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lunes, 4 de julio de 2022

Una Eva para Cecil B. DeMille

 

En plenos años 40, cuando el cine mudo hacía un buen puñado de años que había sido totalmente superado e incluso Charles Chaplin, que había resistido admirablemente algún tiempo con algunas películas mudas de su inmortal Charlot, hubo de rendirse a la evidencia del fin de una época, uno de los profetas del cine pasado y del futuro de entonces, un tal Cecil B. DeMille (la misteriosa B. es Blount) empezó a preparar un nuevo proyecto que como no podía ser de otra manera bebía de la Biblia. DeMille, que era hijo de un pastor episcopaliano, tenía querencia por las Sagradas Escrituras y así nos dejó obras como "Rey de Reyes" (1927), "Sansón y Dalila" (1949) o las dos versiones de "Los 10 mandamientos" una de 1923 y la más conocida de 1956 con Charlton Heston como protagonista. Tal era su fijación con el texto sagrado que llegó a decir: "Dame dos páginas cualesquiera de la Biblia y te daré una película". El caso es que en esos momentos parece que el director, ya metido en faena, quería empezar a contar todo desde el principio y le puso proa a la historia de "Adan y Eva". Cuando la noticia empezó a correr por los mentideros de Hollywood, una vieja diva del cine, ya prácticamente olvidada y a la que el sonoro había dejado en el dique seco, se presentó ante el director vestida como si fuera una jovencita candorosa buscando hacerse con el papel. Pero Hollywood era y es una ciudad cruel, especialmente con las mujeres entraditas en años y esta ocasión no iba a ser distinta; cuando DeMille supo de las intenciones de la actriz y vio como el traje que llevaba y sus afeites no lograban disimular su edad, soltó una sonora carcajada y le dijo:

"En efecto, querida, voy a rodar un filme sobre Adán y Eva, pero no con el reparto original"  

La película no llegó a rodarse finalmente, la actriz, antes una diosa, supo que le había llegado su definitivo ocaso y DeMille siguió a lo suyo, que era darle vida al cartón piedra, como Dios manda. Las fotos que ilustran esta entrada, poco tiene que ver directamente con la anécdota, aunque si algo de refilón, ambas pertenecen a la película de Billy Wilder  "El crepúsculo de los Dioses", en la que se nos cuenta la historia de una actriz crepuscular, Norma Desmond (Gloria Swanson) que en el mismo film se entrevista con el gran Don Cecilio (que hace de él mismo) buscando rememorar glorias pasadas.  


He leído esta anécdota referida también al director Leo McCarey en el libro "Sucedió en Hollywood" (Peter Hay). La versión aquí reseñada toma como punto de partida una entrada de la revista "Historia y Vida"

Imágenes: Cortesía de la estupenda página Doctor Macro: Img 1 - Img 2

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