jueves, 19 de junio de 2025

Zsa Zsa Gabor: La reina de los bofetones


“No soy actriz. Soy Zsa Zsa, y eso requiere más talento que cualquier papel de Hollywood.”

Ya contábamos en una entrada previa sobre Zsa Zsa Gabor (nacida Sari Gabor) algunas anécdotas sobre sus múltiples maridos y su amor por las joyas, pero el personaje y sus cualidades para mantenerse en titulares da para dedicarle una segunda entrada. La actriz, casada nueve veces (una más que Liz Taylor y sin repetir), logró la estabilidad con el último de ellos, el Príncipe Frédéric von Anhalt, con el compartió alianza durante treinta años, hasta la muerte de la actriz con casi 100 años, y que le otorgó el titulo (discutido) de Princesa de Anhalt, Duquesa de Sajonia

Miss Hungría en 1936, no era lo que se dice una gran actriz, baste decir que más allá de "Moulin Rouge", la única obra maestra en la que apareció fue "Sed de mal" (Orson Welles) pero tan solo en un cameo, como la propietaria de un burdel de lujo a la que no se le dio ni siquiera unas líneas de dialogo. Era una mujer que basaba su estrellato en su belleza y en mantenerse en el candelero a base de escándalos, excentricidades y frases siempre ocurrentes, aunque de tonta no tenía un pelo y hablaba al menos cinco idiomas.  Como ella decía: "No tiene por que ser cierto, lo importante es que la gente esté hablando de mí". Ella, junto a sus hermanas fue el más claro antecedente de las Kardashian, "famosas por ser famosas". A modo de curiosidad decir que entre ella y sus hermanas Eva y Magda acumularon nada menos que veinte matrimonios.

Pero si hay algo en lo que resultaba sobresaliente fue en su facilidad para arrear bofetones a diestro y siniestro. El más famoso de todos ocurrió en 1989, cuando fue detenida tras abofetear a un policía en Beverly Hills, que según ella no le habló correctamente. Según se cuenta, ella conducía un Rolls Royce con el permiso caducado y una botella de whisky abierta en la guantera. En el juicio al que se presentó vestida con todo glamour como si de una alfombra roja de festival se tratase, dijo de su encontronazo con el agente: "¡Soy una dama húngara! ¡No estoy acostumbrada a que me hablen así!”. La cosa le costó tres días en la cárcel y un buen número de horas de servicio comunitario, pero también le reportó lo más ansiado por ella, un incontable número de portadas y reseñas en periódicos y revistas. 

No fue la única vez que acabó detenida por un asunto así. Tras una estancia en Mallorca, en un lujoso hotel y tras numerosas compras, intentó marchar en un avión dejando un buen número de cuentas impagadas. El hotel la denunció y pronto se presentaron dos inspectores de policía en el avión de "Air France" en el que ya se disponía a partir hacia Paris. Cuando los inspectores le preguntaron por las deudas que dejaba atrás, la actriz contestó airada que ya se encontraba en suelo francés (el avión) y que carecían de jurisdicción y por supuesto, ofendida por aquel trato, tiró de derecha, y le arreó un sonoro bofetón a uno de los agentes. Evidentemente no pudo continuar con su viaje y tuvo que dormir una noche en el calabozo. Se cuenta que antes de abandonar la isla, se encaminó a la perrera municipal de Palma de Mallorca vestida como no con un abrigo de visón y un vestido de leopardo (siempre sencilla) y adoptó cuatro perros y un gato, que cuando nuevamente se montó en avión para abandonar la isla, se negaba a dejar en la bodega, empecinamiento por el que a punto estuvo de tener que ser desembarcada nuevamente. Cuando llegó a Paris, se cuenta que se vendó los tobillos como prueba de las "torturas" que había sufrido en las España franquista. (Diario de Mallorca - 19-12-2016)

Durante el rodaje de Moulin Rouge (su mejor película como protagonista), molesta por que John Huston le había recortado algunas escenas, dijo en un entrevista posterior: "Estuve a punto de abofetear a Huston. Pero pensé: ¿por qué estropear una buena manicura?".

Igualmente abofeteó a un botones del Ritz de Londres. La actriz llamó al servicio de habitaciones porque le faltaba una toalla en el baño. Cuando abrió la puerta al botones que se la traía, la actriz iba vestida de forma ligera y el botones se quedó ojiplático mirándola. El bofetón no tardó en llegar y después le dijo: “Las toallas no son excusa para mirar a una dama.”  Y parece que no fue este el único bofetón que dio a un botones de hotel, pero mejor dejarlo aquí. Ella en cualquier caso lo tenía claro: “Nunca golpeé a un hombre que no se lo mereciera… o que no me lo pidiera.”

Algunas de sus memorables frases, prueba de su gran ingenio:

"Cuando observo a una mujer, no me fijo en su vestido o en su elegancia, si no en su marido"

“Me casé por primera vez por amor, la segunda por dinero y la tercera por compañía. Desde entonces, lo he hecho por combinación de todas.”

“Soy una ama de casa maravillosa. Cada vez que dejo a un hombre, me quedo con su casa.”

“Nunca he odiado a un hombre lo suficiente como para devolverle sus diamantes.”

"El único lugar donde los hombres quieren profundidad en una mujer es en su escote."

“No soy una buena ama de casa. De hecho, si mi casa se incendiara, probablemente lo vería como una oportunidad para remodelar.”

Le preguntan: —“¿Acaso ha cocinado alguna vez usted misma?” A lo que ella respondió, sin perder el ritmo: “Claro que sí… una vez quemé el agua.”

“No soy materialista. Sólo me gusta estar rodeada de cosas lujosas.” (sirva de ejemplo su Rolls Royce amarillo cromado con oro de 24 quilates)

“¿Quién necesita terapia cuando puedes ir de compras?”

“Siempre he dicho que no me importa si un hombre tiene dinero, mientras tenga una tarjeta de crédito sin límite.”

“No necesito tener un papel. Mi papel soy yo.”

“Los hombres aman con los ojos, las mujeres con los oídos.”

“Me gustan los hombres altos, morenos y estúpidos.”

“El amor verdadero es una gran amistad con momentos eróticos.”

“Un hombre enamorado es como un coche sin frenos: no sabes si va a parar o estrellarse.”

“Creo en el matrimonio. Me he casado nueve veces, ¿no es prueba suficiente?”

“Un hombre enamorado está incompleto hasta que se casa. Después está terminado.”

“No se trata de cuántos matrimonios has tenido. Es con cuánta gracia los sobrevives.”

"No recuerdo el nombre de nadie. ¿Cómo crees que empezó lo de "cariño"?"

“He aprendido que los mejores amigos de una mujer no son los diamantes, los mejores amigos de una mujer son los abogados matrimoniales”

Fuentes: IMDB - Diario de Mallorca - Gaborabilia
Imágenes: Tomadas de Doctor Macro - Fuente original 1 - 2

Abderramán III, el poder y la felicidad


Abderramán III, Califa cordobés ejemplo de cultura y refinamiento, construyó, según cuenta la leyenda, la esplendorosa  ciudad palatina de Medinat al Zhará (Medina Azahara) a las afueras de Córdoba, como muestra de amor a su esposa "al Zhará" (la Flor), una urbe resplandeciente que es conocida como el Versalles de la edad media. No solo volcó sus esfuerzos con esta ciudad, sino que continuó ampliando y embelleciendo la maravillosa Mezquita de Córdoba. No cabe duda de que este califa era muy consciente del valor de la arquitectura y así decía:

Medinat al Zhará "Ciudad de la Flor de Azahar"
"Cuando los reyes quieren que se hable en la posteridad de sus altos designios —escribió—, ha de ser con la lengua de las edificaciones. ¿No ves cómo han permanecido las pirámides y a cuántos reyes los borraron las vicisitudes de los tiempos?"

Abderramán III (891-961) lo tenía todo para sentirse tremendamente dichoso y aún así sus últimos momentos estuvieron marcados por una profunda depresión que casi le impedía hablar sin echarse a llorar. El testamento que dictó era un ejemplo de que el dinero y el poder no son garantías de felicidad, por mucho que todos insistamos en ello y así decía: 

"He reinado más de cincuenta años, en victoria o en paz. Amado por mis súbditos, temido por mis enemigos y respetado por mis aliados. Riquezas y honores, poder y placeres aguardaron mi llamada para acudir de inmediato. No existe terrena bendición que me haya sido esquiva. En esta situacion he anotado diligentemente los días de pura y auténtica felicidad que he disfrutado: Suman catorce. Hombre, no cifres tus anhelos en el mundo terreno".

Abderramán III
Fue un gran gobernante que tuvo como reflejo de si mismo a Córdoba, una ciudad que ha pasado a la historia como ejemplo de cultura, de concordia y convivencia respetuosa y pacífica entre religiones tan mal avenidas a veces como la judía, la musulmana y la cristiana. Fue tal su esplendor que llegó a ser conocida como "La perla de occidente" capaz de rivalizar durante todo un siglo con otras urbes tan señeras como Bagdad o Constantinopla. Del gobierno de Abderraman III dijo un cortesano llamado Ibn Abd Rabbihi:

"La unión del Estado rehízo, de él arrancó los velos de tinieblas. El reino que destrozado estaba reparó, firmes y seguras quedaron sus bases (…) Con su luz amaneció el país. Corrupción y desorden acabaron tras un tiempo en que la hipocresía dominaba, tras imperar rebeldes y contumaces". 

Pero no era feliz.


Mezquita de Córdoba

Imágenes: De Pinterest: 1 - 2 - 3 - 4

miércoles, 18 de junio de 2025

Eugenia de Montijo y el banco de Josefina

 

"Cuidado que pinta." Todos hemos visto ese tipo de carteles de aviso que se eternizan a pesar de que la pintura de la pretendían proteger ya lleva mucho tiempo seca. Algo así, aunque más costoso y ridículo ocurrió en el parisino Palacio Imperial de las Tullerias, donde vivían Josefina Bonaparte y su marido Napoleón.

Cuenta, lo que bien pudiera ser sólo una leyenda, que Josefina, arriba retratada por François Gerard, era amiga de dar amplios paseos por los jardines del palacio y puntualmente solía sentarse, junto a sus damas de compañía, en un banco concreto para descansar de la caminata. Entre las mejoras que se realizaron en el Palacio (construido originalmente como "maison de plaisance" -capricho- por Catalina de Médicis), se procedieron a pintar los bancos de los jardines. Napoleón, sabedor de las costumbres de su esposa, ordenó que un soldado vigilara el lugar para evitar que nadie, y sobre todo su esposa, se pudiera manchar con la pintura fresca. Quien sabe los avatares que ocurrirían en aquellos entonces, que campaña militar en ciernes distrajo a Napoleón o que otra circunstancia imprevista motivaron que la orden no fuera revisada y la vigilancia del banco continuara un día tras otro, llegando a tal punto de olvidarse el suceso que originalmente motivaba aquel inútil servicio.

La friolera de cuatro décadas después llegó al Palacio nuestra Eugenia de Montijo "De la Francia Emperatriz" tras casarse con Napoleón III. En sus paseos, por el Palacio Imperial (ya hoy demolido) observó al soldado que diariamente vigilaba el banco en cuestión y extrañada intentó saber el motivo, encontrándose con que la orden que Napoleón dio 40 años antes no había sido cancelada ni puesta en cuestión. Eugenia hizo que anularan aquella orden sin sentido y supongo que tomó gozosamente asiento en la plaza que desde tanto tiempo atrás estaba reservada a la mítica Josefina, que para algo era también emperatriz, por cierto, la última que ha tenido Francia.


Fuente: Revista Historia y Vida - nº 557
Imagen: Tomada de Wikimedia Commons - Dominio Público (CC0) - Fuente Original

martes, 17 de junio de 2025

Artemisa, la diosa de las tartas de cumpleaños

 

"Alabad también a Artemisa, la doncella cazadora, que vaga por las montañas y por los bosques" (Aristófanes)

Las actuales tartas de cumpleaños tienen un importante eco inspirador en los pasteles que los griegos ofrecían a la poderosa Artemisa, hija de Zeus y hermana melliza de Apolo; una diosa asociada entre otras cosas con la caza, los animales salvajes, la virginidad y también con la Luna. Puede que por esto último, a semejanza de nuestro satélite, aquellos pasteles -denominados "anphiphontes"- eran redondos y para recrear el resplandor de la luna -y por devoción- los adornaban con  pequeñas velas encendidas de las que el humo que ascendía hacia arriba servía como portador de los deseos demandados a la Diosa. 

Los romanos ya celebraban algunos cumpleaños con dulces circulares, pero no sería hasta aproximadamente el siglo XV cuando vuelve, quien sabe por que vericuetos de la historia, el eco de aquellas divinas tortas de Artemisa, esta vez en forma de "Geburtstagkuchen" o lo que es lo mismo torta de cumpleaños, un bizcocho (kuchen) sobre el que se colocaban tantas velas como años eran cumplidos además de una extra por los futuros, y sobre las que, como ahora, solo quedaba cerrar los ojos fuertemente, concentrarse en un deseo y soplar con fuerza para apagar todas las velas y que el humo se elevara raudo hacia el cielo, llevando con él, como siglos atrás, nuestros deseos, esperando que resulten cumplidos, quien sabe si todavía con la intercesión de la olímpica Artemisa.

La escultura de la imagen es conocida como "Diana de Versalles". Recordar que Diana es la versión romana de Artemisa. La obra, de exquisita factura, es una copia romana del siglo I o II de un original griego en bronce hoy perdido y que es atribuido inicialmente al escultor Leocares pero también a Praxíteles. La escultura se descubrió en Italia, se discute si en Nemi o en la Villa Adriana de Tivoli. Actualmente se expone en el parisino Museo del Louvre.


Imagen: Tomada de Wikimedia Commons CC0 - Fuente Original

lunes, 16 de junio de 2025

Charlie Rivel, Charlot y los chupetes

 

“Todo ser humano es un payaso, pero solo unos pocos tienen el coraje de demostrarlo.” (Charlie Rivel)

El gran payaso, mimo y trapecista Charlie Rivel (nombre artístico de Josep -Pepe- Andreu i Lasserre) adoptó el nombre de Charlie tras hacerse famoso con un número circense en el que imitaba a Charlot sobre el trapecio, tal era la admiración que sentía por Charlie Chaplin. Según se cuenta en algunas biografías de Charlie Rivel, siendo este aún bastante joven, ganó un concurso de imitadores de Charlot, en el que incluso habría participado de forma anónima Charlie Chaplin, quedando este último solamente tercero. La leyenda cuenta que Chaplin se habría acercado a Rivel en la entrega de premios, momento que aprovechó para decirle al oído: ¿Es usted quien me imita a mí o soy yo quien le imita a usted?

Según Rivel “La tristeza y la alegría son hermanas gemelas que conviven en el alma del payaso.” En línea con esta frase hay otra famosa anécdota de este payaso de fama mundial que cuenta como un niño muy pequeño, en la primera fila del público de un circo, empezó a llorar de forma muy sonora cuando nuestro payaso salió a escena. Puede que nunca hubiera visto antes un clown y asustado por el maquillaje reaccionó de esa manera. Como el espectáculo debía comenzar y el escándalo que tenía montado el chiquillo lo impedía, Rivel se acercó a este para intentar calmarlo con una caricia, pero desafortunadamente lo que provocó fue el efecto contrario,  y el pequeño infante redobló la intensidad de su llanto. Nuestro protagonista, curtido ya en mil batallas con el público infantil: “Ser payaso no es poner una nariz roja, es saber escuchar el alma de quien te mira” decía, decidió ponerse a llorar igual que el niño en el centro de la pista. Cuando el niño vio a aquel extraño y desconocido ser que llevaba la cara pintada de rojo, lloraba tan desconsolado como él, dejó de llorar de inmediato y con los ojos muy abierto observo como el todavía compungido payaso, puede que intercalando alguno de sus famosos ¡Aúúúúú! se acercaba nuevamente hasta él. El niño, mirándolo fijamente, se quitó el chupete de la boca y se lo dio a su compañero de penas. Rivel dejó en ese mismo instante de llorar, al mismo tiempo que el público rompió en aplausos ante tan maravillosa escena. El chupete todavía se conserva en el Museo Charlie Rivel de Cubelles

Como decía el payaso : “El escenario es un lugar mágico donde las lágrimas pueden convertirse en sonrisas.”

El famoso llanto-aullido de Charlie Rivel, su socorrido ¡Aúúúúú!, parece que tiene su inspiración en uno de sus hijos, de quien contaba que cuando tenía algún contratiempo y entre llantos y sollozos intentaba hablar y explicarse no se le entendía nada, y cuando en su berrinche necesitaba coger aire le salía aquel famoso ¡Aúúúúú!, igual que todos los padres hemos visto en nuestros hijos. Rivel siempre atento a lo que le rodeaba, lo hizo suyo y ese lamento pasó a formar una parte importante de sus representaciones circenses, una seña de identidad que los niños sabían entender muy bien.


Fuentes: Historia y vida nº 597, "La historia de Charlie Rivel y otras anécdotas del circo" - Diario el Norte de Castilla del 30-10-2007.
Imagen: De Wikimedia Commons - CC0 - Fuente Original

domingo, 15 de junio de 2025

Baudelaire, un poeta con el pelo verde


 

"El dandy debe de aspirar a ser sublime sin interrupción; debe de vivir y morir ante un espejo" (Charles Baudelaire)

Y parece que, en sus duelos con los espejos, el siempre provocador Charles Baudelaire, tenía puntuales momentos de extravagancia. Sirva de muestra una anécdota que Francisco Umbral cuenta en su libro ¿Y cómo eran las ligas de Madame Bovary?:

"En una cita con Gautier, para almorzar en un restaurante de moda, Baudelaire se presenta con el pelo pintado de verde. Sin duda piensa epatar a su amigo y al público en general. Pero transcurre el almuerzo, hablan de cosas y Gautier no da signos de asombro ni de sorpresa:

—Pero ¿tú me has mirado bien, no me notas nada en la cabeza?
—No, la verdad.
—Llevo el pelo verde.
—Ah, bueno, como todo el mundo. Está de moda en París.

Gautier, amigo íntimo de Baudelaire (a él está dedicado el libro Las flores del mal, con elogios excesivos, por cierto), conoce bien al poeta y sus cosas, y no está dispuesto a dejarse epatar una vez más. ¿Por qué tenía Baudelaire, además de su grandeza poética, o quizá pese a ella, esa necesidad de sorprender, de asombrar, de ser diferente?"

Puede que ayude a comprenderle, recordar el concepto que Baudelaire tenía de la belleza:

“Lo bello es siempre extraño.”

Imagen: Tomada de Wikimedia Commons - Fuente Original - CCO - Coloreada posteriormente

sábado, 14 de junio de 2025

Picasso y la Venus de Dior

 

Se cuenta, que en cierta ocasión asistió Picasso a una fiesta benéfica en Cannes. Nada más entrar en el hotel en el que se celebraba el acto, Picasso, hombre de ojos inquietos, se cruzó con una muchacha que además de ser hermosísima iba vestida con exquisito gusto, resultando por sí sola el centro de atención de todas las miradas. En ese momento, y posiblemente pensando en aquella hermosa mujer del cuadro "Venus surgida de las aguas", exclamó:

 - ¡Botticelli!

- ¡No! - atajó rápidamente la joven y con cierto enfado le aclaró el modisto- ¡Christian Dior!

Seguro que a aquella Venus vestida de Dior le pareció imperdonable que Picasso no supiera nada de "haute couture". Hemos querido imaginar que aquella mujer, orgullosa del vestido Dior que llevaba, podía ir enfundada en el famoso modelo "Abandon" que tan famoso se hizo tras su lanzamiento en 1948. Dicen que este vestido, con su cuello asimétrico y que dejaba tentadoramente al descubierto uno de los hombros podía deber su nombre a la invitación a abandonarse a una nueva feminidad que superara las estrecheces y los duros tiempos vividos tras la Segunda Guerra Mundial. La fotografía es de Willy Maywald

Imagen: Tomada de Pinterest (c) 


Lillian Helmann, una Valquiria de armas tomar


“La técnica es inseparable del arte. Solo dominando la técnica de su material está el artista en condiciones de moldear su obra mental y ofrecerla a los demás. Incluso artistas de gran talento intelectual permanecen limitados si no dominan la técnica.”

Son palabras de Lilli Lehmann, la soprano wagneriana por antonomasia en los inicios del Festival de Bayreuth. Una cantante de una fuerza y un porte en el escenario tan acusados que su imagen quedó como modelo de lo que tendría que ser, incluso caricaturescamente hablando, una soprano wagneriana. Famosa fue su postura erguida, mirada firme y distante, su vestuario voluminoso y adornado con metales, espadas, cascos y ornamentos propios de la mitología germánica. Fue pionera en la forma de abordar sus papeles y al respecto mantenía: “No basta con portar una espada o una corona. La Brünnhilde debe vivir en el gesto, en la mirada, en la forma de andar. Eso también es canto.” 

Hizo suyos los papeles de Isolda y fue capaz de interpretar, algo insólito aun hoy, los tres papeles de Brunilda en "La Valquiria", "Sigfrido" y "El Ocaso de los Dioses". De esta proeza solía decir: "Prefiero cantar las tres Brunildas de Wagner antes que una sola Norma de Bellini", lo que no quita para que fuera capaz de abarcar un repertorio que alcanzaba los 170 papeles. 

Tras una larga trayectoria profesional se volcó en la enseñanza e incluso publicó un libro titulado "Cómo cantar", donde mantenía: “Mi conciencia artística me impulsa a revelar todo lo que he aprendido… y a entregar mis ‘secretos’, que solo parecen secretos porque los estudiantes rara vez siguen el camino del estudio correcto hasta el final.” o “Todo artista serio tiene un deseo sincero de ayudar a otros a alcanzar la meta: la meta hacia la que todos los cantantes se esfuerzan, cantar bien y hermosamente.” No obstante, no siempre fue tan generosa con sus conocimientos y su puntito de orgullo de estrella no le faltaba. Se cuenta que en cierta ocasión coincidió en una fiesta con su principal rival en los escenarios wagnerianos, la diva Lillian Nordica, quien se le acercó y le dijo: 

- ¿Puedo hablar un momento con usted? A lo que Lilly Helmann le contestó altivamente: "lo siento, este curso no acepto más alumnos". En algunos escritos es una amiga de Lillian Nordica la que se acerca a nuestra protagonista con la intención de concertar una visita entre ambas sopranos, prima donna con prima donna, aunque la respuesta de Lilly es idéntica.

Imagen: Tomada de Wikimedia Commons - CCO - Fuente Original

viernes, 24 de enero de 2025

Las manías de Berlanga


"Yo, cuando me siento demagogo, digo que erotismo es cuando lo hacen los ricos y pornografía cuando lo hacen los pobres. El erotismo es la pornografía vestida de Dior"

De no ser por la genialidad de la frase de Berlanga, que me recuerda aquella otra de Woody Allen en la que afirmaba que "El sexo solo es sucio si se hace bien" no traería esta manía del director por aquí, pero, sí, esa era una de las aficiones, o fijaciones si ustedes quieren, del gran Luis García-Berlanga, su pasión por el erotismo, algo que prácticamente no aparece en su cine y si acaso en "Tamaño natural", aquella película en la que Michel Piccoli aparece enamorado de una muñeca hinchable de apariencia casi real y más sumisa y dócil que su esposa o su joven amante, o en "La escopeta nacional" con aquella colección de vellos púbicos que tenía el Marqués al que daba vida Luis Escobar. Berlanga era un ser singular, sufridor de los avatares de la Segunda Guerra Mundial en el frente ruso como miembro de la División Azul, una aventura en la que se metió voluntario para evitar represalias sobre su padre que había sido Gobernador Civil de Valencia con la República. Después de tanto frió y calamidades le quedó el suficiente buen humor y talento para entregarnos un buen ramillete de películas deliciosas como "Placido" (posiblemente la mejor película del cine español), o "Bienvenido Mister Marshall""Calabuch""Los jueves milagro""El verdugo""La escopeta nacional" o "La vaquilla"... obras en las que milagrosamente  lograba sortear la censura e  introducir una buena dosis de crítica al régimen.  De hecho la manía más reconocible de Berlanga era la de incluir en todas sus películas, sin venir a cuento, la palabra "austrohúngaro".... lo que provocaba que ante cualquier nuevo estreno de una película suya todo el mundo estuviera atento a ver en qué momento y de qué forma aparecía nuevamente la palabreja. 

Así podemos ver como en "El verdugo", durante la boda, el organista pregunta al cantante si esa noche estrenaban "El idilio austrohúngaro", o en "La vaquilla", al comienzo, se anuncia por el altavoz de las fiestas del pueblo que durante el baile se podría disfrutar del pasodoble “Suspiros austrohúngaros” en clara alusión a "Suspiros de España". En "La boutique" dos hombres se disponen a comprar un barco y uno le dice al otro “¡Éste cacharro está hecho un trasto, debió pertenecer al imperio austrohúngaro!”. En la deliciosa "Bienvenido Mister Marshall" se dice “Es un mapa tan antiguo que todavía existe el imperio austro-húngaro”... y así en todas ellas, de una manera u otra salía la palabrita.

Era una manía más, un fetiche que el pensaba que le traía suerte además de una manera de reírse de si mismo y de su arte. Recordemos que Berlanga, cuando le preguntaron si se reía de todo contestó que el solo se reía de lo importante, y evidentemente para él nada más importante que sus películas. Me gustaría saber como se ponía de acuerdo con Rafael Azcona, el genial guionista con el que tantas colaboraciones hizo, para incluir estos juegos en la trama.

El gran actor Luis Ciges, compañero en la División Azul de Berlanga comentaba así estas manías y su participación en "Plácido", dando vida a uno de los pobres invitados en Nochebuena, en esa iniciatativa de falsa y pomposa caridad que tenía como slogan "Siente un pobre a su mesa", que era el título que inicialmente se tenía pensado también de la película.

"Berlanga no va de director. Va de no decirte nunca que has estado bien. Te partes un pie, pasa a tu lado y ni te pregunta. Pero te deja improvisar. Siempre que sepas las palabras clave berlanguianas, astrolabio, austrohúngaro y rotoprint, puedes meter tu chorrada. Austrohúngaro la pone en todas. Hitchcock sale, Berlanga mete austrohúngaro”.”Para Plácido me dijo que no daba el tipo de pobre (en esa época me llamaban maricón de playa, era un hombre de gimnasio, me llevaba a las chicas de calle y daba unas hostias…). Yo le dije: “Lo daré”. Me fui al ilustre Iranzo, peluquero de Barcelona, y le pedí que me hiciera un corte bueno para pasear, pero que con un golpe se escoñara. Me compré una gabardina, la llevé un mes, me metí bocadillos de chorizo y de tortilla en los bolsillos para que chorrearan bien, y me presenté a él.

-¿Qué pobre hago? ¿El que engaña, el que se guarda la comida o el vago?

-No me des el coñazo, Luis, que tú eres el actor.

-Ah, bueno. Hacemos el pobre que salga, entonces."

Jugando con el misterio de la palabreja, en el siguiente vídeo se hace un simpático homenaje al cine de Berlanga:



Las imáge ha sido tomada de Pinterest

sábado, 11 de enero de 2025

Fragmento de "La montaña mágica" - Thomas Mann


"¡Oh, encantadora belleza orgánica que no se compone ni de pintura al óleo, ni de piedra, sino de materia viva y corruptible, llena del secreto febril de la vida y de la podredumbre! ¡Mira la simetría maravillosa del edificio humano, los hombros y las caderas y los senos floridos a ambos lados del pecho, y las costillas alineadas por parejas y el ombligo en el centro, en la blandura del vientre, y el sexo oscuro entre los muslos! Mira los omóplatos como se mueven bajo la piel sedosa de la espalda, y la columna vertebral que desciende hacia la doble lujuria fresca de las nalgas, y las grandes ramas de los vasos y de los nervios que pasan del tronco a las extremidades por las axilas, y cómo la estructura de los brazos corresponde a la de las piernas. ¡Oh, las dulces regiones de la juntura interior del codo y del tobillo , con su abundancia de delicadezas orgánicas bajo sus almohadillas de carne!¡Qué fiesta mas inmensa el acariciar esos lugares deliciosos del cuerpo humano!¡Fiesta para morir luego sin un sólo lamento! ¡Sí, Dios mío, déjame sentir el olor de la piel de tu rótula, bajo la cual la ingeniosa cápsula articular segrega su aceite resbaladizo! ¡Déjame tocar devotamente con mi boca la "arteria femoralis" que late en el fondo del muslo y que se divide, más abajo, en las dos arterias de la tibia! ¡Déjame sentir la exhalación de tus poros y palpar tu vello, imagen humana de agua y de albúmina, destinada a la anatomía de la tumba, y déjame morir con mis labios pegados a los tuyos."

Este maravilloso fragmento pertenece a "La montaña mágica" (1924), obra capital del escritor alemán Thomas Mann, Premio Nóbel de Literatura en 1929.  Un título que curiosamente he encontrado en más de una ocasión en listas que hablan de los grandes libros de la historia de la literatura, ampliamente citados a diestro y siniestro y que sin embargo pocas personas han leído. Con este fragmento entran ganas de atreverse con sus mil doscientas páginas en busca de otras perlas escondidas en su interior. 

Imagen: Tomada de Wikimedia Commons - CC0 - Fuente Original

jueves, 2 de enero de 2025

El escatológico origen de "God save the King"



Aunque reconozco que yo cuando escucho el famoso "God save the Queen" pienso en el añorado Freddie Mercury y su grupo o a lo más en la irreverente versión que hicieron los Sex Pistols, hoy nos toca hablar del muy curioso origen de este solemne himno del Reino Unido.

Ya sabemos lo ceremoniosos que han sido siempre los ingleses y lo bien que saben dar pompa y boato a las grandes ocasiones, momentos en los que mientras abusan del terciopelo rojo, suelen usar como fondo musical el famoso "God save the Queen" (King si es un hombre el que está en el trono). Evidentemente con la muerte de la Reina Isabel II y la llegada al trono de su hijo, el himno ha cambiado de sexo.

Lo curioso, es que ese himno inglés tan patriótico y ampuloso tiene su origen, nada menos que en las posaderas del Rey de Francia Luis XIV, el Rey Sol, al que podemos ver a la derecha en el famoso cuadro que le dedicó el pintor Hyacinthe Rigaud. En 1686 el rey francés tuvo que someterse a una dolorosa operación con motivo de una fístula anal que hubo de ser abierta en dos ocasiones y a la que el Rey hubo de someterse sin ningún tipo de anestesia. Se cuenta que el rey se comportó como un verdadero machote y aguantó dignamente el trance, provocando la admiración-peloteo de sus súbditos.

Unas monjas del claustro de Saint-Cyr decidieron mostrar a través de una canción su alegría por la recuperación de su monarca y que este pudiera ya sentarse en el trono a sus anchas, componiendo una canción llamada "Grand Dieu sauve le roi" que posiblemente fue musicada por Lully o Charpentier según las fuentes, llegando con el tiempo a ser himno francés.

Parece que un viajante inglés pudo oír la melodía, la copió y tras diversos avatares en los que parece estar implicado John Bull y Haendel, terminó por convertirse en el himno británico, con la curiosidad de que el himno se adaptará en título y letra al sexo del monarca, pudiendo ser de esta manera "God save the Queen-King" según los casos. !Estos ingleses siempre tan prácticos y ahorradores!

Curiosamente Prusia y posteriormente el Imperio Alemán entre 1871 y 1918 también lo tuvieron como himno oficial en su versión "Heil dir im Siegerkranz" Y por si faltaba poco, versiones del mismo himno han ocupado los momentos más ceremoniosos de Liechtenstein, Noruega o Suecia en distintas épocas.

Después la cosa degeneró un poco y llegaron a tocar el himno desde Motórhead hasta los Sex Pistols, las cosas…. De esta forma nadie puede negar que las fístulas de Luis XIV han tenido un papel ciertamente protagonista en la historia de Europa.

Os dejo el himno original en francés


Imágenes: De Pinterest: Imagen 1 - Imagen 2 

miércoles, 1 de enero de 2025

El 1 de enero y el Dios Jano



Jano (en latín Janus) es, en la mitología romana, un Dios bifronte que tenía dos caras, mirando una de ellas simbólicamente al pasado y la otra al futuro. Jugando con la foto que acompaña el texto, podríamos decir que deseamos que el futuro esté a la derecha, donde parece que la luz está de cara, en definitiva un 2025 luminoso que nos haga olvidar el pasado paisaje de ese 2024 que ayer nos abandonaba.

Jano era el dios de las puertas, los comienzos y los finales. Por eso le fue consagrado el primer mes del año (que en español pasó del latín Ianuarius a Janeiro y Janero y de ahí derivó a Enero). Como dios de los comienzos, se lo invocaba públicamente el primer día de enero (Ianuarius), el mes que derivó de su nombre porque inicia el nuevo año. Se lo invocaba también al comenzar una guerra, y mientras ésta durara, las puertas de su templo permanecían siempre abiertas; cuando Roma estaba en paz, las puertas se cerraban. Jano no tiene equivalente en la mitología griega.

Imagen: De Wikimedia Commons - CC0 - Fuente Original

De cuando Marlene Dietrich y John Wayne compartían tabaco



"A los 20 años no era nada. A los 80 soy una vieja vulgar. Entre medias he sido actriz"

Esas fueron de las últimas palabras dedicadas a la prensa de una diosa del cine que como alguien dijo tenía un nombre que parecía una suave caricia: "Marlene" y un apellido que se asemejaba a un latigazo: "Dietrich". Así de inclasificable era la actriz, una "femme fatale" que pasó a conquistar Hollywood con aquellas piernas de "Ángel azul" y su descarada ambigüedad; un angelito que fue modelado hasta en los más ínfimos detalles por su pigmalión, el director Josef von Sternberg, con el fin  de hacerla parecer una diosa. 

La actriz llegó a hacerse muy amiga del escritor Ernest Hemingway, del que decía que "la gente debería santiguarse antes de hablar con él" y al que llamaba "Papá" en las cartas que se escribían. En una de esas cartas Hemingway decía de Marlene: "Podía romperte el corazón solo con la voz". Y ciertamente rompió muchos corazones tanto a hombres como a mujeres. No se podía esperar otra cosa de una mujer insaciable que además afirmaba: "A cualquier mujer le gustaría ser fiel, lo difícil es hallar el hombre al que serle fiel".  

Después de darle la espalda a Hitler, acompañó al ejercito americano en su campaña europea durante la Segunda Guerra Mundial animando a las tropas en la primera linea, de hecho no tenía miedo al peligro e incluso estuvo a punto de morir en un bombardeo. Hay quien cuenta que su relación con el general Patton avanzó con tanta intensidad y rapidez como la división de tanques del famoso militar marchaba hacia Alemania. Observen lo entregada que era la actriz a la hora de animar a la tropa en la imagen de la derecha. 

Uno de sus amantes fue el rudo John Wayne, quien en sus inicios, justo después de aparecer en "La Diligencia" (1939 - John Ford) parecía la opción ideal para rodar junto a la Dietrich la película "De isla en isla" (Seven sinners - 1940). El director, Tay Garnett no sabía como convencer a la actriz para que aceptara rodar junto a un actor aun casi desconocido y para ello apeló al instinto sexual de la actriz. De forma totalmente premeditada colocaron los arrolladores 192 centímetros de John Wayne en la barra de un restaurante charlando animosamente con dos o tres risueñas y bellísimas jovencitas. 

Cuando Marlene entró en el restaurante focalizó sus ojos rápidamente el corpachón de Wayne y le dijo a Garnett "¡Oh, papi, comprame eso!". No tardó Wayne en unirse al grupo y por supuesto en hacer la película con Marlene junto a la cual rodaría dos películas más: "Forja de corazones" (1941 - Lewis Seiler) y "Los usurpadores" (1942 - Ray Enright). La relación parece que duró unos tres años y a pesar de ser Wayne un hombre ciertamente discreto respecto a sus romances, cuando un amigo le presionó un poco para saber más sobre su romance dijo como si de un telegrama se tratara: "Roma. El hotel Excelsior. Dietrich. Lo hicimos en la escalera". En otra ocasión y siendo un poquito más lenguaraz dijo de ella: "El mejor polvo de mi vida" y eso que después tendría otra relación con una pelirroja de ensueño, la maravillosa Maureen O'Hara, la única mujer capaz de hacer perder la tranquilidad a cualquier hombre, pero esa es otra historia que ya se contará.

Marlene decía: "Las mujeres tienen una edad en que necesitan ser bellas para ser amadas, y otra en que necesitan ser amadas para ser bellas". Cuando de una manera u otra sintió que había perdido aquel imán que siempre la acompañó se recluyó en su casa y pasó los últimos doce años de su vida en la cama, minada por el alcoholismo y casi sin poder andar con unas piernas muy débiles que ya no eran ni un asomo de lo que fueron.  Celosa de mantener su imagen de diosa, terminó recluida durante todos esos años, como una de sus rumoreadas amantes, la divina Greta Garbo. Falleció a la edad de 91 años.

Como cantante era una verdadera delicia. Siempre he preferido dejar de lado sus muchas canciones en inglés y he rebuscado con fruición sus temas en alemán, resultando uno de mis preferidos este "Untern linden" que os dejo más abajo en un vídeo con imágenes de la actriz.



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martes, 31 de diciembre de 2024

El Perseo de Cellini reta al David de Miguel Ángel

 

Benvenuto Cellini era contemporáneo de Miguel Ángel cuya gloria todo artista habría deseado para sí mismo. Cellini, que era un orfebre de prestigio, sabedor de que su talento daba para mucho más que un salero, por muy artístico y valioso que este sea, se impuso el reto de lograr una escultura que superase en gloria y dificultad al David de Miguel Ángel, empresa ciertamente difícil por no decir imposible. 

Cellini, era un verdadero personaje, cuya biografía es casi de fábula y con momentos ciertamente humorísticos. Viajo por toda Europa, no se le daba mal la poesía, su carácter irascible y rencoroso y su habilidad como espadachín solían meterle en follones de los que solo lograban salvarle en parte el apoyo de Principes y Papas, que lo odiaban en la misma medida que lo admiraban por su inigualable talento artístico. De hecho llegó a estar encarcelado por alguna muerte violenta. Tan pronto estaba con un cardenal en un palacio como con una ramera en un antro infecto, era amante de todas las mujeres y también de algún hombre lo que hizo que llegara a ser juzgado por sodomía. Su entretenidísima autobiografía titulada "Vida" fue admirada por Goethe que la tradujo al alemán por y Stendhal que la calificó como "la obra más curiosa de su género" .

Este es el personaje que le expuso a Cosme I de Medici su idea de realizar una nueva estatua que proclamase su triunfo como gobernante sobre sus opositores republicanos en Florencia, y este no pudo resistirse a la tentación de ser el mecenas de una nueva obra grandiosa para su ciudad que de camino glorificase el nombre de su familia una vez más. 

El protagonista elegido para aquella escultura fue propuesto por Cosme I  quien en la linea de los gustos de los Medicis, siempre amantes de los motivos mitológicos, se inclinó por un Perseo que Cellini mostraría triunfante, momentos después de dar muerte a la Medusa. Perseo era un semidiós de la mitología griega, hijo del Dios Zeus, que en forma de lluvia de oro pudo amar a la mortal Dánae, amores que dieron como fruto este hijo, modelo de juventud, de vigor y belleza que para salvar a la cautiva Andrómeda y con un poquito de ayuda de sus amigos los dioses, hubo de enfrentarse y vencer con la fuerza de su inteligencia a la mortífera medusa, aquella que si te miraba a los ojos directamente te convertía en piedra.

A la escultura se le proyectó un lugar privilegiado en la Piazza della Signoria desde la que su arrogante muestra de triunfo y fuerza había de servir de aviso a los posibles enemigos de Florencia. Hoy en día el Perseo se encuentra dentro de la mentada plaza en la emblemática Logia dei Lanzi y casi parece que el David la mira directamente, quien sabe con que pensamientos y hasta el "Hércules y Caco" del también contemporáneo Bandinelli la mira con el ceño fruncido.

El caso es que este singular artista, tan complejo en su carácter como Caravaggio,  se empeñó en hacer la escultura de su Perseo en bronce y con la técnica de cera perdida, una forma de trabajar prácticamente en desuso y que muy difícilmente podría dar buenos resultados en una escultura de gran tamaño y tan compleja como la que Cellini tenía en mente, máxime cuando la cabeza de la Medusa está tan lejos del cuerpo principal. Era ese el plus de dificultad con el que quería emular los condicionantes con los que Miguel Ángel tuvo que lidiar al enfrentarse a un bloque de mármol ya empezado. 

Como modelo escogió a uno de sus aprendices según cuenta en su autobiografía: "Solo tenía unos malos aprendices, entre los cuales había uno muy hermoso; era hijo de una meretriz llamada Gambetta. Me serví de aquel muchacho para copiarlo, porque no tenemos otros libros que nos enseñen el arte, sino la naturaleza"

Después de realizar un pequeño modelo en cera de como había de ser la obra finalmente, eso si, bastante bien detallado y finamente terminado, la impresión de Cosimo I fue grande. Lo cuenta el propio Cellini:

"habiéndolo llevado a su guardarropa (el modelo de la escultura), cuando vino a verlo con la duquesa y con varios señores más. En cuanto lo vio, le gustó y lo alabó en extremo (...) luego que lo hubo examinado bastante, mientras aumentaba grandemente su gozo, dijo estas palabras:
-Si tú, Benvenuto mio, hicieras igual en grande este modelito, esta sería la obra más bella de la plaza.
Entonces yo dije:
- Excelentísimo señor mio, en la plaza están las obras del gran Donatello y del maravilloso Miguel Ángel, que han sido los dos mejores hombres desde la época de los antiguos hasta ahora. Por lo tanto Vuestra Excelencia Ilustrísima da un gran animo a mi modelo, porque a mi me sobra valor para hacer tres veces mejor la obra que el modelo"

Decir que la obra finalmente mide 5'20 metros con el pedestal y 3'20 metros si nos atenemos solamente al bronce del Perseo y el cuerpo de la medusa. El David, otro gigante, mide 4'10m la figura y 5'17m con pedestal, por lo que los conjuntos son comparables, máxime cuando el pedestal del Perseo esta ricamente trabajado y complementa la obra.

Rebosante de ánimo y con el muchacho como modelo, Cellini empezó a trabajar en su triunfante Perseo. Atento a todos los detalles del mito, hizo que la escultura, en su bella desnudez portara en su mano derecha la hoz-espada de acero que le regaló Atenea, que se mostrara calzado con las sandalias aladas que le cedió Hermes y que adornara su cabeza el casco de Hades, que le había sido entregado por las ninfas y que convertía en invisible a quien lo llevara puesto.

Precisamente el casco esconde una de las anécdotas de la escultura pues en su parte trasera constituye un autorretrato del propio escultor, conformando el propio casco parte de su cara, ojos y nariz, mientras que el pelo que asoma por la nuca sería su barba. Supongo que Cellini le daría mil vueltas a como incluir el pulido escudo con el que Perseo evitó la mortal mirada de la Medusa en la obra, pero evidentemente tuvo que renunciar a mostrarlo al no encontrar una solución satisfactoria, prueba de que a veces menos es más.

Al maravilloso blanco marmóreo del cuerpo del David se iba a enfrentar en el mismo espacio el oscuro bronce de la figura de un héroe triunfante como él, de figura rotunda y viril como él, en contraposto como él, pero con una importante diferencia: si en el David de Miguel Ángel, todo fuerza contenida, previa al ataque con su honda, no aparece rastro de su oponente Goliat como si hicieron Verrochio o Donatello que en sus obras colocaban la cabeza del gigante a los pies del héroe, el Perseo de Cellini no tenía ningún problema en exhibir hermosamente triunfante la cabeza aun sangrante de la Medusa a los que quisieran mirarle, mientras pisa el cuerpo descabezado y vencido de aquella abominación que tenía serpientes por pelo.

La fundición de la obra fue épica. Cellini construyó un horno en su casa que casi queda incendiada -ardió al menos el tejado- por el intenso fuego que era necesario para lograr la temperatura precisa para fundir el cobre y bronce del horno. Hubo un momento en el que la escultura corrió peligro de perderse al enfriarse de forma descontrolada, teniendo que redoblar sus esfuerzos un agotado Cellini que incluso empleó su cubertería de estaño para reforzar la mezcla. El propio Cellini lo cuenta en su biografía:

"[...]presa de intensa fiebre y de las llamas del taller, azotando un vendaval de lluvia el molde y el horno, cuajado el bronce por súbito enfriamiento, asustados y despavoridos los presentes, reanimando el semimoribundo escultor el fuego con troncos de leña y mejorando el metal en fusión con toda su vajilla de estaño y, como dice Marco, entre la fiebre, el delirio, el incendio y el vendaval que arrecian en aquella tremenda noche de locura artística de un genio, se oye un trueno formidable, a la vez que deslumbra la escena un relámpago cegador, verdadero ''fiat lux'' (hágase la luz) de aquel génesis de una estatua, y ese milagro de la voluntad crea un prodigio de alta inspiración… Perseo quedó hecho."

La base, de mármol, es también otro prodigio, labrado con motivos habituales de la orfebrería como guirnaldas, cariátides, máscaras y bucráneos y en ella se insertan las figuras de los personajes claves del mito a través de otras cuatro pequeñas y preciosas esculturas en bronce: La primera figurilla es Mercurio , la segunda es Dánae y su hijo Perseo, la tercera es Minerva y la cuarta es Júpiter. Cuadro que se completa con bajorrelieves donde se muestra la liberación de Andrómeda.

Fue tan perfecto el resultado de todo el conjunto, que como ya hiciera Miguel Ángel con su Piedad, y para que no quedara ninguna duda sobre la autoría de aquella prodigiosa obra, todo un hito en la fundición del bronce, una banda recorre el pecho de su Perseo con la leyenda: "BENVENVTUS CELLINVS CIVIS FLOR / FACIEBAT MDLII"

Benvenuto Cellini fue durante un tiempo discípulo de Miguel Ángel en aquella Florencia maravillosa que era capaz de concentrar en una misma época y lugar a muchos de los grandes artistas de la historia del arte occidental. Todavía vivía Miguel Ángel cuando se presentó el Perseo en 1554. Me habría encantado encontrar alguna expresión sobre lo que sintió el escultor al ver lo que hizo su discípulo pero no he tenido suerte. Ahora solo cabe preguntarse: 

¿Logró Cellini su propósito de superar a su maestro Miguel Ángel......? ¿Qué opinan?


Fuentes: A partir de:
"Vida" - Benvenuto Cellini (Alianza editorial)

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lunes, 30 de diciembre de 2024

José Zorrilla y los curiosos


 "Yo no soy ya lo que fui: y viendo cuán poco soy, dejo a los que más son hoy pasar delante de mí"

Hace pocos años y con muy mala idea, le preguntaron a una actriz española muy dada a protagonizar escenas subiditas de tono si había hecho alguna vez un papel de Zorrilla. Ella, conocedora del tono humorístico en el que iba dirigida la pregunta le contestó muy resuelta: "De Zorrilla ninguno, pero de Zorra muchos". Puede que, como en los versos de José Zorrilla, la actriz, para llegar a aceptar aquellos papeles, ya no fuera lo que fue...

Más allá de esa jocosa anécdota sobre los chistes que siempre propició el apellido de nuestro José Zorrilla, el autor de Don Juan Tenorio tuvo en cierta ocasión la idea de alquilar una casita en las afueras de Madrid con la pretensión de relajarse con la paz del campo y allí aislado de tanto bullicio buscar inspiración para una nueva obra. Ni que decir tiene que Zorrilla prefirió mantener el anonimato entre los vecinos de aquel pueblo y que estos, acostumbrados a saber vida y milagros de todos los moradores del lugar, estaban sumamente intrigados por saber quien era y como respiraba aquel nuevo vecino venido desde la capital. No tardaría mucho uno de los vecinos en dejarse llevar por su curiosidad y decidido abrió una carta lacrada que iba destinada al escritor, buscando que su contenido le aclarara un poco el misterio de su persona. La misiva, muy escueta, decía:

"Querido José. Creo que es mejor que no mates al alcalde con veneno. Bastará que le administres un sedante. Atentamente, tu amigo JD"

Ni que decir tiene que ante tales palabras le saltaron todas las alarmas y el indiscreto personaje corrió, carta en mano, a entrevistarse con el alcalde del pueblo para ponerle al tanto de la supuesta conspiración que se estaba urdiendo en su contra.

Zorrilla fue evidentemente detenido y solo logró recobrar la libertad tras presentarse como escritor y demostrar que el alcalde al que se hacia referencia en aquella carta no era de verdad, que era solo un personaje imaginario de la obra que estaba escribiendo durante su estancia en el pueblo y sobre el que había pedido consejo a un amigo para el desarrollo de la trama.

Y es así como el pueblo supo todo de su nuevo vecino y Zorrilla tuvo algo nuevo que contar, quien sabe si para alguna de aquellas obras suyas de título tan apropiado a la situación: "A buen juez, mejor testigo""Traidor, inconfeso y mártir" "Para verdades el tiempo y para justicia Dios".

Imagen: Tomada de Wikimedia Commons - CC0 - Fuente original

domingo, 29 de diciembre de 2024

"The Beatles" y la triste historia de "Hey Jude"

 

Paul McCartney con Julian Lennon, el hijo de John

Parece que "Hey Jude", tema compuesto por Paul McCartney, y una de las más grandes canciones de la historia, en principio no se iba a llamar así si no "Hey Jules". Todo apunta a que la canción se compuso para dar consuelo al pequeño Julian, de seis años, hijo de John Lennon con su primera esposa Cynthia Powell, de la que se estaba divorciando para dar formalidad a su relación con Yoko Ono.

Cynthia siempre fue una esposa en la sombra, escondida, secreta, pues se pensaba que no convenía que los fans conocieran su existencia y que uno de los Beatles con más gancho, Lennon, ya estaba casado y además tenía un hijo (Cynthia estaba embarazada cuando se casaron). Así, Cynthia no aparecía en ningún sitio, a pesar de que el matrimonio duró la etapa más gloriosa del grupo, desde 1962 a 1968. Brian Epstein el manager del grupo lo decidió así. A Lennon el éxito le golpeo fuerte, las tentaciones de las groupies que los seguían enloquecidas, los viajes…. El caso es que veía poco a su esposa e hijo que pasaban largo tiempo en un piso de Liverpool, sin contacto con el grupo. Cuando llegó Yoko Ono, todo lo que antes había sido secreto ahora era aireado con total libertad. Las dos caras de una misma moneda.


Bueno, volviendo a la canción, el caso es que McCartney fue un día a visitar a Cynthia para darle apoyo y en el camino, en el coche, compuso la canción "Hey Jules". De la canción decía el propio McCartney:

"Empecé con la idea de Hey Jules, que era Julian "And anytime you feel the pain, hey Jules, refrain, don't carry the world upon your shoulders" (y cada vez que te sientas dolido, Jules, contente y no cargues el mundo entero sobre tus hombros). Sabía que no iba a ser fácil para él. Siempre siento pena por los niños en un divorcio. Después cambié el nombre de la canción porque pensé que sonaba mejor".

Julian, que hoy día también se dedica a la música, tuvo que esperar veinte años para saber que aquella famosa canción estaba dedicada a su persona. De McCartney decía: «Paul y yo solíamos estar juntos mucho más tiempo del que estábamos mi padre y yo juntos. Teníamos una gran amistad y parece que hay más fotos de Paul jugando conmigo que las que tengo con mi padre». En la foto que encabeza el escrito vemos a McCartney con el pequeño Julian en brazos, y parece que Lennon en un segundo plano.

Para otros la canción era una letra que McCartney se dedicaba a sí mismo, motivada por los problemas que estaba teniendo con una novia en aquella época, Jane Ascher, y así lo cuenta Lennon, aunque éste en algún momento pensó que iba dedicada a él y su relación con Yoko Ono y así decía:

"Pero siempre la oí como una canción dedicada a mí. Si piensas al respecto... Yoko entra en la imagen. Él dice: 'Hey, Jude—Hey, John.' Sé que estoy sonando como uno de esos fanáticos que se involucran demasiado con algo, pero puedes escucharla como una canción para mí... Inconscientemente, él dijo 'Sigue adelante, déjame'. En un nivel consciente, él no quería que siguiera adelante". Así, cuando Lennon le dijo a McCarney que la canción trataba sobre él, McCartney lo negó, y le dijo a Lennon que había escrito la canción acerca de sí mismo, lo que abonaría la idea del automensaje por los problemas con Jane Ascher.

 En cualquier caso la idea de que va dedicada a Julian Lennon es la más aceptada y referida por todos, e incluso refrendada por McCartney como leíamos en sus propias palabras más arriba.

Otra curiosidad de la canción es que en el minuto 3 aproximadamente de la grabación original, a McCartney se le escapo un taco, algo del tipo "maldita sea", que se decidió dejar en la grabación a sugerencia de Lennon:

«'Paul golpeó un sonido en el piano y dijo una palabra malsonante, pero yo insistí en dejarla, enterrándola lo suficientemente bajo como para que no pudiera ser escuchada. La mayoría de la gente no se dará cuenta, pero nosotros sabremos que está ahí». Las cosas….

Más abajo tenéis un vídeo con la canción y sus subtítulos para sacarle toda la miga a la letra.


Imágenes: De Pinterest - Imagen 1 

sábado, 28 de diciembre de 2024

Miguel Ángel y el brazo perdido de Laocoonte


"Ellas, con marcha firme, se lanzan hacia Laocoonte; primero se enroscan en los tiernos cuerpos de sus dos hijos, y rasgan a dentelladas sus miserables miembros; luego arrebatan al padre que, esgrimiendo un dardo, iba en auxilio de ellos, y lo sujetan con sus enormes anillos: ya ceñidas con dos vueltas alrededor de su cuerpo, y dos veces rodeado al cuello el escamoso lomo, todavía exceden por encima sus cabezas y sus erguidas cervices. Pugna con ambas manos Laocoonte por desatar aquellos nudos, mientras chorrea de sus vendas baba y negro veneno, y al propio tiempo eleva hasta los astros espantables clamores..."

Así relataba Virgilio en su Eneida, el ataque a Laocoonte, un sacerdote troyano muerto trágicamente junto a sus dos hijos, Antifantes y Timbreo, por dos enormes serpientes llamadas Porcis y Caribea. El relato mitológico del castigo tiene muchas versiones sobre los motivos del mismo y sobre que Dios o Diosa fue quien envió a las serpientes a por el sacerdote y sus hijos. Una de ellas, puede que la más conocida, dice que fue por que intentó alertar a los troyanos acerca del engaño que encerraba el famoso caballo de madera que habían dejado a las puertas de la ciudad de Troya, después de que los aqueos y sus aliados aparentaran retirarse del ya largo asedio.

Los escultores Agesandro, Atenodoro y Polidoro, de la escuela de Rodas, realizaron una escultura sobrecogedora y maravillosa sobre el momento en el que Laocoonte y sus hijos son atacados por las serpientes, una obra rebosante de virtuosismo, fuerza, sufrimiento y dinamismo que al ser descubierta en 1506 revolucionó el mundo del arte. El Papa Julio II inmediatamente envió a Miguel Ángel a inspeccionar aquella joya que había aparecido en un viñedo cercano al monte Esquilino, donde aproximadamente se ubicaban las Termas de Trajano y antes la Domus Aurea de Nerón

Al grupo escultórico le faltaban trozos, principalmente el brazo derecho de Laocoonte y el de uno de sus hijos así como la mano derecha del otro hijo y partes de las serpientes. Todos los escultores empezaron a divagar sobre cual debía ser la posición del brazo perdido de Laocoonte. Para Miguel Ángel el grupo escultórico resultó todo un impacto y quedó abrumado por la fuerza de la obra, tanto que tuvo un gran eco en su obra posterior y hay quien mantiene que el Cristo que preside su Juicio Final en la Capilla Sixtina tiene una posición muy parecida al Laocoonte, aunque también es innegable la influencia del Torso Belvedere, obra que también obsesionaba a Miguel Ángel. El caso es que en contra de la mayoría de sus colegas escultores, Miguel Ángel, gran conocedor de la anatomía humana, sostenía que el brazo de Laocoonte que faltaba debía encontrarse doblado hacia atrás, como si intentara arrancarse a la serpiente de su espalda. No le hicieron caso.

Cuando se emprendió la primera de las restauraciones de la obra se decidió poner el brazo extendido hacia arriba y esa fue la imagen que del Laocoonte se tuvo durante mucho tiempo. 

Pero a veces las providencia hace que las cosas se pongan en su sitio y en 1905, cuatrocientos años después de que se encontrara el grupo escultórico, apareció milagrosamente el brazo perdido; su estilo, proporciones y encaje lo delataba así y en 1957 se logró demostrar que ciertamente era parte del grupo escultórico. Como no podía ser de otra manera estaba flexionado en la misma posición que había predicho el genial Miguel Ángel. No quedaba otra que trasladarlo a la escultura y retirar los añadidos que se colocaron en el pasado, dándole al grupo la apariencia actual (imagen de cabecera). Actualmente se expone en el Museo Pío-Clementino de la Ciudad del Vaticano. Una maravilla de la que con razón, Plinio el Viejo, que por aquella época pudo disfrutar de muchas esculturas hoy perdidas, mantenía:

"Debe ser situada por delante de todas, no solo del arte de la estatuaria sino también del de la pintura."

Imágenes: Tomadas de Wikimedia.- Imagen 1 - Imagen 2 - Ambas CC BY-SA 4.0