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viernes, 10 de diciembre de 2021

"El emigrante" de Juanito Valderrama: La primera canción protesta española


“Con ‘El emigrante’ yo fui el primer cantautor que hubo en España. El primero que llegó al gran público con una letra que había escrito yo mismo y donde se recogían los sentimientos, las alegrías y las penas de todo un pueblo. Cómo será la fama de ‘El emigrante’, que de esa canción hasta Franco me pidió un bis.”

Son palabras del gran Juanito Valderrama, una de las voces más soberbias y populares del pasado reciente de nuestro País y una persona realmente querida por todos, que resulta que además de cantautor resultó tremendamente valiente al abordar un tema verdaderamente espinoso (por no decir peligroso) hilvanado con primor sentimientos ocultos para muchos españoles de aquel entonces entre los aparentemente inocentes versos de "El emigrante".

La canción empieza a tomar forma en 1948, cuando Valderrama, durante una gira por España en la que iba acompañado por el gran Niño Ricardo, encontró inspiración en unas notas improvisadas por el músico. Al respecto cuenta Manuel Román:

“Un día, el guitarrista Niño Ricardo, uno de los más grandes en su género, improvisó unas notas que alimentaron la inspiración de Juanito, hasta el punto de que, ‘por lo bajinis’, le susurró que no las olvidara, con las que minutos después, ya en el camarín, compuso unas estrofas, aquellas que luego rezarían así: ‘Adiós, mi España querida, dentro de mi alma, te llevo metía…’

Eran años en los que los vencidos de la Guerra Civil habían de abandonar España para buscar fortuna lejos de una tierra que les cerraba todas las puertas y en la que no pocos eran perseguidos. Ya en 1949, Juanito Valderrama iba a viajar a América, lugar al que se habían exiliado muchos españoles, especialmente a México, y con la base de las notas de Niño Ricardo y con el pensamiento puesto en los que marcharon, logró terminar la letra sobre una factura de hotel cuando estaba camino de Larache en una gira por Tánger.

Durante la Guerra Civil, Valderrama se alineó con la República y se alistó en un batallón de la CNT donde, junto con otros artistas en situación similar, actuó para combatientes y heridos de guerra. Antecedentes que refuerzan la idea de que más que a los emigrantes que marchaban de España en busca de trabajo, un fenómeno que no llegaría hasta años más tarde, la canción iba dirigida a los exiliados políticos, debiendo ser considerada como una verdadera "canción protesta". Al respecto diría Manuel Francisco Reina:


“Hombre de filias republicanas, en cuyo bando estuvo alistado durante la guerra, escribió esta canción que, sin duda, se convirtió en himno de todos los exiliados republicanos por todos los márgenes de la España de Franco y dentro del miedo y el silencio de sus fronteras.”

Así, Juanito Valderrama es para no pocos, uno de los primeros cantautores españoles (muy admirado por Serrat, que lo considera fuente de inspiración), y logra además de interpretar, componer un repertorio propio, en el que introduce matices críticos con el entorno que le toca vivir.

Curiosamente, "El emigrante" era una de las canciones favoritas de Franco y al respecto decía el propio Valderrama:

“A Franco le encantaba ‘El emigrante’. Decía que era muy patriótica. No debía darse cuenta de que esa canción iba en contra de su política, pues su argumento no era otro que el de tantos exiliados españoles que vivían fuera de España en la posguerra. Durante años, cada 18 de julio me enviaban desde el palacio de El Pardo una invitación para acudir a otro palacio, el de La Granja, al aniversario del comienzo del Alzamiento Nacional, por cuyo motivo se celebraba una gran fiesta en sus jardines con asistencias de todo el Cuerpo Diplomático y grandes personalidades del Régimen. A aquella recepción íbamos muchos artistas de la canción española. Y yo tenía que cantar siempre ‘El emigrante’, pues sabía que a Franco le gustaba, incluso tuve una vez que hacer un bis.”

De ese famoso bis contaba Carmen Sevilla, que había ocurrido cuando tanto ella como Valderrama habían sido invitados a cantar en una fiesta organizada por un señor acaudalado y a la que asistía Franco. Cuando llegó el momento de cantar y en presencia de tanto uniforme, Juanito Valderrama sudaba de puro miedo, cuando el maestro Quiroga le dijo que la canción que deseaban oír era "El emigrante". Cuando terminó la canción, se hizo un silencio que duró unos segundos, tras los cuales, inesperadamente y en contra de su costumbre, Franco le pidió que la volviese a cantar, pues la consideraba una canción patriótica muy de su gusto. Solo después de mucho tiempo Valderrama contaría a Carmen Sevilla la razón de sus sudores aquella noche, que no era otra que la verdadera naturaleza del contenido de la canción, y el "escogido público" ante el que había de cantarla.

Seguro que ahora la canción ya no suena igual:

... “Cuando salí de mi tierra, volví la cara llorando porque lo que más quería, atrás me lo iba dejando.  Adiós mi España querida, dentro de mi alma te llevo metida. Y aunque soy un emigrante jamás en la vida yo podré olvidarte.”


Una persona inmejorable, siempre elegante con su sombrero. También para el epitafio que luce en su mausoleo de Torredelcampo (Jaén), su ciudad natal, tuvo buen estilo:

"En mi tumba no se llora, aquí se canta y se ríe desde la noche a la aurora. En mi último viaje, en el último trayecto, quiero llevar de equipaje el hombre que llevo puesto."

Imagen: De Wikimedia Commons (CC BY 3.0) - Fuente Original
Esta entrada se publicó originalmente en nuestro blog anterior: "Una pizca de..." el 30/12/2012

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