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lunes, 27 de junio de 2022

Betty Grable, la chica de las piernas del millón de dólares


 

Durante la Segunda Guerra Mundial, época por excelencia de las "pin ups", una de las estrellas más famosas entre la soldadesca era Betty Grable; ni tan siquiera las soberbias Marilines, Ritas, Lanas o Charises podían competir con los posters de aquella chica en bañador, que oportunamente fotografiada de espaldas, presumiendo de sus piernas y alrededores, parecía invitar, digamos que picaronamente, a seguirla con aquella miradita que nos lanzaba por encima de su hombro derecho. Era la foto que copaba la mayoría de las taquillas de las calenturientas fuerzas "armadas" estadounidenses, llegando a ser conocida como "La chica de las piernas del millón de dólares". Acerca de su talento como actriz ella misma decía: "Soy una chica de canto y baile. Puedo actuar lo suficiente para salir adelante. Pero ese es el límite de mis talentos". Pero también era consciente de sus fortalezas, de sus activos e intentaba sacarles todo el partido posible: "Tengo dos buenas razones para el éxito, y estoy de pie sobre las dos". "Mis piernas me hicieron".

El estupendo diccionario de actores cinematográficos de Manuel Gutierrez Silva dice de esta singular popularidad de la actriz: 

"Comenzaba una década (la de los 40) durante la cual Betty se colocó entre las estrellas más populares de Estados Unidos, muy especialmente en los años de la guerra y por razones de índole casi sociológica. Las mediocres comedias musicales que interpretó daban al público la distracción sin aditivos que éste buscaba (…) Constituye el ejemplo de la actriz sin especial talento interpretativo que sin embargo gustaba al público americano de entonces por su sencillez, su relativa simpatía y, sobre todo, sus famosas piernas, aseguradas por la Fox a un precio millonario en la compañía Lloyd's de Londres. Tanto es así que una foto de la estrella en bañador (la que encabeza este post) enloqueció a los soldados durante la guerra, y la imagen de la rubia adornó las paredes de muchos barracones para levantar los ánimos (y seguramente algo más…) Es por ello que a las starlettes que posaban en aquellos posters se las conoce como pin up girls, término que en 1944 daba titulo precisamente a un film de la pin-up por excelencia: Betty Grable. Y es que , frente a la sofisticación ambigua y de aires europeos de Garbo o Dietrich, los reclutas preferían el erotismo ingenuo y agradablemente provinciano de Betty, la buena chica optimista y sanota que les traía el aroma hogareño de Minnesota o de Kansas, y que se parecía más a las camareras, dependientas y empleadas de fabrica con las que ligaban los días de permiso"

La foto a la que se hace alusión en el anterior texto llegó a ser incluida por la revista Life en su lista de las 100 fotografías que cambiaron el mundo y fue obra del fotógrafo de estudio Frank Powolny. Zanuck produjo para ella y sus piernas, varias decenas de lujosos musicales en tecnicholor resultando uno de los últimos el exitoso "Como casarse con un millonario" en el que era acompañada por Lauren Bacall y una Marilyn que pujaba decididamente por quitarle su lugar en los sueños eróticos de los americanitos. 

El ocaso de la carrera de Betty estuvo marcado por las disputas con los ejecutivos del estudio que la hacían trabajar hasta el agotamiento. La cosa llegó a tal punto que en medio de una discusión con Darryl F. Zanuck, ella le tiró su contrato y salió furiosa de su despacho. De manera gradual fue dejando el cine, pasó a la televisión y destacó en Las Vegas.

Estuvo casada con Jackie Coogan, aquel maravilloso chavalín que hizo con Charlie Chaplin la película "El chico". Tras divorciarse de este se casó con el sensacional trompetista de jazz Harry James. En 1973 fue ingresada en repetidas ocasiones por problemas médicos que terminaron por empeorar y finalmente provocarle la muerte. En el banco tenía una caja de seguridad y en su interior se encontró una nota en la que se podía leer: "Lo siento, no hay nada más". Había llegado a ser conocida como Lady Taquilla, hizo ganar millones a los estudios para los que trabajaba, alegró a toda una generación, pero sus últimos días pasaron entre serias dificultades económicas. Como diría Sinatra: "That's life"....


Imágenes: Img 1 de Wikimedia Commons (CC0) - Img 2 e Img 3 Cortesía de Doctor Macro

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