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sábado, 6 de noviembre de 2021

Howard Hawks y la dentadura de Walter Brennan


Pocos actores de Hollywood han despertado tantas simpatías como el gran Walter Brennan. En 1932 sufrió un accidente que le hizo perder los dientes, obligado a utilizar dentadura hizo de este suceso desgraciado una ventaja para ampliar sus registros interpretativos y con el tiempo llegó a dividir sus trabajos entre aquellos que había rodado con dentadura y los que no. En medio se quedó "Rio Rojo", película en la que su dentadura se convirtió en un gag más de film, en el que, jocosamente, tras jugársela su personaje al póker con un indio, en unas escenas aparecía con ella (se la dejaban para que pudiera comer) y en otras escenas no. La película fue una de las siete que rodó con Howard Hawks y era casi lógico que el director introdujera esta chanza en la película si sabemos el modo en que ambos se conocieron, momento que contaba el propio Howard Hawks en una entrevista:

"Creo que Walter Brennan fue el mejor ejemplo de una personalidad que yo usé. No hay más que mirarlo para echarse a reír. Cuando componía el reparto de "La ciudad sin ley" (1935) alguien muy listo de la productora me dijo: "¿Recuerdas ese personaje del que hablamos el otro día? Conozco a alguien que es exacto". Dije: "Bueno, ¿por qué no le echo un vistazo?". "Este tipo", dijo este tipo, "no ha hecho nada nunca. No creo que siquiera haya abierto la boca. Es un extra. Pero por Dios que es el personaje que describiste. Pero ni siquiera sé si puede actuar o no". Dije: "Tráelo, pero ponle ropa y dale una  o dos frases. Así ahorramos tiempo y no tengo que verlo varias veces". Fue así que me trajo a Walter Brennan y no más verlo solté la carcajada. Le dije: "Mr. Brennan, ¿le dieron alguna frase?". "Sí" contestó él. "¿Quiere leérmela?" le pedí y me preguntó: "¿Con o sin?". Dije yo: "¿Con o sin qué?" a lo que me contestó: "Los dientes". Ya estaba contratado; no tenía ni que leer sus diálogos. Me reí de nuevo y le dije: 'Sin'. Se dio la vuelta, se sacó los dientes, se volvió de nuevo y empezó a hablarme. Se suponía que iba a trabajar solo tres días y se quedó todo un mes".

El actor llegó a ganar hasta tres Oscar al mejor actor de reparto por "Rivales" (1937) - "Kentucky" (1939) y "El forastero" (1941) y además en el corto espacio de cuatro años. Sus premios eran sin duda merecidos, quien puede dudar de su papel del Juez Roy Bean -el rendido enamorado de Lily Langtry en "El forastero" (imagen de la izquierda) película en la que le robo todo el brillo a Gary Cooper -que ya es decir- y sin embargo, había quien le ponía reparos a sus merecimientos y mantenía que en esa formidable concatenación de premios el actor contaba con cierta ayuda. En aquella época los extras podían participar en las votaciones de los premios de la Academia y se especula que al haber sido Brennan uno de ellos tenía demasiadas simpatías dentro de este colectivo, asegurándose demasiados votos a su favor. 

Tras el tercer premio recibido se prohibió a los extras participar más en las votaciones y Brennan no consiguió desde entonces un Oscar más, para más inri, después de aquella injusta sombra, Brennan, solo consiguió una nominación más, la del año de la prohibición, por su papel en "El sargento York", lo que no deja de ser una total injusticia dada la calidad de los papeles, totalmente inolvidables que nos regalaría desde entonces: el vagabundo Coronel de "Juan Nadie" (1941 - Fran Capra), Eddie, el borracho y fiel amigo de Bogart en "Tener y no tener" (1944 - Howard Hawks), el viejo Clanton de "Pasión de los Fuertes" (uno de sus pocos papeles de malvado -parece que no se llevaba muy bien con John Ford-), el desdentado Nadine Groot de "Rio Rojo" (Howard Hawks - 1948) o por cerrar la lista y que no resulte interminable, el sensacional "Stumpy" de Rio Bravo (1959 - Howard Hawks)... Posiblemente Walter Brennan sea el mejor secundario de la historia, con y sin dentadura. El consejo que daba sobre cómo actuar dice mucho de su naturalidad ante las cámaras:

"¿Mi consejo para los actores? Muy sencillo. Haz tu interpretación, hijo, pero que no te pillen en ella".



Imágenes 1 - 3 - 4 y 5 Cortesía de Doctor Macro - Imagen 2 Wikimedia Commons (CC0)

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