Édith Piaf nunca tuvo una vida fácil y si hubo un momento en su vida en el que parecía que le sonreía la fortuna fue cuando conoció a su gran amor, el campeón del mundo de boxeo, el francés Marcel Cerdan, que abandonó a su mujer e hijos para unirse a la cantante en un apasionado romance. Su unión era total y cuando por algún combate o actuación habían de separarse se escribían su amor de forma arrebatadora:
"Yo te amo irracionalmente, anormalmente, locamente, y nada puedo hacer para evitarlo. La culpa es tuya, eres magnifico. Abrázame con el pensamiento entre tus brazos y piensa que nada cuenta en el mundo aparte de tu y yo"
Palabras a las que Cerdan contestaba: "Existe una sola Édith Piaf y yo tengo la suerte, yo, pobre boxeador bruto, de ser amado por ella"
Pero en un viaje de retorno de Marcel Cerdan desde París a Nueva York, donde se encontraba la cantante, su avión se estrelló y el boxeador perdió la vida. El golpe para Édith Piaf no tuvo medida, se derrumbó por completo y cayó en el abrazo de la morfina a la que recurría para intentar aliviar su dolor. Desde entonces siempre que entonaba el tema "Hymne a l'amour", compuesto por la Piaf curiosamente antes de la muerte de Cerdan, se lo dedicaba a aquel "pobre boxeador bruto" que le robó el corazón para siempre. Cuentan que la primera vez que la cantó tras perder a su amor se desmayó antes de poder finalizarla. Como curiosidad apuntar que durante el franquismo los censores prohibieron su difusión en la radio; parece que tanto amor como para renegar de la patria no era de recibo. La letra -más o menos- decía así:
El cielo azul puede hundirse sobre nosotros
y la tierra puede venirse abajo.
Poco me importa, si tú me amas.
No me importa el mundo entero
mientras que el amor inunde mis mañanas
mientras que mi cuerpo se estremezca entre tus manos.
Poco me importan los problemas
Amor mio, ya que tú me amas.
Iría hasta el fin del mundo,
me teñiría de rubia
si me lo pidieses tú.
Iría a descolgar la luna,
iría a robar una fortuna
si tú me lo pidieses.
Renegaría de mi patria,
renegaría de mis amigos
si me lo pidieses tú.
Se pueden reír de mi...
que haría lo que fuera
si me lo pidieses tú.
Si un día la vida te arranca de mi lado,
si murieses estando lejos de mi
poco me importa, si tu me amas
porque yo también moriría.
Tendremos para nosotros la eternidad
en el azul de toda la inmensidad
en el cielo ya sin problemas
¿Mi amor, crees que nos amamos?
Dios vuelve a juntar a los que se aman.
Imagen: La fotografía, del Estudio Harcourt, ha sido tomada de los fondos de Wikimedia Commons, donde figura catalogada como "Dominio Público" CC 0. Enlazamos la fuente original de la imagen donde se detalla toda la información acerca de sus derechos: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Piaf_Harcourt_1939.jpg
El Himno al Amor es, sin duda, la máxima expresión del vínculo apasionado, intemporal y de entrega total entre dos amantes. Su creación e interpretación por Édith Piaff fue, es y será sencillamente extraordinaria al igual que su real testamento Non, je ne regrette rien.
ResponderEliminarNo es un canción es una poesía, un homenaje, es honrar el amor y Edith Piaf, una Diosa.
ResponderEliminarMujer, nacida para amar desbordadamente, vida difícil y que voz del ruiseñor de París.
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