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miércoles, 15 de diciembre de 2021

El día que Sara Montiel se puso a romper platos por Billie Holiday


 «Yo no quiero decir que fuera súper, súper, súper; pero un poco súper sí que era»

Tan super que más que solo Sara, muchos la conocían como "Saritísima", el apodo que cariñosamente le puso el admirado Terenci Moix, quien decía de la actriz y cantante: "Ella es nuestra Mae West; representa la inspiración máxima del erotismo tranquilizador, donde la agresividad de la hembra manchega viene suavizada por sus extravagancias externas: vestuario, fraseología, simpatía, canciones..."

En Sara Montiel todo era superlativo, hasta su nombre real tenía miga: María Antonia Alejandra Vicente Elpidia Isidora Abad Fernández. Ella misma aclaraba su origen: "Antonia: Por mi abuela. Alejandra: Por un amigo de mi padre llamado así. Vicenta: Por mi madre. Elpidia: Por mi hermana, que fue madrina de mi bautizo. Isadora: Por mi padre."

Pero más allá de esta singularidad de su nombre o de la ya conocida historia de los huevos fritos que le preparaba a Marlon Brando, la anécdota que queremos contar hoy de ella esta relacionada con su amistad con Billie Holiday, la extraordinaria cantante de jazz. En cierta ocasión decidieron ir juntas al restaurante "Four Seasons" de Nueva York, lugar en el que no dejaron entrar a Billie por ser negra, en una muestra más del racismo que tantas veces sufrió la cantante de "Strange fruit" en sus carnes. Sara Montiel, totalmente indignada montó un escándalo en el lugar, tiró violentamente de los manteles de varias mesas, desparramando por el suelo todos los platos. El suceso le costó una multa y seguro que la admiración de muchos.

Se apartó de la primera línea cinematográfica cuando el cine erótico llegó a España: "Me di cuenta de que el “cine del destape” no era para mí.", "Veía a Carmen Sevilla o a Nadiuska con los pechos al aire, yo tenía 43 años y estaba como un tren. Me ofrecían millonadas. Pero yo preferí que el público me recordara como era". Pero eso no quita que supiera como sacar provecho a sus formas, y en una época en la que todavía toda la ropa era muy recatada en nuestro país, se presentó para rodar una escena invernal con un vestido que lucía un amplio escote. El director le dijo:

- Pero Sara, ¿cómo vienes vestida así, si los figurantes van con ropa de invierno?

- ¿La gente quiere ver a ésos o a éstas? Contesto Sara Montiel señalándose los pechos. No cabe duda de que sabía muy bien lo que se hacía.

"Yo era una mujer de caerse de espaldas. Empecé a maquillarme de vieja, pero yo con 20 o 25 años era muy bonita". Y sin duda era una mujer de rostro bellísimo. Ella decía: "Lo único que pido es luz blanca directa a la cara. Nada más. Es lo único que necesito para salir estupenda.", algo que era corroborado por J. Peverell Marley, director de fotografía nominado al Óscar y ganador de un Globo de Oro, quien decía de la actriz: "Sara es la única actriz del mundo a la que se puede fotografiar de cualquier lado y siempre queda bien..."

Algunas frases suyas para enmarcar:

“Le dije a mi madre 'No te preocupes, madre, tu hija no va a ser ni borracha ni p-u-t-a'. No he sido borracha, y lo otro... bueno, un poquito solo”.

“Yo siempre duermo con el culo al aire, desnuda y con las sábanas de seda”

"Me importaron los cerebros de los hombres... Fui analfabeta hasta los 22 años y eso es un "handicap" de por vida, pero sé escuchar y sé callar cuando no tengo nada que decir".

"Mi trabajo ha consistido siempre en adelgazar para poder trabajar. ¡Anda que no he pasado yo hambre! Pero para interpretar 28 canciones seguidas, y encima enseñando sin parar la pierna izquierda, hay que estar en buena forma…".

"En Hollywood, la Warner me ofreció un contrato de siete años, pero no quise firmar. En esos siete años no podía casarme, no podía viajar, no podía salir del país sin su permiso... Y yo tenía 23 años y ya conocía a Severo Ochoa. Yo era una mente libre y a mí siete años me parecían siete siglos. Ya ves, hoy pienso que se me habrían pasado volando".

"La película de mi vida fue "El último cuplé". Costó tres millones de pesetas y recaudó más que "E.T.". Estuvo un año en cartel".

"Después de mis estrenos, me iba a la Dirección General de Seguridad a sacar de allí a todos los gays que habían sido detenidos por ir vestidos y peinados como yo. Me daba pena que fueran a la cárcel por querer ser yo".

El director de cine Mario Camus decía de ella: "Sara Montiel sabía de luces, de montaje, conocía bien el cine. Decían que era una actriz complicada. No, era cumplidora, no tenía caprichos. Sabía cómo fotografiarse, cómo se montaban los filmes, dominaba los "playbacks"... Porque, como ella misma decía, lo suyo no era ser actriz o cantante, sino otra cosa. Estrella"


Imagen: De Flickr donde aparece como (CC BY-NC-SA 2.0) - Fuente Original

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