasando por el cool, Miles era un trompetista con una trayectoria profesional tan inclasificable como él mismo: "Rebelde y negro, inconformista, frío y con estilo, airado, sofisticado y ultra limpio, añade el rasgo que quieras: yo era todas esas cosas y más". Un genio, sin duda fanfarrón y orgulloso de si mismo, cruel y vulnerable a la vez y con una única debilidad (aparte de las drogas): las mujeres.
Arriba lo vemos en compañía de la enigmática Jeanne Moreau, actriz protagonista de "Ascensor para el cadalso" (Un ascenseur pour l'echafaud - 1958), una buenísima película de cine negro francés dirigida por Louis Malle y para la que Davis compuso una sensacional banda sonora. En el vídeo que ponemos a continuación vemos un trocito de la película con el famoso paseo de la diva francesa con la música de Miles Davis de fondo. No cabe duda de que las mujeres son capaces de desatar la inspiración de cualquier hombre con el más sencillo de sus gestos, con tan solo andar por la calle mirando la vida a su alrededor. La película os encantará si se cruza en vuestro camino, pero ya solo la banda sonora de "Un ascenseur pour l'echafaud" es toda una delicia.
Hora de ver caminar a la Moreau, con Miles Davis de fondo:
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