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sábado, 29 de enero de 2022

Ava Gardner, "Forajidos" y las otras damas del Cine Negro


 
Kitty Collins: (Ava Gardner): - ¿Qué vas a hacer? Sueco.. ¿Qué vas a hacer?
Sueco (Burt Lancaster): - Lo mismo que querían hacerme a mi
Kitty Collins: - Prométeme una cosa, no me descubras, si Colfax supiera lo que he hecho
Sueco: - No te preocupes
Kitty Collins: - ¿Sabes por qué te odia Collfax? Por mi causa. Se ha dado cuenta de lo que nos pasa
El Sueco:- ¿Por qué volviste con él?
Kitty Collins: — Tal vez porque le odio. Soy veneno para mi y para los que me rodean. Temería ir con alguien a quien amase por el daño que le haría. Pero dañarle a él no me importa.
Sueco: Quédate conmigo
Kitty Collins: De acuerdo Sueco

Ahí la tienen, preciosa y peligrosa. Y es que esa Kitty Collins a la que daba vida la debutante Ava Gardner en "Forajidos" (1946, Robert Siodmak) se dejaba abrazar y se mostraba rendidamente enamorada justo en el mismo momento en el que acababa de inocular su venenosa mentira a su fogoso y enamorado partenaire. Entre sus maquinaciones supo definir a la perfección la esencia de la mujer fatal: "Soy veneno para mi y para los que me rodean", ese tipo de mujer que es capaz de cambiar el destino de un hombre y arrastrarlo detrás suyo irremisiblemente ya sea hasta el cielo o hasta el infierno, tal como le ocurrió a Ole Anderson, "El Sueco", al que encarnaba el también recién salido del paquete Burt Lancaster, Por supuesto lo pagó caro, como en toda película de cine negro que se precie. 

Y aunque "Forajidos" podría ser "El ciudadano Kane" del cine negro, como alguien la definió, no fue evidentemente solo Kitty Collins la que encarnó con maestría "la fatalidad". Hubo tantas esplendorosas chicas malas en el cine... Rita Hayworth agitando el pelo de "Gilda" o como la rubia de "La dama de Shanghai"Gene Tierney dando vida a la misteriosa "Laura"Marilyn contoneándose como Rose Loomis en "Niágara"Lauren Bacall como Mary Browning en  esa maravillosa "Tener y no tener" en la que todos aprendimos a silbar y tres o cuatro títulos más con Bogart, Lana Turner como Cora Smith volviendo loco a John Garfield en "El cartero siempre llama dos veces" o la camaleónica Barbara Stanwick como la sensacional Phillys Dietrichson en "Perdición", Joan Bennett en "La mujer del Cuadro" o "Perversidad", Gloria Grahame, una verdadera chica peligrosa en "Los sobornados""Deseos Humanos"o en la soberbia  "En un lugar solitario"Jane Greer en "Retorno al pasado"Mary Astor en "El halcón maltés", Jane Simmons en "Cara de ángel"Veronica Lake en "La llave de cristal" o "Contratado para matar"Bette Davis en "La carta", Ann Savage en "Detour", Peggy Cummings en "El demonio de las armas"... 

Y es que con estas mujeres, ocurría exactamente lo que Bogart le decía a la soberbia Gloria Grahame en el film "En un lugar solitario" (Nicholas Ray - 1950)“Nací cuando ella me besó. Morí cuando me abandonó. Viví unas semanas mientras ella me amó.” 


Un repaso en movimiento de las más reseñables damas del cine negro:


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viernes, 28 de enero de 2022

Locura y poder en "El Gabinete del Doctor Caligari"

 

"¡Pasen y vean! Les presento por primera vez aquí a Cesare, el sonámbulo. El milagroso Cesare, de 23 años que ha estado durmiendo 23 años continuamente ¡Día y noche! Ante sus ojos, Cesare se despertará de su mortecino trance. ¡Pasen y vean! Damas y caballeros, Cesare el sonámbulo responderá a todas vuestras preguntas. Cesare conoce todos los secretos. Conoce el pasado y ve el futuro. Juzguen ustedes mismos. No se contengan. ¡Pregúntenle lo que quieran!
- ¿Cuánto tiempo voy a vivir?
- Hasta el amanecer"

Todavía hoy, 100 años después de su rodaje, "El Gabinete del Dr. Caligari" (1920), se deja ver con absoluto disfrute. Es una obra curiosa en muchos aspectos y repleta de incógnitas sobre su realización. Extrañamente, se suele hablar más de sus guionistas y de los creadores de sus imposibles decorados de papel y cartón que del propio director, Robert Wiene, o de sus protagonistas, entre los que destacan Werner Krauss como el Dr. Caligari y Conrad Veidt como Cesare

La inspiración de la historia narrada en el film arroja muchas dudas. Janowitz, uno de los guionistas, mantenía que el relato estaba inspirado en un suceso vivido un día de carnaval en el que vio a un hombre extraño acechando desde las sombras. Al día siguiente supo que una niña había sido brutalmente asesinada en ese mismo lugar. Movido por la curiosidad fue a su entierro y allí volvió a ver a aquel extraño sujeto igualmente oculto entre las sombras. No podía probar su autoría del crimen, pero fue el detonante que puso a su cabeza a pensar en la historia.

Carl Meyer, el otro guionista, decía que para evitar hacer el servicio militar fingió locura, lo que motivó que tuviera que padecer muchas pruebas, tramites que hicieron surgir en él una desconfianza grande en los psiquiatras. El doctor que lo atendió le sirvió de modelo para el Doctor Caligari, aunque hay otros que ven en el doctor ecos del filósofo Arthur Shopenhauer. Una última historia dice que la historia se inspira en la visita realizada por los dos guionistas a un espectáculo de circo en la Kantstrasse de Berlín donde pudieron ver la función "Man or Machine", en la que un hombre, tras ser hipnotizado realizaba hazañas de fuerza que a primera vista resultaban imposibles para él.

Uno de los grandes atractivos de la película son aquellos decorados acusadamente expresionistas. Puede que simplemente siguieran la moda de un tipo de lenguaje artístico que por entonces estaba de moda en toda Alemania o, como cuenta la leyenda, tuvieran su razón de ser en un presupuesto poco holgado y en las restricciones de energía eléctrica que por aquel entonces sufría Alemanía, lo que motivó que sobre el papel y el cartón de las falsas paredes se pintara directamente los efectos de luz. Pero además imperaba la idea de hacer unos decorados realmente transgresores, en los que todo estaba deliberadamente torcido o inclinado, una estética que bien podía ayudar a remarcar el comportamiento extraviado de algunos de sus personajes y que en definitiva dio como resultado una atmósfera ciertamente única. 

Uno de los grandes atractivos de la película es ese novedoso y sorprendente giro argumental que nos guarda el final de la película y que hace que todo lo que hemos visto durante el film cambie de sentido. En esa tendencia de olvidar al propio director, Wienne, hay quien adjudica ese genial escorzo de la historia a una idea de Fritz Lang, que estuvo a punto de dirigir la película. Parece que en la estructura original del guion ese giro no existía, y el planteamiento inicial constituía una clara critica de la autoridad, personificada en el Doctor Caligari, y como esta podía manejar a los hombres a su antojo, hipnotizándolos con sus ideas y manifiestos, logrando de las personas incluso comportamientos indeseados y perversos. La idea no casaría mal con la posterior llegada del nazismo, autoridad absoluta e hipnótica que consiguió lo impensable del pueblo alemán, pero estas propuestas ideológicas eran ya demasiado arriesgadas para una Alemania que acababa de salir de la Primera Guerra Mundial, por lo que se suavizo de forma extraordinaria ese posible mensaje, con ese giro final que comentábamos, en el que se resta responsabilidad a la autoridad sobre los desmanes de las personas, un cambio que a decir verdad  hizo que la historia no solo ganara muchos enteros sino que además se convirtió en un modelo a seguir en la narrativa argumental para el cine que estaba por llegar.

Aunque hay manifestaciones de que la película fue inicialmente un fracaso y que hubo espectadores que exigieron la devolución del importe de sus entradas, parece que esto es solo una leyenda más, al menos en las grandes ciudades. La película fue precedida de una original campaña de promoción en la que se colocó por las calles carteles que decían: "Tienes que convertirte en el Dr. Caligari", abriendo la curiosidad de los potenciales espectadores que respondieron al reclamo haciendo de la película un éxito. Algo muy del estilo de lo que se hace actualmente promocionando los films, pero cien años atrás. 

Y sin embargo, una obra como esta no pasa a la historia y es recordada 100 años después solo por unos decorados transgresores, un guion acertado o una campaña de promoción original; en la película es palpable la maestría de Wienne rodando en espacios tan pequeños, en como desarrolla la historia y como la ofrece al espectador, es soberbia la actuación de Krauss como Caligari, con los ademanes propios del cine mudo y tan exagerada como los propios decorados, e inolvidable el momento en el que, despertando de su profundo sueño, abre los ojos Conrad Veidt en su rol de Cesare. 

Solo dura 77 minutos, que merecen la pena ver y sumergirse en esa atmosfera del cine mudo, en el que una imagen o un gesto valen más que mil palabras.



Imágenes: 
Cortesía de Doctor Macro - Imágenes 1 y 4
De Wikimedia Commons (CC0) - Imágenes 2, 3, 5

jueves, 27 de enero de 2022

El Universo de Novalis

 

"Soñamos con viajes por el universo ¿No está acaso el universo en nosotros? No conocemos las profundidades de nuestro espíritu. Hacia el interior conduce el camino misterioso. En nosotros o en ninguna parte se encuentra la eternidad con sus mundos, el pasado y el futuro. El mundo exterior es el mundo de sombras proyectadas en el reino de la luz. Nuestro interior nos parece ahora ciertamente oscuro, solitario y sin forma. Y, sin embargo, qué distinto nos parecerá cuando haya pasado este eclipse y se haya retirado el cuerpo que produce la sombra."

El fragmento es obra del escritor y filósofo alemán Georg Philipp Friedrich von Hardenberg (1772-1801), más conocido por todos por su pseudónimo "Novalis", y pertenece a su colección de reflexiones titulada "Polen" (1798). Para ilustrarlo encabeza la entrada el óleo "Ruinas de Oybin - El soñador", obra del pintor romántico alemán Caspar David Friedrich (1774-1840) que se expone en el Museo del Hermitage (San Petersburgo - Rusia)

Imagen: De Wikimedia Commons - Dominio Público (CC0) - Fuente Original

miércoles, 26 de enero de 2022

Bette Davis Vs Errol Flynn: Besos con sabor a ajo



En 1939, Bette Davis y Errol Flynn rodaron para la Warner Brothers la película "La vida privada de Elizabeth y Essex", un trabajo firmado por Michael Curtiz y en el que también participaban Olivia de Havilland y Donald Crisp.

La película, que fue nominada a 5 Oscar, contaba las relaciones entre la ya madura Isabel I Tudor, reina de Inglaterra e Irlanda (1558-1603) a la que daba vida Bette Davis y el elegante Conde de Essex que corría a cargo del calavera de Errol Flynn. El caso es que Bette Davis detestaba a Errol Flynn y hacía lo indecible por no coincidir con él en los repartos de las películas, no pudiendo zafarse de este encuentro por los imperativos que entonces marcaban los Estudios, que podían manejar a su antojo la carrera de cualquier actor o actriz.

A buen seguro, la Davis tuvo que tragar saliva cuando le decía al Conde de Essex (aunque fuera solo su retrato) aquello de: "No sé a quién odio más, si a ti por hacer que me enamore, o a mí, por necesitarte tanto", que es una de las frases románticas más recordadas del cine, pero el colmo de los colmos vino cuando la actriz supo que el guion los obligaba a besarse apasionadamente en algunas escenas. Bette Davis era una actriz de recursos, que tenía claro que cuando hay que actuar se actúa y punto, pero otra cosa es que aquello del beso resultara un momento placentero para su partenaire por muy metida en el papel que ella pareciera estar. Puede que inspirada en la ajada caracterización que le habían impuesto para su papel, la actriz no tuvo otra ocurrencia que masticar ajos antes de cada escenita romántica para que su aliento fuera lo más repulsivo posible y sirviera para recordarle a Flynn todo el "cariño" que por él sentía. No cabe duda de que la Davis era todo un personaje, lleno de cristales, de swarovski si ustedes quieren, pero cristales al fin y al cabo.



Imágenes: Cortesía de la estupenda página Doctor Macro: Imagen 1 - Imagen 2

martes, 25 de enero de 2022

Shakespeare y los consejos de Polonio a su hijo Laertes en "Hamlet"

 
-Polonio

¿Aún aquí, Laertes? ¡Por Dios, a bordo, a bordo!
El viento ya ha hinchado tus velas, y están
esperándote. Llévate mi bendición
y graba en tu memoria estos principios:
no le prestes lengua al pensamiento,
ni lo pongas por obra si es impropio.
Sé sociable, pero no con todos.
Al amigo que te pruebe su amistad
sujétalo al alma con aros de acero,
pero no embotes tu mano agasajando
al primer conocido que te llegue.
Guárdate de riñas, pero, si peleas,
haz que tu adversario se guarde de ti.
A todos presta oídos; tu voz, a pocos.
Escucha el juicio de todos, y guárdate el tuyo.
Viste cuan fino permita tu bolsa,
mas no estrafalario; elegante, no chillón,
pues el traje suele revelar al hombre,
y los franceses de rango y calidad
son de suma distinción a este respecto.
Ni tomes ni des prestado, pues dando
se suele perder préstamo y amigo,
y tomando se vicia la buena economía.
Y, sobre todo, sé fiel a ti mismo,
pues de ello se sigue, como el día a la noche,
que no podrás ser falso con nadie.

Adiós. Mi bendición madure esto en ti.

El fragmento pertenece a "Hamlet" obra publicada por William Shakespeare en 1602. Al escritor lo podemos ver representado en una escultura de bronce de pequeño formato, obra realizada en 1870 por el escultor estadounidense John Quincy Adams que se expone en el Metropolitan Museum of Art de Nueva York.

Imagen: De Wikimedia Commons - Dominio Público (CC0) - Fuente Original

lunes, 24 de enero de 2022

Paul Newman y los helados de chocolate

 

"Me gustaría que la gente pensara que más allá de Newman, hay un espíritu que actúa, un corazón y un talento que no proviene de mis ojos azules"

Y es que Paul Newman era un actor que a veces llamaba más la atención por el intenso color azul de sus ojos que por sus sensacionales interpretaciones. Curiosamente, sus ojos, que resultaban perfectos de cara al exterior, no lo eran tanto para el propio actor dado el daltonismo que sufría. Nada es lo que parece. Por supuesto tampoco era capaz de comerse cincuenta huevos de una sentada como se contaba en aquella película titulada "La leyenda del indomable" (1967 - Staurt Rosenberg), de hecho una vez lo intentó en la realidad y no pasó de ocho. Nuestra compañera Celia Valdelomar nos traía hace tiempo la siguiente anécdota de este actor que muestra la turbación que podía causar en una mujer encontrarse con esa mirada azul frente a frente. 

Una señora que pasaba sus vacaciones en un pueblecito de Nueva Inglaterra, se levantó un domingo muy de mañana para hacer un poco de ejercicio; al terminar su larga e intensa caminata pensó que se tenía merecida una apetitosa recompensa en forma de helado doble, por supuesto de chocolate, así que se encaminó a una confitería del centro de la ciudad a darse el capricho. En la tienda solo había otro cliente que resultó ser Paul Newman; quien solía veranear por allí con su familia. En una visión casi irreal, la mujer observaba al actor sentado en el mostrador desayunándose una rosquilla con un café. El corazón le empezó a latir aceleradamente con la emoción, más aún cuando su mirada hizo contacto con aquellos profundos ojos azules del actor, quien cortésmente la saludó con un ligero movimiento de cabeza y una cálida sonrisa que la señora le devolvió derretida, como si estuviera sobre un tejado de zinc caliente, y antes de tomar el camino a la perdición se dijo:

"¡Cálmate, eres una mujer felizmente casada, con tres hijos y tienes 45 años, no eres una adolescente histérica!"

La dependienta le tomo el pedido, le alargó su ansiado cono doble de chocolate y le dio el cambio. La mujer se dirigió hacia la puerta, todavía turbada por la situación y con el corazón palpitante, pero intentando mostrarse digna, indomable y dueña de si, de modo que avanzó sin mirar en la dirección de Paul Newman con la mirada muy fija en la puerta de salida. Ya fuera del establecimiento se dio cuenta de que tenía en una mano el cambio que le habían dado en la tienda, pero ni rastro del helado doble.  "¿Dónde está mi helado de chocolate? ¿Lo dejé en la tienda?", se preguntó. 

Asombrada, la mujer regresó a la confitería esperando ver su cono en el mostrador o en las manos de la empleada..., pero el helado no se veía por ninguna parte. Sintiéndose todavía más intrigada, miró entonces en dirección a Paul Newman. El rostro de él se iluminó con esa expresión tan suya, cálida y familiar y con una amplia sonrisa le indicó: "Búsquelo en su bolso, usted lo guardó allí".


Imágenes: Cortesía de la estupenda página Doctor Macro: Imagen 1 - Imagen 2

domingo, 23 de enero de 2022

Fragmento de "La madre" (Máximo Gorki)


"Cada mañana, entre el humo y el olor a aceite del barrio obrero, la sirena de la fábrica mugía y temblaba. Y de las casuchas grises salían apresuradamente, como cucarachas asustadas, gentes hoscas, con el cansancio todavía en los músculos. En el aire frío del amanecer, iban por las callejuelas sin pavimentar hacia la alta jaula de piedra que, serena e indiferente, los esperaba con sus innumerables ojos, cuadrados y viscosos. Se oía el chapoteo de los pasos en el fango. Las exclamaciones roncas de las voces dormidas se encontraban unas con otras: injurias soeces desgarraban el aire. Había también otros sonidos: el ruido sordo de las máquinas, el silbido del vapor. Sombrías y adustas, las altas chimeneas negras se perfilaban, dominando el barrio como gruesas columnas.

Por la tarde, cuando el sol se ponía y sus rayos rojos brillaban en los cristales de las casas, la fábrica vomitaba de sus entrañas de piedra la escoria humana, y los obreros, los rostros negros de humo, brillantes sus dientes de hambrientos, se esparcían nuevamente por las calles, dejando en el aire exhalaciones húmedas de la grasa de las máquinas. Ahora, las voces eran animadas e incluso alegres: su trabajo de forzados había concluido por aquel día, la cena y el reposo los esperaban en casa.

La fábrica había devorado su jornada: las máquinas habían succionado en los músculos de los hombres toda la fuerza que necesitaban. El día había pasado sin dejar huella: cada hombre había dado un paso más hacia su tumba, pero la dulzura del reposo se aproximaba, con el placer de la taberna llena de humo, y cada hombre estaba contento."

El fragmento pertenece a "La madre", novela del escritor ruso Máximo Gorki (1868-1936) publicada en 1907. Para ilustrarlo se ha escogido una fotografía de Lewis Hine (1874-1940) titulada "Power House Mechanic", fechada entre 1920 y 1921. La obra pertenece a la colección del Museo de Brooklyn.

Imagen: De Wikimedia Commons - Dominio Público (CC0) - Fuente Original

sábado, 22 de enero de 2022

Henri Matisse: "Esto no es una mujer"

 

En cierta ocasión, en el transcurso de una exposición, una mujer se dirigió a Henri Matisse y al respecto de una de sus obras allí expuestas en la que aparecía una figura femenina le dijo: "Estoy convencida de que el brazo de esta mujer es demasiado largo". Matisse que por aquel entonces ya era un pintor famoso gracias a su revolucionario uso del color y a su interpretación libre de las formas, le contestó: 

"Madame, esto no es una mujer, es un cuadro"

La obra que hemos elegido para ilustrar esta anécdota: "Mujer con abrigo púrpura" no tiene que ser la que la motivó el comentario de aquella indiscreta admiradora de la obra de Matisse, aunque bien podría haberlo sido por como dejó pintado los brazos de la retratada. La modelo es Lydia Delectorskaya, asistenta de Matisse durante muchos años. La obra, fechada en 1937, se expone en el Museo de Bellas Artes de Houston.

Imagen: De Flickr -  (CC BY-NC 2.0)  Thomas Hawk - Fuente original 

miércoles, 19 de enero de 2022

Martin Scorsese por él mismo (I)

"No soy un director de Hollywood. Soy un director a pesar de Hollywood."

"Cada película está entrelazada con tantas otras películas. No puedes escapar. Cualquier cosa que hagas ahora que creas que es nueva ya se hizo en 1913."

"Creo que cuando eres joven y tienes ese primer estallido de energía y haces cinco o seis películas seguidas que cuentan las historias de todas las cosas de la vida que quieres decir... bueno, tal vez esas son las películas que deberían haberme hecho ganar el Oscar. Cuando Taxi Driver (1976) fue candidata a Mejor Película, obtuvo otras tres nominaciones: Mejor Actor (Robert De Niro), Mejor Actriz de Reparto (Jodie Foster) y Mejor Música. Pero el director y el escritor fueron pasados ​​por alto. Estaba tan decepcionado que dije: "¿Sabes qué? Así es como va a ser". ¿Qué iba a hacer, ir a casa y llorar?"

"Básicamente, haces otra película, y otra, y con suerte te sientes bien con cada imagen que haces. Y dices, "Mi nombre está ahí. Yo hice eso. Está bien". Pero no me malinterpreten, todavía me emociona todo. Eso, espero, nunca desaparecerá."

"¿Qué se necesita para ser cineasta en Hollywood? Incluso hoy en día todavía me pregunto qué se necesita para ser un profesional o incluso un artista en Hollywood. ¿Cómo sobrevives al constante tira y afloja entre la expresión personal y los imperativos comerciales? ¿Cuál es el precio que pagas por trabajar en Hollywood? ¿Terminas con una doble personalidad? ¿Haces una película para ellos, otra para ti?"

"Cuando hice La edad de la inocencia (1993), los críticos decían: "¿Está mal esperar un poco más de calor de Scorsese?" Pensé que "Age of Innocence" era bastante buena. Así que dije: "Está bien, haré Casino (1995)", y ellos dijeron: "Bueno, caramba, es lo mismo que Uno de los nuestros (1990)". No puedes ganar. Sí, "Casino" tiene el estilo de "Goodfellas", pero tiene más que ver con Estados Unidos e incluso con Hollywood: la idea de nunca estar satisfecho."

"Hay dos tipos de poder contra los que tienes que luchar. El primero es el dinero, y ese es solo nuestro sistema. La otra es la gente cercana a ti, sabiendo cuándo aceptar sus críticas, sabiendo cuándo decir que no."

"Hay una esencia en el proyecto que debes proteger. No puedes hacer concesiones al respecto, la historia no puede ser manipulada más allá de ese punto; tienes que luchar contra cada poder o fuerza a tu alrededor."

(Sobre su legado cinematográfico) "No sé si hay alguno. Tal vez una parte de mí quiera que lo haya, si estoy siendo brutalmente honesto, pero la realidad es que ahora es una experiencia diferente, el cine. Los jóvenes perciben el mundo y la información de una manera completamente diferente a cuando yo era niño. Entonces, lo que hice en el pasado, no sé cómo lo verán en el futuro y si significará algo para ellos. Espero que los guiones de Taxi Driver (1976), o Malas calles (1973), o Toro salvaje (1980) o cualquiera de estas cosas, tengan alguna resonancia en el futuro para otras personas, si es que los ven. Las cosas caen en desgracia, fuera de moda. No tengo ni idea. Todo lo que puedo hacer es esperar poder hacer otro."

"El rey de la comedia (1982) es mi aceptación de la desilusión, la desilusión por el hecho de que la realidad es diferente del sueño."

"No puedes hacer tu trabajo de acuerdo con los valores de la gente. No hablo de “seguir tu sueño”, tampoco, nunca me gustó el valor inspirador de esa frase. Soñar es una forma de banalizar el proceso, la obsesión que te lleva tanto a través del fracaso como de los éxitos que pueden ser más difíciles de superar. Si estás soñando, estás durmiendo. Es importante e imperativo estar siempre despierto a tus sentimientos, tus posibilidades, tus ambiciones. Pero también sabes esto, por tu trabajo, por tus pasiones, cada día es una re-dedicación. Pintores, bailarines, escritores, cineastas, es lo mismo para todos ustedes, todos nosotros. Cada paso es un primer paso, cada pincelada es una prueba, cada escena es una lección, cada plano es una escuela. Entonces, que continúe el aprendizaje."

"Una de sus películas. . . es equivalente a diez de otra persona. Ver una película de Kubrick es como contemplar la cima de una montaña. Miras hacia arriba y te preguntas: ¿Cómo es posible que alguien haya subido tan alto?".

"Como estudiante de cine en Nueva York a principios de los años 60, tuve la suerte de estar expuesto a clásicos extranjeros y estadounidenses, así como a películas "B". Veía el cine como un proceso de aprendizaje, un lenguaje intercultural que unía a las personas para compartir una experiencia común. Todavía soy estudiante de cine. Si no estoy haciendo películas, las estoy viendo una y otra vez, dolorosamente consciente de cuánto hay que aprender. Sería una pena que las generaciones futuras no tuvieran la misma oportunidad."

(sobre Jack Nicholson en "Infiltrados") "Jack trabaja de cierta manera. Incluso cuando rechazó el papel, estaba hablando de ciertas cosas que haría con el personaje. Tienes que descifrarlo. Así que decidimos mejorar su personaje y luego dijo: "Está bien, estoy interesado". Su personaje es un hombre con poder que tiene todas las drogas del mundo, todo el dinero del mundo, todas las mujeres del mundo, puede hacer cualquier cosa, mutilar a la gente. Él es como Dios. Y todavía no está satisfecho."

-La invención de Hugo- "es realmente la historia de un niño pequeño. Pero se hace amigo del mayor Georges Méliès , que fue descubierto en 1927 o 1928, trabajando en una juguetería, completamente en bancarrota. Y luego revivió en cierto modo, con una hermosa gala en 1928, en París. Y en mi película, el cine mismo es la conexión: el autómata, la máquina misma se convierte en la conexión emocional entre el niño, su padre, Méliès y su familia. Se trata de cómo se une todo, cómo las personas se expresan usando la tecnología emocional y psicológicamente. Es la conexión entre la gente y lo que falta, cómo suple lo que falta."

"Robert De Niro quería hacer esta película (Toro Salvaje). Yo no. No entiendo nada de boxeo. Para mí, es como un juego físico de ajedrez."

"Consideré un verdadero desafío cinematográfico el trabajar con un actor polivalente como Robert De Niro , que se moldea a sí mismo de acuerdo a cada personaje. El único otro actor que iguala su capacidad histriónica es Al Pacino "

"Las películas tocan nuestros corazones y despiertan nuestra visión, y cambian la forma en que vemos las cosas. Nos llevan a otros lugares, nos abren puertas y mentes. Las películas son los recuerdos de nuestra vida, necesitamos mantenerlos vivos."

"El término "gigante" se usa con demasiada frecuencia para describir a los artistas. Pero en el caso de Akira Kurosawa, tenemos uno de los raros casos en los que encaja el término."    " Su influencia en los cineastas de todo el mundo es tan profunda que es casi incomparable."

"He llegado a conocer bastante bien a De Niro a lo largo de los años. Es un hombre muy compasivo. Básicamente es un muy buen hombre y puedes ver eso en él. Entonces puede asumir personajes que son bastante inquietantes y hacerlos humanos debido a esa compasión. Me ha llevado años darme cuenta. Tiene la habilidad de hacer que el público sienta empatía por personajes muy difíciles porque hay algo muy decente en él."   " E incluso ahora no conozco a nadie que pueda sorprenderme en la pantalla de la forma en que él lo hace, y lo hizo entonces. No se me ocurre ningún actor que pueda proporcionar tanto poder y emoción."

-Sobre Leonardo DiCaprio- "Leo tiene una sensibilidad similar a la mía. Soy 30 años mayor que él, pero creo que vemos el mundo de la misma manera, lo que significa que se siente cómodo con los personajes con los que he tratado a lo largo de los años en las películas. Pero también con Leo siempre es un interesante proceso de descubrimiento. Y tampoco lo digo de una manera fácil, porque nunca sabemos cuál será ese proceso, y siempre es intimidante al principio. Y luego Leo realmente se involucra y comenzamos a desentrañar todas estas capas. Con Shutter Island (2010) la historia realmente se prestó a eso."

"Muy a menudo he conocido a personas que no se decían una palabra, pero iban a ver películas juntos y experimentaban la vida de esa manera."

"Bueno, creo que en mi propio trabajo el tema generalmente trata sobre personajes que conozco, aspectos de mí mismo, amigos míos, ese tipo de cosas. Y tratamos de resolverlo. Por 'resolverlo' me refiero a casi como 'trabajarlo a través de su sistema'. Particularmente, creo, en películas como Malas calles (1973), o Taxi Driver (1976) del guión de Paul Schrader . Y Toro salvaje (1980), especialmente. Al final de esa película, Robert De Niro estaba bien, pero yo, dejé a Jake LaMotta .El personaje del personaje estaba más en paz consigo mismo que yo mismo. Y esperaba llegar a ese momento en el que estaba al final de la película. Ese momento en el que se mira en el espejo. Tenía la esperanza de llegar allí yo mismo. Pero no lo había logrado. Entonces es una cuestión de vivir el cine, creo."

"(...) no hay duda de que el cine es agresivo y puede ser algo poco saludable. Cuando haces una película. . . hay momentos en tu vida en los que estás ardiendo con una pasión y es muy, muy fuerte. Es casi como una patología del cine en la que quieres poseer a la gente en la película. Quieres vivir a través de ellos. Quieres poseer sus espíritus, sus almas, de alguna manera. Y al final no puedes parar. Tiene que hacerse hasta llegar al amargo final. Estás exhausto. En algunos casos, los amigos pueden haber muerto, en algunos casos no regresan, en algunos casos no pueden hacer otra película. Lo único que queda por hacer es tratar de hacer otra película. Tiene que hacerse de nuevo. Ahora, no quiero sonar dramático, muchas grandes películas se hacen de esa manera. Y es posible que no solo estemos hablando de cine aquí. Podríamos estar hablando de otras cosas también. Creo que podría aplicarse a otras formas de arte. Pero debo decir, que con esa pasión y ese poder, hay patología en querer vivir vicariamente a través de la gente."

La frases provienen de una página en inglés (IMDB) y la traducción puede arrojar matices indeseados o incorrectos.


Imagen: De Wikimedia Commons - (CC BY-SA 3.0) - Fuente Original

martes, 18 de enero de 2022

Luis Buñuel y la muerte


"Al aproximarse mi último suspiro, imagino con frecuencia una última broma. Hago llamar a aquellos de mis amigos que son ateos convencidos como yo. Entristecidos, se colocan alrededor de mi lecho. Llega entonces un sacerdote al que yo he mandado llamar. Con gran escándalo de mis amigos, me confieso, pido la absolución de todos mis pecados y recibo la extremaunción. Después de lo cual, me vuelvo de lado y muero.

Pero ¿se tendrá fuerzas para bromear en ese momento?

Una cosa lamento: no saber lo que va a pasar. Abandonar el mundo en pleno movimiento, como en medio de un folletín. Yo creo que esta curiosidad por lo que suceda después de la muerte no existía antaño, o existía menos, en un mundo que no cambiaba apenas. Una confesión: pese a mi odio a la información, me gustaría poder levantarme de entre los muertos cada diez años, llegarme hasta un quiosco y comprar varios periódicos. No pediría nada más. Con mis periódicos bajo el brazo, pálido, rozando las paredes, regresaría al cementerio y leería los desastres del mundo antes de volverme a dormir, satisfecho, en el refugio tranquilizador de la tumba."

El fragmento pertenece a "Mi último suspiro", libro de memorias del cineasta Luis Buñuel.

Imagen: De Flickr - (CC BY-NC 2.0) - Pére Ubu Fuente Original

lunes, 17 de enero de 2022

¿Por qué Dizzy Gillespie tocaba con una trompeta doblada?

 

Dizzy Gillespie ha sido uno de los grandes nombres del jazz y su trompeta uno de sus símbolos. Su nombre real era John Birks Gillespie y fue, junto a Charlie Parker, uno de los creadores del Be Bop y mas tarde, junto a Machito, del desarrollo del jazz afro-cubano. Pero más allá de adentrarnos en su devenir artístico y vital, hoy vamos a hablar de su singular trompeta. 

A partir de 1953, Gillespie tocó siempre con una extraña trompeta, torcida y con el pabellón donde se coloca la sordina elevado, dando la sensación de que estuviera estropeada. Esta costumbre nació de un accidente. El 6 de enero de 1953 cuando Gillespie se alojaba en un hotel neoyorkino se encontró al llegar a su habitación con su trompeta totalmente torcida, averiguando posteriormente que unos amigos suyos, los cómicos Stump y Stumpy, después de haber empinado excesivamente el codo en su ausencia, uno de ellos de forma distraída y accidental se sentó sobre el instrumento produciéndole la doblez que antes referíamos. Gillespie que tenía que tocar inmediatamente en el cumpleaños de su esposa Lorraine, no le quedó otra que ver en que condiciones había quedado el maltrecho instrumento ya que no disponía de otro en ese momento. La sorpresa fue que la sonoridad que emanaba del mismo le entusiasmó, tanto que lo adoptó como el instrumento que le acompañaría ya de por vida y al que no cesaba de encontrarle virtudes, llegando a encargar trompetas exclusivamente con ese defecto. Con el tiempo esa trompeta torcida y singular terminó siendo un símbolo de su propia persona. Otra trompeta singular es sin duda la de Wynton Marsalis, otro de los genios de este instrumento, pero esa ya es otra historia….

Terminamos con su sensacional tema "Tin Tin deo" que ejecuta con su trompeta doblada en ristre. Y si llamativa es la trompeta, fíjense en los portentosos mofletes de este gran músico que parecen desbordarse de su propio rostro.


sábado, 15 de enero de 2022

Don Quijote, los gobiernos y otras perlas


"Vivid vos y llévese el diablo cuantos gobiernos hay en el mundo: sin gobiernos salistes del vientre de vuestra madre, sin gobierno habéis vivido hasta ahora, y sin gobierno os iréis, o os llevarán, a la sepultura cuando Dios fuere servido. Como esos hay en el mundo, que viven sin gobierno, y no por eso dejan de vivir y de ser contados en el número de las gentes. La mejor salsa del mundo es la hambre, y como ésta no falta a los pobres, siempre comen con gusto." Palabras de Teresa la mujer de Sancho Panza - Capítulo V, segunda parte.

"Dichosa edad y siglos dichosos aquéllos a quien los antiguos pusieron nombre de dorados, y no porque en ellos el oro, que en esta nuestra edad de hierro tanto se estima, se alcanzase en aquella venturosa sin fatiga alguna, sino porque entonces los que en ella vivían ignoraban estas dos palabras de tuyo y mío. Eran en aquella santa edad todas las cosas comunes; a nadie le era necesario, para alcanzar su ordinario sustento, tomar otro trabajo que alzar la mano y alcanzarle de las robustas encinas, que liberalmente les estaban convidando con su dulce y sazonado fruto. Las claras fuentes y corrientes ríos, en magnífica abundancia, sabrosas y transparentes aguas les ofrecían. En las quiebras de las peñas y en lo hueco de los árboles formaban su república las solícitas y discretas abejas, ofreciendo a cualquiera mano, sin interés alguno, la fértil cosecha de su dulcísimo trabajo. Los valientes alcornoques despedían de sí, sin otro artificio que el de su cortesía, sus anchas y livianas cortezas, con que se comenzaron a cubrir las casas, sobre rústicas estacas sustentadas, no más que para defensa de las inclemencias del cielo. Todo era paz entonces, todo amistad, todo concordiaCapítulo XI, primera parte.

"La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres. Digo esto, Sancho, porque bien has visto el regalo, la abundancia que en este castillo que dejamos hemos tenido; pues en mitad de aquellos banquetes sazonados y de aquellas bebidas de nieve me parecía a mí que estaba metido entre las estrechezas de la hambre, porque no lo gozaba con la libertad que lo gozara si fueran míos, que las obligaciones de las recompensas de los beneficios y mercedes recebidas son ataduras que no dejan campear al ánimo libre. ¡Venturoso aquel a quien el cielo dio un pedazo de pan sin que le quede obligación de agradecerlo a otro que al mismo cielo" Don Quijote, capítulo LVIII, segunda parte.

"¡Ay! -respondió Sancho llorando-. No se muera vuestra merced, señor mío, sino tome mi consejo y viva muchos años, porque la mayor locura que puede hacer un hombre en esta vida es dejarse morir sin más ni más, sin que nadie le mate ni otras manos le acaben que las de la melancolía. Mire no sea perezoso, sino levántese desa cama, y vámonos al campo vestidos de pastores, como tenemos concertado: quizá tras de alguna mata hallaremos a la señora doña Dulcinea desencantada, que no haya más que ver. Si es que se muere de pesar de verse vencido, écheme a mí la culpa, diciendo que por haber yo cinchado mal a Rocinante le derribaron; cuanto más que vuestra merced habrá visto en sus libros de caballerías ser cosa ordinaria derribarse unos caballeros a otros y el que es vencido hoy ser vencedor mañanaDon Quijote, capítulo LXXIV, segunda parte.

Los fragmentos pertenecen a la novela "Don Quijote de la Mancha", escrita por D. Miguel de Cervantes en 1605 y su segunda parte en 1615. En la imagen aparece el tenor ruso Feodor Chaliapin caracterizado como Don Quijote.

Imagen: De Wikimedia Commons . Dominio Público (CC0) - Fuente Original

viernes, 14 de enero de 2022

George C. Scott: De sepulturero a General

 

"Me convertí en actor para escapar de mi propia personalidad. Actuar es lo más terapéutico del mundo. Creo que todo el coraje que me puede faltar personalmente, lo tengo como actor". "Nunca me ha costado empatizar con un personaje porque no me aprecio demasiado a mí mismo"

Ya veis cómo con estas palabras, George C. Scott (la C. es de Campbell), demostraba no tener la autoestima demasiado alta. Eso no fue óbice para enfrentarse a todo el "stablishment" de Hollywood y tuvo la suficiente fuerza como para ser el primer actor (dos años antes de que lo hiciera Marlon Brando) que por principios se negó a recoger el Oscar de la Academia que se le concedió por su portentosa interpretación en "Patton" (1970 - Franklin J. Schaffner). Pensaba que el Oscar era una mentira, una parte más del negocio; en sus palabras "La ceremonia de los Oscar es un desfile de carne que dura dos horas". Según se cuenta prefirió quedarse en casa viendo un partido de hockey por la tele. Ya con anterioridad había sido nominado al premio por tres veces y llegó incluso a enviar un mensaje a la Academia rechazando la nominación con un "No, Gracias". Supongo que no imaginaban que si conseguía el premio mantendría su postura y los dejaría plantados. 

Ciertamente cuando uno ve como se manejaba en la piel del dinámico e irascible Patton, siente que el papel le iba como un guante y cuando sabe que con 17 años ingresó en los Marines, donde estuvo cuatro años. desde 1945 a 1949, todo parece cuadrar y uno cree comprender que el personaje del famoso General le salía desde dentro, que llevaba el don de dar órdenes en la sangre. Pero el caso es que durante su estancia en aquellos aguerridos marines, con la guerra prácticamente acabada y sin oportunidad de entrar en combate, a lo máximo que llegó fue a ser soldado-sepulturero en el Cementerio de Arlington, encargándose de la triste misión de enterrar a los cientos de cadáveres de soldados que llegaban desde Europa y el Pacífico, una experiencia que resultó traumática para el actor y que le llevó a un acusado alcoholismo, buscando posteriormente refugio en la interpretación para exorcizar sus demonios. 

Más allá de esta anécdota, hay que decir que este magnífico actor se casó la friolera de cinco veces y entre sus romances se cuenta especialmente uno con Ava Gardner en el que la actriz hubo de sufrir duramente la brutalidad del actor que decía de si mismo: "Mi comportamiento violento es una especie de aberración, un defecto de carácter del que no estoy particularmente orgulloso". La leyenda cuenta que, en represalia por su injustificable comportamiento con la actriz, todavía muy presente en el recuerdo de Frank Sinatra, todos sus trajes aparecieron misteriosamente rajados en su ropero. Scott no sufrió daño directo por esta acción, pero no cabe duda de que como advertencia surtió efecto sobradamente y el romance con "el animal más bello del mundo" acabo pronto. 

"G.C", que era como llamaban a Scott los amigos, tiene entre sus películas títulos tan sobresalientes como: "Anatomía de un asesinato" (1959), "El buscavidas" (1961), "¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú" (1964) -donde Kubrick lo tuvo engañado durante toda la película-, "Patton" (1970) o "Al final de la escalera" (1980). Su valía en el cine y televisión le reportó varios premios: Un Oscar (1970), dos Globos de Oro, un premio Emmy y un Theatre World Award. Falleció el 22 de septiembre de 1999 a los 71 años de edad por un aneurisma de aorta abdominal.

Sobre el arte de la actuación decía:

"Creo que tienes que ser esquizoide de tres maneras diferentes para ser actor. Tienes que ser tres personas diferentes. Tienes que ser un ser humano. Entonces tienes que ser el personaje que estás interpretando. Y además de eso, tienes que ser el tipo sentado en la fila 10, observándote y juzgándote a ti mismo. Es por eso que la mayoría de nosotros estamos locos al principio, o nos volvemos locos una vez que nos involucramos. Quiero decir, ¿no crees que es una forma bastante espeluznante de ganarse la vida?"

"Actuar es solo una cuestión de observación, imitación y comunicación. Eso es todo lo que es."

"La técnica es hacer que lo que es absolutamente falso parezca totalmente verdadero de una manera que no es reconocible."

"El público es una cosa oscura, un animal peculiar, un enemigo al que hay que asaltar y vencer. No importa un carajo lo que el actor sienta o deje de sentir. Es lo que siente la señora del sombrero azul."

"El cine no es el medio de un actor. Filmas las escenas en orden de conveniencia, no en la forma en que aparecen en el guion, y eso es perjudicial para una actuación completamente desarrollada. Está el terrible tedio y el aburrimiento que implica esperar a que se configure la cámara, y luego tienes que encenderla y apagarla cuando vuelven a hacer la escena. Cuando ves el montaje inicial es la primera vez que empiezas a juzgar tu actuación. Si obtiene el 50% de lo que esperaba, tiene suerte."

"Los actores son la minoría más antigua y desfavorecida del mundo, considerados nada más que bufones, un paso por encima de los ladrones y charlatanes."

"No tengo nada en contra de Óscar. Sé lo que representa y es fantástico. Y creo que cuando la gente solía pasar el rato y darse palmaditas en la espalda mientras tomaban una copa y cenaban, era maravilloso. Pero cuando se convirtió en un alboroto internacional, donde las carreras vivían y morían dependiendo de si obtenías o no un Oscar, entonces se salió de control."

(Sobre como juzgar una actuación): "Tengo tres pruebas. Primero, ¿Quién domina, el personaje o el actor? Con muy pocas excepciones, debería ser el personaje. En segundo lugar, en la película, a diferencia del escenario, estamos interpretando emociones básicas: amor, ira, miedo, lástima. Entonces, el truco es si puedes encontrar nuevas opciones para presentar estas emociones comunes. Tercero, y esta es la cualidad que separa a los grandes de los buenos, busco la cualidad del "gozo de actuar". ¿Quién tenía esa cualidad? Más que nadie, Jimmy Cagney"


Imágenes: De Wikimedia Commons - Dominio Público (CC0): Imagen 1 - Imagen 2

jueves, 13 de enero de 2022

Los difíciles comienzos de Sidney Poitier


“Tú te consideras un hombre de color. Y yo me considero un hombre.”

Así de rotundo se expresaba "John Prentice", personaje al que daba vida el recientemente fallecido Sidney Poitier, en la película "Adivina quién viene esta noche" (1967 - Stanley Kramer). Y es que, gracias al talento natural, integridad y simpatía que irradiaba el propio actor, los personajes a los que dio vida siempre irradiaron una fuerza inspiradora irrefrenable. No solo por su inolvidable papel como el Inspector Tibbs en la estupenda "En el calor de la noche" (1967 - Norman Jewison), el caso es que Poitier es, junto a Gary Cooper, uno de los actores cuyos personajes han aparecido más veces (en cinco ocasiones) en la lista de las películas más inspiradoras de la historia según la American Film Institute. Una muestra rotunda de su fuerza y magnetismo en la pantalla. Curiosamente, los inicios de este gran actor no fueron nada fáciles.   

La familia de Sidney Poitier era de las Islas Bahamas y por pura casualidad nació en Miami en 1927 lo que le permitió tener tanto la nacionalidad inglesa como la estadounidense. Su educación formal en Las Bahamas resultó un tanto incompleta y con tan solo quince años, su familia hubo de decidir mandarlo a EEUU para intentar alejarlo los incipientes problemas de delincuencia juvenil a los que se estaba viendo expuesto. Cuando llegó a Nueva York, el futuro actor estaba tan justo de dinero que tuvo que asumir el tener que dormir en la terminal de una estación de autobuses. Con 16 años estaba tan desesperado que mintió sobre su edad para entrar en el ejército y así lograr un lugar donde resguardarse del frio. No le fue bien de uniforme y desencantado intentó lograr darse de baja de su compromiso simulando estar loco. Cuando supo de las terapias de choque a las que iba a ser sometido, asustado, admitió haber mentido sobre su edad y tras varias sesiones de terapia fue dado de baja. 

Encontrándose trabajando de lavaplatos surgió en él la inquietud de formarse como actor, por lo que hizo una audición en el American Negro Theatre (ANT) donde recibió un duro varapalo. Leía tan mal que uno de los responsables de las pruebas le dijo: ¿Por qué no dejas de intentar dedicarte a la actuación y te buscas un trabajo lavando platos o algo así?. Sidney Poitier se quedó con cara de póker, preguntándose para sus adentros "¿Cómo supo que yo era un lavaplatos?". En cualquier caso, no se desanimó y haciendo honor a esa frase suya que dice: "Soy el yo que decido ser", se esforzó durante los siguientes meses en superar su acento, mejorar su lectura y reforzar sus habilidades interpretativas. En su segunda audición fue aceptado en el ANT, comenzando así su formación como actor.

Igual que hizo en su ingreso en el ejército, no tuvo reparo en mentir sobre su edad a Joseph L. Mankiewickz para conseguir su primer papel importante en "Un rayo de luz" (1950). A partir de ahí no paró de lograr papeles cada vez mejores, y después de haber logrado una nominación al Oscar en 1958 por "Fugitivos" (1958 - Stanley Kramer), logró dar la campanada en estos premios en 1963. Y es que más allá del Oscar a la mejor actriz secundaria obtenido por Hattie McDaniel en "Lo que el viento se llevó" y el Oscar honorífico de James Baskett por su papel de Tío Remus en "Canción del sur", el primer Oscar a un actor protagonista negro fue para Sidney Poitier por su interpretación como "Homer Smith" en "Los lirios del valle" (1963- Ralph Nelson), actuación que le valió también ser el primer actor afroamericano en dejar sus huellas sobre el cemento de Teatro Chino

Gracias al talento como actor demostrado en trabajos como: "Un lunar en el sol" (1961 - Daniel Petrie), "Un retazo de azul" (Guy Green - 1965), "Rebelión en las aulas (1967 - James Clavell),   y las ya citadas "Fugitivos", "Los lirios del valle", "Adivina quién viene esta noche" y "En el calor de la noche", ayudó de manera determinante a abrir las puertas de Hollywood a otros actores afroamericanos y a que sus actuaciones fueran valoradas en su justa medida.. En 1974 le fue concedida el título de Caballero Honorario del Imperio Británico y en 2002 le fue entregado un nuevo Oscar, en este caso por toda su trayectoria cinematográfica. Sidney Poitier falleció el pasado día 6 de enero a la edad de 94 años.  (D.E.P.)


Imagen: De Wikimedia Commons - Dominio público (CC0) - Fuente original.

martes, 11 de enero de 2022

Sharon Stone Vs Cybill Shepherd: Sus diferencias al desnudo



Cuando la debutante Cybill Shepherd (abajo) realizó su famoso desnudo en la escena de la piscina de "La última película" ("The last picture show" - 1971) antes, el director del film, Peter Bogdanovich, le había dado la opción de negarse a realizarlo con total libertad. La actriz se sometió a rodar aquel striptease y otros desnudos del film solo después de pedir la opinión a tres de las actrices implicadas en la película: Cloris Leachman , Ellen Burstyn y Eileen Brennan, que entendieron que eran desnudos necesarios en la trama del film y que debía hacerlos. En el set de rodaje fueron realmente escrupulosos y para la escena solo estuvieron presentes el cámara, el técnico de sonido y el propio director. Las imágenes del resto de los bañistas que aparecen en la escena alrededor de la piscina, observando expectantes como se quitaba la ropa Cybill Shepherd, fueron rodadas de forma separada y no estaban presentes en ese momento. El mismo tacto se tuvo en otra escena de la película en la que sus pechos aparecen desnudos.

Menos suerte tuvo Sharon Stone (arriba) cuando en 1984 rodó "Diferencias irreconciliables" (Carlos Shyer). En esa película, que parece estar basada de una forma muy libre en el matrimonio y divorcio de Peter Bogdanovich y Polly Platt, supuestamente se hacen eco de una de las escenas de desnudo de Cybill Shepherd en "La última película", asumiendo el papel de esta Sharon Stone y Ryan O'Neal el del personaje inspirado en Peter Bogdanovich. En algunas fuentes se comenta la posibilidad de que durante el rodaje de "The last picture show" podría haber existido un romance entre Cybill Shepherd y Bogdanovich motivo este por el que se habría incluido un personaje basado en ella en el argumento de la película. El caso es que Sharon Stone, de forma totalmente opuesta a la discreción con la que se rodó la escena de desnudo de Cybill Shepherd, se encontró con el set en el que se iba a filmar su escena totalmente abarrotado de gente. Según la actriz hasta había miembros del equipo discutiendo por ver como se quitaba la ropa e incluso se llegó a escuchar a un actor que dijo en tono perfectamente audible: "¡Muévete! ¡No puedo ver sus putas tetas!". Sharon Stone, para la que este era su primer desnudo ante la cámara, comentaba que durante la escena no solo estaba totalmente avergonzada ante tantos curiosos, sino también aterrorizada. Todo lo que podía oír era el latido de su corazón en sus oídos.


Imágenes:  - Imagen 1 - Flickr - (CC POR 2.0) - Imagen 2 de Wikimedia Commons (CC0)

lunes, 10 de enero de 2022

Barbara Stanwyck: "Femme fatale" y Princesa India


“No te pido que me creas, sólo que me abraces”

Barbara Stanwyck ha sido una de las grandes de Hollywood, una actriz que gracias a su versatilidad quedaba bien en cualquier tipo de papel; podía mostrarse sumamente divertida en una comedia como "Bola de fuego" (1941 - Howard Hawks), o dar el tipo en un melodrama como "Juan Nadie" (1941 - Frank Capra) para después ganarse a pulso la vitola de una de las más convincentes damas del cine negro con obras del calibre de "Perdición" (Double Indemnity - 1944), esa joya de Billy Wilder a la que pertenece la frase y la imagen de cabecera, en la que podemos ver a la actriz en el inolvidable rol de "Phyllis Dietrichson" tendiendo sus ambiciosas redes sobre el incauto "Walter Neff" (Fred MacMurray) un hombre ya rendido a los encantos de una mujer por la que haría cualquier cosa. Con este papel Barbara Stanwyck sentaría las bases que servirían para definir el estereotipo cinematográfico de "mujer fatal", pero no fue el único personaje que dejó para la historia: Martha Ivers, Stella Dallas, Lady Eva, Sugarpuss.... .

Y el caso es que así podríamos seguir con ejemplos de cine del oeste, aventuras, musicales… Daba igual. La Stanwyck no tenía un físico espectacular, pero si una profesionalidad y recursos a prueba de bomba, además de un carisma en la pantalla que compensaban con creces la luminosidad de otras caras bonitas. Sabía que a veces el cuerpo no es todo, de hecho a veces lo consideraba un problema, quizá por eso decía de Marilyn: "Se le ha subido el cuerpo a la cabeza". Ella no tenía ese tipo de problemas.

Llegó a estar nominada en cuatro ocasiones a los premios Oscar, no consiguiéndolo en ninguna de ellas, resultando su caso una de las grandes injusticias de la historia de estos galardones cinematográficos, por mucho que en 1981 le dieran uno honorífico para tapar sus vergüenzas. En ese año, ya con los 74 cumplidos y recordando su carrera decía:

"Tenía mi trabajo, mi trabajo. La gente habla de "mi carrera", pero "carrera" es una palabra demasiado pomposa. Era un trabajo y siempre me sentí muy privilegiada de que me pagaran por hacer lo que amo hacer. Todavía tengo ganas de vivir. Me despierto deseando que llegue cada día. ¡Venga lo que venga, estoy viva! Yo existo. Yo soy parte de esto."

"Soy una vieja dura de Brooklyn. Tengo la intención de seguir actuando hasta los noventa y no necesitarán cubrirme la cara con maquillaje."

Su nombre real era Ruby Catherine Stevens y tras comenzar trabajando como telefonista y bailarina de segunda fila de las Ziegfeld Follies (imagen de la derecha), demostró una pasión tal por entrar en el mundo del espectáculo y fue tan obsesiva la dedicación a tal fin que demostró su primer marido Frank Fay, que se dice que el guion para la película "Ha nacido una estrella" de William A. Wellman está basado en su historia. Sobre el momento en el que tomó su nombre artístico decía: "No pude recordar mi nombre durante semanas. Estaba en el teatro y los oía llamar: "Señorita Stanwyck, señorita Stanwyck", y pensaba: "¿Dónde está esa dama? ¿Por qué no contesta? ¡Por crickie, soy yo!".

Con tal determinación por medrar en el mundo del cine no es de extrañar que esta actriz se currara sus papeles concienzudamente: "Mi único problema es encontrar una manera de interpretar a mi cuadragésima mujer caída de una manera diferente a mi trigésima novena".

El control sobre sus personajes era tal que no permitía que la doblaran nunca, ni tan siquiera en las escenas más peligrosas. De esta manera parece ser que en el rodaje de "La reina de Montana" (1954), llegó a sorprender a los indios Pies Negros que actuaban como extras por trabajar a su lado, codo con codo y sin artificios, llegando a ser nombrada miembro adoptivo de su tribu, a la par que le fue otorgado el título de "Princesa de las muchas victorias", en reconocimiento a todos los peligros y riesgos que fue capaz de asumir personalmente. Toda una mujer de acción:

"No soy una mujer de ayer. Soy la mujer del mañana. Si no tengo trabajo, ¿sobre qué voy a dar entrevistas?"

Sobre aquella etapa dorada del cine que le tocó vivir y protagonizar manifestaba: 

"La seguridad que tenía la estrella - Crawford, Gable, Tracy, Taylor - fue maravillosa. Dos o tres películas al año escritas para ellos por los mejores escritores. Era como bañar a un bebé y envolverlo en una manta. Estabas a salvo. Hoy alguien compra un libro o una obra de teatro y pregunta: "¿Con quién podemos ir al banco?". no "¿Quién es el adecuado para ello?" Fue un buen sistema por un tiempo, pero Hollywood hoy es como una serie de estaciones Mobil o Standard Oil alquiladas a un distribuidor."

El inimitable Frank Capra la tuvo a sus órdenes en un buen ramillete de películas, entre las que sobresale "Juan Nadie" (1941) -imagen de abajo- y de este gran director recordaba la actriz el siguiente consejo:

"Los ojos son la mejor herramienta en el cine. El Sr. Capra me enseñó eso. Claro, es bueno decir un muy buen diálogo, si puedes conseguirlo. Pero para una gran actuación cinematográfica: ¡cuidado con los ojos!"

Barbara Stanwyck murió en 1990 a la edad de 82 años. Sus últimas apariciones fueron las series de televisión "El pájaro espino" (1983) y "Los Colby" (1985).


Imágenes: Cortesía de la estupenda página Doctor Macro: Fuentes: Imagen 1 - 2 -3 - 4

domingo, 9 de enero de 2022

Tatum O'Neal, la ganadora más joven de un Oscar de Hollywood


 

Tatum O’Neal tenía tan solo diez años cuando en 1974 consiguió el Oscar a la mejor actriz de reparto por su papel como la espabilada “Addie Loggins” en “Luna de papel” (1973 – “Paper Moon”). Al respecto hay que resaltar que durante el rodaje de esta excelente película del recientemente fallecido Peter Bogdanovich, la joven Tatum tenía solo ocho años y cumplió los nueve antes de terminarla. Con esa edad se convirtió en la actriz más joven en ganar un Oscar, hito que todavía mantiene. Curiosamente en aquella gala de los Oscar compitió por el galardón con otra muy joven estrella, Linda Blair, que optaba al premio por su sensacional papel como Regan, la niña poseída en “El Exorcista” (1973 – W. Friedkin ) 

La magia que desprende la pequeña Tatum (llamada así en honor al fabuloso pianista de jazz Art Tatum) en el film era tal que Bogdanovich sentenció que la joven actriz había ganado el Oscar en la categoría equivocada y que realmente merecía el Oscar en la categoría de Actriz Principal. A pesar de ese cumplido, parece ser que el director tuvo que esforzarse mucho en las escenas de Tatum y alguna hubo de ser repetida decenas de veces para lograr la ansiada naturalidad posteriormente tan alabada por los críticos. De hecho, Bogdanovich llegó a decir que trabajar con la joven actriz fue: "una de las experiencias más miserables" de su vida. Es llamativo que en la película la joven Tatum vistiera casi como un chico y luchara denodadamente por que la reconocieran como chica y en la ceremonia de los Oscar se presentara vestida de smokin, como un hombre, al parecer por influencia de Bianca Jagger, por entonces la pareja de su padre.

La resuelta “Addie Loggins” a la que da vida Tatum, sería hoy en día un rol imposible en este mundo tan políticamente correcto, no solo por el camino en el que se ve envuelta –siendo una niña de menos de diez años- de pequeñas estafas y deshonestas artimañas para conseguir dinero, sino también por esas escenas en las que placenteramente aparece fumando y encendiendo cerillas de forma resuelta con sus manos. En realidad, las escenas en cuestión fueron una tortura para la menuda actriz por las náuseas que le provocaba aquella simulación. De ellas decía la propia actriz: 

“Peter (Bogdanovich, el director) quería que fumara en la película, pero los cigarrillos estaban llenos de lechuga, no de tabaco. Me pegaron papel de lija en los dedos para que pudiera encender una cerilla con una sola mano "

Los protagonistas Tatum O’Neal y su padre Ryan O’Neal vuelcan muchas de sus inseguridades como padre e hija en la película. "Addie Loggins" el personaje de Tatum cree que “Moses Pray” (Ryan O’Neal), el estafador de biblias, es realmente su desconocido padre y sola en el mundo como se encuentra, se aferra a él con todas sus fuerzas, aunque sea con la excusa del famoso: “Quiero mis 200 dólares” (actualmente sería unos 4000), exigencia que le mantiene a su lado. 

No era fácil tampoco en la vida real el trato entre Tatum y su padre. Ryan O’Neal era por aquella época un actor muy cotizado en Hollywood que venía de un gran éxito como “Love Story” (1970 - Arthur Hiller), película que le valió una candidatura al Oscar y a la que le siguió otro hito como “¿What's up Doc” (1972 - Peter Bogdanovich), la propia “Paper Moon” y que a continuación consiguió el papel protagonista en “Barry Lyndon” a las órdenes de Stanley Kubrick, incluso sonaba para el papel de Michael Corleone en “El Padrino” o para “Rocky”, no en vano Ryan O’Neal fue boxeador de considerable éxito durante su juventud. 

Pero aparte de ser un gran actor, también era una persona de carácter muy complejo e inestable. Por aquel entonces se creía merecedor de tener ya algún Oscar, así, cuando supo que su pequeña hija, con tan solo 10 años había conseguido lo que el tanto ansiaba no reaccionó de la forma más adecuada. Según Tatum O’Neal, ella no recordaba bien la situación, pero después le contaron que estando en Londres visitando a su padre durante el rodaje de Barry Lyndon, cuando se supo que la pequeña había sido nominada al Oscar y en cambió su padre no, Ryan O’Neal reaccionó golpeando a la pequeña actriz, que por si fuera poco tuvo que acudir a la ceremonia sin la compañía de su padre, que por supuesto estaba “demasiado” ocupado con el rodaje de su nueva película. 

Todo esto quedaría en simple anécdota si no fuera por las escabrosas vivencias posteriores que padeció la pequeña actriz que, en sus memorias, “A paper life”, explicaba los abusos sufridos durante su infancia y su temprana entrada en el mundo de la droga, época en la que la cocaína era una buena alternativa para adelgazar y según le decían la marihuana era algo parecido a la valeriana. 

Tatum O’Neal no logró nunca más lucir como en aquella maravillosa película en blanco y negro que es “Paper Moon”, su padre podría decirse que tampoco. Al menos les queda ese agridulce recuerdo juntos y la certeza de que tenían la misma barbilla...


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