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domingo, 2 de enero de 2022

Oscar Wilde y las preguntas

 

El nombre completo de Oscar Wilde es Oscar Fingal O'Flahertie Wills Wilde, demasiado largo para firmar sus obras o para presentarse en sociedad, tanto que necesitaba una severa poda para lograr que resultara apropiado. Las posibilidades eran varias y la sonoridad siempre resultaba favorable: Oscar Fingal, Oscar Wills, Oscar O'Flahertie... pero en una muestra más de que el escritor no era amante de los términos medios y gustaba más de los extremos se decidió acertadamente por estos y como Oscar Wilde quedó para la historia.

Hombre de gran humor y capaz de tener una aguda salida para cada situación, se vio en cierta ocasión en el apuro de llegar media hora tarde a su primer examen en la almidonada Universidad de Oxford. Cuando se presentó finalmente ante el severo tribunal examinador no tuvo otra ocurrencia que disculpar su tardanza con estas palabras:

"Ustedes perdonen, pero no estoy acostumbrado a esta clase de interrogatorios"

Curiosamente, y en la línea de la anécdota anterior, Oscar Wilde consideraba que las obras literarias se dividen claramente en dos géneros: las obras que preguntan y aquellas que responden y apuntaba al respecto que, cuando una obra no es comprendida en su época, se debe únicamente a que da respuestas a preguntas que no se han formulado todavía.

A él, por supuesto, no le importaba adelantarse a su tiempo, a veces se adelantaba incluso a si mismo y así decía : 

"No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mí mismo. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo"

Imagen: De Wikimedia Commons - Dominio Público (CC0) - Fuente Original

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