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viernes, 29 de octubre de 2021

El beso prohibido de "Encadenados"



"Un beso sólo podía durar tres segundos. Nos besamos y hablamos, nos separamos y volvimos a besarnos. El teléfono medió entre nosotros y nos trasladamos al otro lado del aparato. Fue un beso que empezaba y concluía; los censores no tuvieron motivo para suprimir la escena, porque nunca nos besamos más de tres segundos. Hacíamos otras cosas: nos mordisqueábamos las orejas y nos besábamos la mejilla, por lo cual pareció interminable y se convirtió en la sensación de Hollywood"

Alfred Hitchcock logró de esta forma, tal y como cuenta la preciosa Ingrid Bergman en sus memorias, sortear el puritanismo e hipocresía hollywoodiense que todavía en la fecha de esta película -"Encadenados" (Notorious) es de 1946-  seguía atenazando a directores y guionistas con el conjunto de normas morales que se habían autoimpuesto en el mundo del cine a través del conocido Código Hays. Un código que todavía estaría dando serios coletazos hasta 1966 y que prohibía entre otras cosas que un beso pudiera durar más de tres segundos. No contaban los censores con el ingenio de Don Alfredo ni con la química que había entre la Bergman y el sensacional Cary Grant.

Y ahora que menos que disfrutar de esa escena….



Una pareja maravillosa


Imágenes: Cortesía de la estupenda página Doctor Macro: Fuente original

miércoles, 27 de octubre de 2021

Chuck Berry: el verdadero rey del Rock

 

"Solo hay un verdadero rey del Rock'n'roll, y ese es Chuck Berry"

Son palabras de Stevie Wonder, pero no es el único que opinaba de esa manera, Jerry Lee Lewis solía comentar como en cierta ocasión su madre se dirigió a él y le dijo: "Tu y Elvis sois bastante buenos, pero no sois Chuck Berry". Y por si le faltaban credenciales para ocupar el lugar que verdaderamente le corresponde en la historia del rock, John Lennon afirmaba con rotundidad: "Si tuviera que renombrar el Rock n' Roll, lo llamaría Chuck Berry"

Este chico tan talentoso se llamaba en verdad Charles Edward Anderson y aparte de su nombre artístico, recibió en sus inicios el apodo de "Crazy legs" -piernas locas- por sus bailes e increíble puesta en escena. Nació en la ciudad de San Luis, en una familia medianamente acomodada y en una época en la que había una gran hostilidad entre la comunidad negra y la blanca por unos disturbios raciales que ensangrentaron la ciudad pocos años antes y que hacía que la vida en la urbe estuviera estrictamente segregada en todos los aspectos y la población negra se viera confinada en un sórdido gueto. Todo esto marcaría mucho a Chuck que siempre quiso vivir con las comodidades que veía a los blancos, montar en sus coches, ir a sus cines y... salir con sus chicas, lo que a la larga le traería bastantes problemas. Pero la realidad es que es un chico de color, que ya había pasado un par de años en un reformatorio y al cual en aquella ciudad no le queda otra que dedicarse a otras distracciones más cercanas, los piano-bares, bailes y radios negras que poco a poco van inundando sus venas de blues y rhythm & blues.

Si bien es cierto que ha habido otros supuestos reyes del rock, parece que su padre no es otro, tal y como ya defendíamos antes, que Chuck Berry, quien influido por el Boogie-woogie y el fraseo a la guitarra de T-Bone Walker se decide a crear su propia versión de aquella música que le llega en su entorno, la que va naciendo en su interior, y así va engarzando poco a poco los elementos que formaran posteriormente todo el andamiaje del rock posterior: introducciones incisivas con la guitarra, solos sin mucha dificultad pero reconocibles de inmediato, melodías fáciles de recordar, un ritmo alegre y divertido y algo de humor, intentando hacer con todo ello creaciones que se mostraran cercanas a la vida diaria de cualquier adolescente de los cincuenta.

Chuck empleaba un determinado tipo de guitarra, siempre el mismo, la Gibson "335" que daba aquel sonido, más grueso y redondo que el de otros rockeros. Era un instrumento de caja hueca, pero estrechada que conservaba la amplitud de las guitarras de jazz y añadía un ataque más seco, un sonido más saturado y que por sus virtudes sería también la guitarra de B. B. King o John Lee Hooker. Era el "Sonido Berry".

En 1955 llega el bombazo de "Maybellene" que vendió un millón de discos, temazo al que seguirían otros del calado de "Johnny B. Goode", una canción en la que se cuenta la historia de un chico que podía tocar una guitarra como si de una campana se tratase, y que fue la primera canción de rock que viajó al espacio en aquella sonda espacial "Voyager I" que Carter lanzó con ejemplos de lo que era la cultura de la humanidad por si había algún contacto con alguna cultura extraterrestres (y allí estaba Chuck Berry, sería a él lo primero que escucharan!!!). Otros éxitos fueron: "Roll over Beethoven", "Thirty days", "Carol", "Little Queenie" o "Let it rock" entre muchos otros... 

Si Elvis Presley y otros reyes del rock sólo eran interpretes, Chuck Berry era autor y compositor de todas sus canciones, se encargaba de la guitarra rítmica y de los solos lo que hace de él un artista más completo y totalmente reconocido por artistas como Eric Clapton o los Rollings Stones que siempre han expresado la deuda de todos los guitarristas de rock para con él. 

Alcanzada la fama y el éxito y siendo ya famoso su "duck walk" (que seguro que inspiró en alguna media a Angus Young de AC/DC) llegan los problemas y la cárcel por algunos affaires con chicas blancas, lo que provoca que tras salir de la cárcel, todo sea distinto y el rock que encuentra haya cambiado, además de encontrarse con todas las puertas cerradas... hasta que los Rolling Stones, igual que hicieron con otras figuras de la casa Chess Records, rehabilitaran su imagen, al ir pregonando a los cuatro vientos, que su música era la de Chuck, que bebía de ella, como también lo hizo la de los Beatles en sus inicios y la de muchos otros. A su vuelta a escena no todo sería igual y se haría patente un furibundo resentimiento por los blancos que estropearon su infancia con la segregación y lo privaron de su éxito por affaires que quizás hubieran sido considerados más normales y disculpables de no haber sido negro.

No ha dejado de tener sus rarezas Chuck Berry, y hasta poco antes de morir, cuando empezaba una gira no llevaba músicos, iba sólo, y hacía un pequeño casting de músicos locales para ver quien tocaba con él, dando por sentado que todas sus canciones debían ser conocidas de antemano ya que son clásicos, y como consideraba que tocar con él era un honor suficiente no pagaba un dólar por la colaboración. Si acaso una foto juntos.  Todo un personaje que nos dejó en 2017 a los 90 años..

Roll over Beethoven


Johnny B. Goode


Maybellene


Imágenes: De Wikimedia Commons - 1, 2  y 3 (CC0) - 4 (CC BY 3.0)

lunes, 25 de octubre de 2021

¿Qué libro famoso se publicó el año en que naciste?

 
1911 - El árbol de la ciencia (Pio Baroja)
1912 - La muerte en Venecia (Thomas Mann)
1913 - El jardinero (Rabindranath Tagore), Hijos y amantes (D.H. Lawrence), El gran Meaulnes (Alain-Fournier), Por el camino de Swann (Marcel Proust)
1914 - Dublineses (James Joyce), Niebla (Miguel de Unamuno), Platero y yo (Juan Ramón Jiménez), La taberna errante (G.K. Chesterton)
1915 - La metamorfosis (Franz Kafka)
1916 - Retrato de un artista adolescente (James Joyce)
1917 - Cuentos de amor, de locura y de muerte (Horacio Quiroga), La bendición de la tierra (Knut Hamsun)
1918 - Cuentos de la selva (Horacio Quiroga)
1919 - Demian (Hermann Hesse)

1920 - La edad de la inocencia (Edith Wharton)
1921 - La tía Tula (Miguel de Unamuno)
1922 - Ulises (James Joyce), Siddhartha (Hermann Hesse), El hombre que sabía demasiado (G.K. Chesterton)
1923 - Dersu Uzala (Vladimir Arseniev), El buen soldado Svejk (Jaroslav Hasek) Bambi: una vida en el bosque (Felix Salten)
1924 - La montaña mágica (Thomas Mann)
1925 - El proceso (Franz Kafka), La señora Dalloway (Virginia Woolf), El gran Gatsby (Francis Scott Fitzgerald), Seis personajes en busca de autor (Luigi Pirandello)
1926 - El castillo (Franz Kafka), La bailarina de Izu (Yasunari Kawabata), Tirano Banderas (Valle Inclan), La connfusión de los sentimientos (Stefan Zweig), El asesinato de Roger Ackroyd (Agatha Christie), Don Segundo Sombra (Ricardo Güiraldes)
1927 - El lobo estepario (Hermann Hesse)
1928 - Contrapunto (Aldous Huxley), El amante de Lady Chatterley (D.H. Lawrence), Nadja (André Breton)
1929 - El ruido y la furia (William Faulkner), Adiós a las armas (Ernest Hemingway), Los siete locos (Roberto Arlt), Doña Bárbara (Rómulo Gallegos)

1930 - Mientras agonizo (William Faulkner), El hombre sin atributos (Robert Musil)
1931 - Gog (Giovanni Papini), Los lanzallamas (Roberto Arlt), Las lanzas coloradas (Arturo Uslar Pietri)
1932 - Un mundo feliz (Aldous Huxley)
1933 - El jorobadito (Roberto Arlt), La condición humana (André Malraux)
1934 - Trópico de Cáncer (Henry Miller), Huasipungo (Jorge Icaza)
1935 - Historia universal de la infamia (Jorge Luis Borges), Asesinato en la catedral (Thomas Steams Eliot), Canaima (Rómulo Gallegos)
1936 - ¡Absalón! ¡Absalón! (William Faulkner), Lo que el viento se llevó (Margaret Mitchell), Auto de fe (Elías Canetti), Las paradojas del señor Pond (G.K. Chesterton)
1937 - El hobbit (J.R.R. Tolkien), Tener y no tener (Ernest Hemingway), País de nieve (Yasunari Kawabata)
1938 - La nausea (Jean-Paul Sartre)
1939 - Finnegans Wake (James Joyce), Las uvas de la ira (John Steinbeck), Las palmeras salvajes (William Faulkner), El sueño eterno (Raymond Chandler), Trópico de Capricornio (Henry Miller), Diez negritos (Agatha Christie)

1940 - Por quién doblan las campanas (Ernest Hemingway), La invención de Morel (Adolfo Bioy Casares), El cero y el infinito (Arthur Koestler), El desierto de los Tártaros (Dino Buzzati)
1941 - Entre actos (Virginia Woolf), Los hijos de Matusalén (Robert A. Heinlein)
1942 - El extranjero (Albert Camus), Viaje al fin de la noche (Louis-Ferdinand Céline)
1943 - El juego de los abalorios (Hermann Hesse)
1944 - Ficciones (Jorge Luis Borges), El enano (Pär Lagerkvist)
1945 - Rebelión en la granja (George Orwell), La colmena (Camilo José Cela)
1946 - Historia de una escalera (Antonio Buero Vallejo), El señor presidente (Miguel Ángel Asturias)
1947 - La peste (Albert Camus), Bajo el volcán (Malcolm Lowry), La espuma de los días (Boris Vian), El diario de Ana Frank (Anne Frank)
1948 - Confesiones de una máscara (Yukio Mishima), El túnel (Ernesto Sábato)
1949 - El Aleph (Jorge Luis Borges), 1984 (George Orwell), Hombre de maíz (Miguel Ángel Asturias), El segundo sexo (Simone de Beauvoir), El hombre que calculaba (Malba Tahan)

1950 - Crónicas marcianas (Ray Bradbury), La vida breve (Juan Carlos Onetti), Yo, robot (Isaac Asimov), Barrabás (Pär Lagerkvist), Nadie encendía las lámparas (Felisberto Hernández), El león, la bruja y el ropero (C.S. Lewis)
1951 - Bestiario (Julio Cortázar), El principito (Antoine de Saint-Exupéry), El hombre ilustrado (Ray Bradbury), Molloy (Samuel Beckett), Malone muere (Samuel Beckett), El guardián entre el centeno (J.D. Salinger), Memorias de Adriano (Marguerite Yourcenar), Fundación (Isaac Asimov), El criador de gorilas (Roberto Arlt)
1952 - El viejo y el mar (Ernest Hemingway), Esperando a Godot (Samuel Beckett), Mil grullas (Yasunari Kawabata), Confabulario (Juan José Arreola)
1953 - El llano en llamas (Juan Rulfo), Fahrenheit 451 (Ray Bradbury), El largo adiós (Raymond Chandler), El innombrable (Samuel Beckett)
1954 - El señor de los anillos (J.R.R. Tolkien), El señor de las moscas (William Golding), Una fábula (William Faulkner), El maestro de Go (Yasunari Kawabata), El rumor de la montaña (Yasunari Kawabata), Buenos días, tristeza (Francoise Sagan)
1955 - Pedro Páramo (Juan Rulfo), Lolita (Vladimir Nabokov), El fin de la eternidad (Isaac Asimov)
1956 - Final del juego (Julio Cortázar)
1957 - Fin de partida (Samuel Beckett), En el camino (Jack Kerouac), Doctor Zhivago (Boris Pasternak), El barón rampante (Italo Calvino)
1958 - Desayuno en Tiffany's (Truman Capote)
1959 - Las armas secretas (Julio Cortázar), El tambor de hojalata (Günter Grass), La tregua (Mario Benedetti), Las sirenas de Titán (Kurt Vonnegut)

1960 - Matar a un ruiseñor (Harper Lee), Cántico por Leibowitz (Walter M. Miller), Tropas del espacio (Robert A. Heinlein)
1961 - La casa de las bellas durmientes (Yasunari Kawabata), El astillero (Juan Carlos Onetti), Sobre héroes y tumbas (Ernesto Sábato), Solaris (Stanislav Lem), Trampa 22 (Joseph Heller)
1962 - Historias de cronopios y de famas (Julio Cortázar), La naranja mecánica (Anthony Burgess), Los funerales de la Mamá Grande (Gabriel García Márquez), El hombre en el castillo (Philip K. Dick), Alguien voló sobre el nido del cuco (Ken Kesey), La muerte de Artemio Cruz (Carlos Fuentes), Aura (Carlos Fuentes), El siglo de las luces (Alejo Carpentier), El cuaderno dorado (Doris Lessing),
1963 - La ciudad y los perros (Mario Vargas Llosa), Rayuela (Julio Cortázar), V (Thomas Pynchon)
1964 - Lo bello y lo triste (Yasunari Kawabata), Una cuestión personal (Kenzaburo Oe)
1965 - Tres tristes tigres (Guillermo Cabrera Infante), El lugar sin límites (José Donoso)
1966 - Paradiso (José Lezama Lima), La casa verde (Mario Vargas Llosa), Todos los fuegos el fuego (Julio Cortázar), A sangre fría (Truman Capote), La subasta del lote 49 (Thomas Pynchon), Cinco horas con Mario (Miguel Delibes)
1967 - Cien años de soledad (Gabriel García Márquez), La broma (Milan Kundera), El maestro y Margarita (Mijaíl Bulgákov)
1968 - ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (Philip K. Dick), 2001: Una odisea espacial (Arthur C. Clarke)
1969 - Conversación en la Catedral (Mario Vargas Llosa), Ubik (Philip K. Dick), El padrino (Mario Puzo), El mal de Portnoy (Philip Roth), Boquitas pintadas (Manuel Puig), Matadero 5 (Kurt Vonnegut), Hasta no verte, Jesús mío (Elena Poniatowska)

1970 - El informe de Brodie (Jorge Luis Borges), Juan Salvador Gaviota (Richard Bach), Ojos azules (Toni Morrison), Mundo anillo (Larry Niven), Un mundo para Julius (Alfredo Bryce Echenique)
1971 - Nuestra pandilla (Philip Roth), Cartero (Charles Bukowski), Miedo y asco en Las Vegas (Hunter S. Thompson)
1972 - Los propios dioses (Isaac Asimov), Cita con Rama (Arthur C. Clarke)
1973 - Pantaleón y las visitadoras (Mario Vargas Llosa), Momo (Michael Ende), El arcoiris de gravedad (Thomas Pynchon), El desayuno de los campeones (Kurt Vonnegut)
1974 - Abaddón el exterminador (Ernesto Sábato)
1975 - El otoño del patriarca (Gabriel García Márquez), El libro de arena (Jorge Luis Borges), Terra Nostra (Carlos Fuentes)
1976 - El beso de la mujer araña (Manuel Puig)
1977 - La tía Julia y el escribidor (Mario Vargas Llosa), El resplandor (Stephen King)
1978 - Mujeres (Charles Bukowski), La vida: instrucciones de uso (Georges Perec), Casa de campo (José Donoso)
1979 - La historia interminable (Michael Ende), La zona muerta (Stephen King), Guía del autoestopista galáctico (Douglas Adams), La decisión de Sophie (William Styron)

1980 - La conjura de los necios (John Kennedy Toole), El nombre de la rosa (Umberto Eco), Queremos tanto a Glenda (Julio Cortázar)
1981 - Crónica de una muerte anunciada (Gabriel García Márquez), La guerra del fin del mundo (Mario Vargas Llosa), Hijos de la media noche (Salman Rushdie), La vida exagerada de Martín Romaña (Alfredo Bryce Echenique)
1982 - La casa de los espíritus (Isabel Allende), Paisaje después de la batalla (Juan Goytisolo)
1983 - El entenado (Juan José Saer), Vida y época de Michael K. (J.M. Coetzee)
1984 - La insoportable levedad del ser (Milan Kundera), El amante (Marguerite Dumas), Neuromante (William Gibson)
1985 - El amor en los tiempos del cólera (Gabriel García Márquez), Ciudad de cristal (Paul Auster), Meridiano de sangre (Cormac McCarthy), Ruido de fondo (Don De Lillo), El perfume (Patrick Süskind), Beloved (Toni Morrison), El juego de Ender (Orson Scott Card)
1986 - La ciudad de los prodigios (Eduardo Mendoza), It (Stephen King)
1987 - Tokio Blues (Haruki Murakami), Noticias del imperio (Fernando del Paso), La hoguera de las vanidades (Tom Wolfe), Misery (Stephen King), Sorgo rojo (Mo Yan)
1988 - La inmortalidad (Milan Kundera), El alquimista (Paulo Coelho)
1989 - El palacio de la luna (Paul Auster), Como agua para chocolate (Laura Esquivel), Los pilares de la tierra (Ken Follet)

1990 - Un hogar en el fin del mundo (Michael Cunningham), Anochecer (Isaac Asimov), El misterio del solitario (Jostein Gaarder)
1991 - El evangelio según Jesucristo (José Saramago), El jinete polaco (Antonio Muñoz Molina), El mundo de Sofia (Jostein Gaarder)
1992 - Doce cuentos peregrinos (Gabriel García Márquez), Leviatán (Paul Auster), Todos los hermosos caballos (Cormac McCarthy), Corazón tan blanco (Javier Marías)
1993 - Lituma en Los Andes (Mario Vargas Llosa), Cuando ya no importe (Juan Carlos Onetti), La pasión turca (Antonio Gala), Trainspotting (Irvine Welsh)
1994 - Del amor y otros demonios (Gabriel García Márquez), Mañana en la batalla piensa en mí (Javier Marías)
1995 - Crónica del pájaro que da cuerda al mundo (Haruki Murakami), Santa Evita (Tomás Eloy Martínez), Ensayo sobre la ceguera (José Saramago), No me esperen en abril (Alfredo Bryce Echenique)
1996 - Pulp (Charles Bukowski), El club de la lucha (Chuckm Palahniuk), Estrella distante (Roberto Bolaño), El capitán Alatriste (Arturo Pérez Reverte)
1997 - Pastoral americana (Philip Roth), Mason y Dixon (Thomas Pynchon), Todos los nombres (José Saramago), Memoriasde una Geisha (Arthur Golden)
1998 - La identidad (Milan Kundera), Los detectives salvajes (Roberto Bolaño), Las particulas elementales (Michel Houellebecq), Me llamo rojo (Orhan Pamuk)
1999 - Sputnik, mi amor (Haruki Murakami), Desgracia (J.M. Coetzee). Sed de Champan (Montero Glez)

2000 - Ángeles y demonios (Dan Brown); La fiesta del chivo (Mario Vargas Llosa), Rabos de lagartija (Juan Marsé)
2001 - Las correcciones (Jonathan Franzen); Expiación (Ian McEwan); Soldados de Salamina (Javier Cercas) - La aventura del tocador de señoras (Eduardo Mendoza), Plataforma (Michel Houellebecq)
2002 - Kafka en la orilla (Haruki Murakami); La sombra del viento, (Carlos Ruiz Zafón) - La reina del sur (Arturo Pérez Reverte) - El mal montano (Enrique Vila-Matas)
2003 - Ébano - (Ryszard Kapuscinski) - Desgracia (John Maxwell Coetzee) - El codigo da Vinci (Dan Brown) - El gaucho insufrible (Roberto Bolaño)
2004 - La conjura contra América (Philip Roth);  2066 (Roberto Bolaño) - Escapada (Alice Munro)
2005 - Brooklyn Follies (Paul Auster); Los hombres que no amaban a las mujeres (Stieg Larsson); Aquí nos vemos (John Berger)
2006 - La carretera (Cormac McCarthy) - El olvido que seremos; (Hector Abad Faciolince); Nieve (Orham Pahmuk)
2007 - Suite francesa (Irene Nemirovsky) - Crematorio (Rafael Chirbes)
2008 - Sale el espectro (Philip Roth); En el café de la juventud perdida (Patrick Modiano)
2009 - La soledad de los números primos (Paolo Giordano); Anatomía de un instante (Javier Cercas)
2010 - El mapa y el territorio (Michel Houellebecq); El otoño del celta (Mario Vargas Llosa) - Verano (John Maxwell Coetzee) 

La lista es una mezcla de varias listas presentes en la red y algunos añadidos propios. 
La fotografía es obra de Henry Cartier Bresson y tiene por título "Martine's legs"

Imagen: Tomada de Flickr (CC BY-NC 2.0) - Fuente Original

domingo, 24 de octubre de 2021

"El primer beso" - Amado Nervo


 

Yo ya me despedía.... y palpitante
cerca mi labio de tus labios rojos,
«Hasta mañana», susurraste;
yo te miré a los ojos un instante
y tú cerraste sin pensar los ojos
y te di el primer beso: alcé la frente
iluminado por mi dicha cierta.

Salí a la calle alborozadamente
mientras tu te asomabas a la puerta
mirándome encendida y sonriente.
Volví la cara en dulce arrobamiento,
y sin dejarte de mirar siquiera,
salté a un tranvía en raudo movimiento;
y me quedé mirándote un momento
y sonriendo con el alma entera,
y aún más te sonreí... Y en el tranvía
a un ansioso, sarcástico y curioso,
que nos miró a los dos con ironía,
le dije poniéndome dichoso:
-«Perdóneme, Señor esta alegría.»

Este sencillo pero maravilloso poema es obra del poeta mexicano Amado Nervo. La imagen, que tiene por título "Amantes en el barrio latino" (1932), es obra del fotógrafo húngaro Brassaï, pseudónimo de Gyula Halász

Imagen: De Flickr - (CC BY-NC 2.0) - Fuente Original

sábado, 23 de octubre de 2021

La verdad relativa de Zuleta Vs "La verdad velada" de Corradini

"Animales inofensivos: el tigre, el león y la pantera; animales altamente peligrosos; la gallina, el ganso y el pato", decía una lombriz a sus hijitos." 

Una frase sensacional sobre la importancia de los puntos de vista que generalmente se atribuye a Bertrand Russell pero que tiendo más por atribuir al filósofo colombiano Estanislao Zuleta. En cualquier caso la frase deja claro que las verdades absolutas no existen y dependen muy mucho del punto de vista de cada cual, tal y como apunta la conocida "Ley de Campoamor": «Y es que en el mundo traidor / nada hay verdad ni mentira: / todo es según el color / del cristal con que se mira», ley que no es sino una parte del poema "Las dos linternas" de Ramón de Campoamor. Sobre la verdad alguien apuntaba que en la apreciación de todo suceso hay siempre tres verdades: La tuya, la mía y la verdadera, en la que, en realidad, nada de lo que parece que pasó, ocurrió.

La escultura de cabecera es conocida como "La verdad velada" aunque también recibe el nombre de  "La Pudicizia" o lo que es lo mismo "La Modestia". Es obra del escultor Antonio Corradini y se conserva en la napolitana Capilla de Sansevero. La obra fue un encargo realizado por Raimondo di Sangro en homenaje a su madre Cecilia Gaetani que falleció cuando Raimondo contaba con tan solo un año de edad. En la revista de arte "Italian Ways" se decía de la escultura:

"El dolor del hijo está escondido detrás de ese velo... y muchos otros secretos que probablemente nunca serán revelados."


Imágenes: De Wikimedia Commons - (CC BY-SA 2.0) Imagen 1 - Imagen 2 

viernes, 22 de octubre de 2021

El "¡Dios ha muerto!" de Friedrich Nietzsche




¿No oísteis de aquel loco que en pleno día corría por la plaza pública con una linterna encendida, gritando sin cesar: ¡busco a Dios!? Como estaban presentes muchos que no creían en Dios, sus gritos provocaron risa. ¿Se te ha extraviado? -decía uno-. ¿Se ha perdido como un niño? -preguntaba otro-. ¿Se ha escondido?, ¿tiene miedo de nosotros?, ¿se ha embarcado?, ¿ha emigrado? Y a estas preguntas acompañaban risas en el coro. El loco se encaró con ellos y, clavándoles la mirada, exclamó: "¿Dónde está Dios? Os lo voy a decir. Le hemos matado ; vosotros y yo, todos nosotros somos sus asesinos. Pero ¿Cómo hemos podido hacerlo? ¿Cómo pudimos vaciar el mar? ¿Quién nos dio la esponja para borrar el horizonte? ¿Qué hemos hecho después de desprender a la tierra de la caverna de su sol? ¿Dónde la conducen ahora sus movimientos? ¿Ahora la llevan los nuestros? ¿Es que caemos sin cesar? ¿Vamos hacia adelante, hacia atrás, hacia algún lado, erramos en todas direcciones? ¿Hay todavía un arriba y un abajo? ¿Flotamos en una nada infinita? ¿Nos persigue el vacío con su aliento? ¿No sentimos frio? ¿No veis de continuo acercarse la noche, cada vez más cerrada? ¿Necesitamos encender las linternas antes del mediodía? ¿No oís el rumor de sepultureros que entierran a Dios? ¿No percibimos aún nada de la descomposición divina?... Los dioses también se descomponen. ¡Dios ha muerto! ¡Dios permanece muerto! ¡Y nosotros le dimos muerte! ¿Cómo consolarnos, nosotros asesinos entre asesinos? Lo más sagrado, lo más poderoso que había hasta ahora en el mundo ha teñido con su sangre nuestro cuchillo. ¿Quién borrará esa mancha de sangre? ¿Qué agua servirá para purificarnos? ¿Qué expiaciones, qué ceremonias sagradas tendremos que inventar? La grandeza de este acto, ¿no es demasiado grande para nosotros? ¿Tendremos que convertirnos en dioses o al menos que parecer dignos de los dioses? Jamás hubo acción más grandiosa, y los que nazcan después de nosotros pertenecerán, a causa de ella, a una historia más elevada que lo fue nunca historia alguna". 

Al llegar a este punto, calló el loco y volvió a mirar a sus oyentes; también ellos callaron, mirándole con asombre. Luego tiró al suelo la linterna, de modo que se apagó y se hizo pedazos. "Vine demasiado pronto -dijo él entonces-; mi tiempo no ha llegado. Ese acontecimiento inmenso está todavía en camino, viene andando; mas aún no ha llegado a los oídos de los hombres. Han menester tiempo el relámpago y el trueno, la luz de los astros ha menester tiempo; lo han menester los actos, hasta después de realizados, para ser vistos y entendidos. Ese acto está todavía más lejos de los hombres que la estrella más lejana. ¡Y, sin embargo, ellos lo han ejecutado!". 

Se añade que el loco penetró el mismo día en muchas iglesias y entonó su Requiem aeternam Deo. Expulsado y preguntado por qué hacía, contestaba siempre lo mismo: "¿De qué sirven estas iglesias, si no son los sepulcros y los monumentos de Dios?"

El fragmento pertenece a "La gaya ciencia" obra escrita por Nietzsche en 1882. Ese provocador ¡Dios ha muerto! ya fue expresado, negro sobre blanco, veinte años antes por Hegel, e incluso Tolstói juntó las letras de igual forma, y sin embargo no causó tanto revuelo. Para Nietzsche la cosa era algo más compleja. La supuesta caída o destrucción de los valores tradicionales llegada con la superación del Dios judeocristiano, nos aboca a una etapa de nihilismo, de descreimiento, que solo será superado con la llegada del "Übermensch" o superhombre y abandonando un pensamiento pueril y de rebaño, se impongan unos nuevos valores acordes a una moral de señores que destruya los valores de la moral de esclavos. Finalmente parece que nuestra evolución no fue como se esperaba y se impusieron los valores del capital, del consumo y del beneficio y aquí estamos, con una idea de Dios descafeinada incluso para los creyentes y más esclavos que nunca de un mundo deshumanizado.

En la pintura de la entrada aparece "El anciano de los días", obra de William Blake, en la que se representa a Urizen, la encarnación de la sabiduría convencional y la ley en el particular universo mitológico del pintor, un ser que no deja de tener muchas conexiones con la propia idea de Dios. Abajo, en el lugar opuesto, el gran filósofo Friedrich Nietzsche.

 
Imágenes: De Wikimedia Commons - Dominio Público (CC0) - Imagen 1  - Imagen 2

miércoles, 20 de octubre de 2021

Tolstói, Anna Karénina, Greta Garbo y la inspiradora Sofía Behrs

 

Sofia Behrs fue la esposa de León Tolstoi, y si bien su relación fue agriándose con el tiempo, su amor fue muy intenso en los primeros años. No cabe duda de que Sofía se volcó en su marido, baste decir que en su labor como copista de la obra de este, escribió a mano hasta siete copias del extenso manuscrito de "Guerra y Paz", hasta lograr su versión definitiva. El caso es que encontrándose Tolstói escribiendo "Anna Karénina" le preguntó a su esposa:

- ¿Recuerdas lo que te decía cuando empecé a enamorarte?

- Si. Lo recuerdo perfectamente.

- ¿Serías capaz de escribirlo ahora?

- Lo intentaré.

 Así, a medida que Sofía iba escribiendo cuantos detalles recordaba de aquel cortejo, Tolstói procedía a copiarlo, no tal cual, sino introduciéndo solamente ligeras modificaciones de estilo o recuerdos suyos. Así de estas evocaciones de la propia pareja nació la conocida declaración de amor del Conde Vronsky a la hermosa Anna (Arkadievna) Karénina. Una declaración que en un determinado pasaje decía:

"Ana Arkadievna, con su ágil manecita, desenganchaba los encajes de su manga de los corchetes del abrigo y escuchaba animadamente, con la cabeza inclinada, las palabras de Vronsky, que salía acompañándola.

–Supongamos que usted no me ha dicho nada –decía él–. Yo, por otra parte, tampoco pido nada, pero usted sabe que no es amistad lo que necesito. La única felicidad posible para mí en la vida está en esta palabra que no quiere usted oír: en el amor.

–El amor –repitió ella lentamente, con voz profunda.

Y al desenganchar los encajes de la manga, añadió:

–Si rechazo esa palabra es precisamente porque significa para mí mucho más de cuanto usted puede imaginar –y, mirándole a la cara, concluyó–: ¡Hasta la vista!

Le dio la mano y, andando con su paso rápido y elástico, pasó ante el portero y desapareció en el coche.

Su mirada y el contacto de su mano arrebataron a Vronsky. Besó la palma de su propia mano en el sitio que Ana había tocado y marchó a su casa feliz comprendiendo que aquella noche se había acercado más a su objetivo que en el curso de los dos meses anteriores."

En las imágenes aparece Greta Garbo como Anna Karénina, en la película del mismo título rodada en 1935 por Clarence Brown. Se cuenta que la enigmática y bella actriz temía los "acercamientos" de Fredric March, el actor encargado de dar vida al Conde Vronsky y famoso por intentar seducir siempre a las protagonistas femeninas de sus películas. La inalcanzable Greta Garbo no estaba por la labor y a pesar de la soberbia imagen que luce en el film, se esforzó en resultarle desagradable. Con la imagen, siempre perfecta no podía hacer nada, es difícil apagar la belleza, por lo que recurrió a llevar ajo bajo sus ropas y a mostrar siempre mal aliento cuando las distancias habían de ser cortas entre ella y el galán, solo así era posible detener los ardientes avances del señor March.



Imágenes: Cortesía de la soberbia página Doctor Macro: Fuentes: Imagen 1 - Imagen 2

martes, 19 de octubre de 2021

Rómulo y Remo o la sangrienta fundación de la ciudad de Roma

 

Según cuenta la leyenda, en la que se encuentran ecos de otras muchas historias, los gemelos Rómulo y Remo eran hijos de la vestal Rea Silvia y de Marte, el Dios de la guerra. Como quiera que en el momento de su nacimiento, su abuelo Amulio, temeroso de perder el poder, había ordenado una matanza de los niños de su círculo familiar a los que consideraba una futura amenaza, mandó también que estos dos gemelos fueran asesinados. Por suerte, a quien se le había encargado matarlos le pudo el hecho de acabar con la vida de dos niños inocentes y los dejó a su suerte, flotando en una cesta sobre las aguas del rio Tíber, cuya corriente les llevó rio abajo hasta una zona ubicada entre las colinas del Palatino y el Capitolio en la que la cesta detuvo su camino. 

En ese lugar fueron encontrados por la loba Luperca y por un pájaro carpintero (animales asociados al Dios Marte, padre de los niños) que se encargaron de cuidarlos y alimentarlos. No tardó en encontrarlos el pastor Fáustulo, quien se encargó, junto a su esposa Acca Larentia de cuidar en secreto de los niños. Ya mayores, y conocedores de su historia, hicieron justicia con Amulio y marcharon al lugar donde detuvo su camino la cesta en su bajada por el Tiber, pensando en fundar en aquel sitio una nueva ciudad, aunque sin ponerse de acuerdo entre ellos. Rómulo quería construir "Roma" sobre el Palatino y Remo "Remoria" sobre el Aventino. Rómulo, ayudado por los buenos augurios, solo logró imponer su idea de ciudad tras ver el doble de buitres en el cielo que su hermano. Así, Rómulo se decidió a marcar los límites de su ciudad, la futura Roma, con un surco sagrado para lo que se ayudaba de un arado tirado por una vaca y un buey blancos. Tal como Rómulo llegaba a las zonas donde pensaba que debían estar las puertas de la ciudad levantaba el arado para no dejar el surco que representaba las murallas que defenderían la nueva urbe. Una vez delimitados los confines de la ciudad ordenó que nadie los traspasara hasta que no finalizaran las ceremonias, pero Remo, celoso, saltó por encima de las nueve murallas que había trazado Rómulo, quien en un ataque de ira se peleó con su hermano causándole heridas de las que moriría poco después. Sus palabras fueron: "Así perezca todo el que se atreva a saltar mis murallas". Rómulo quedó enterrado en la colina del Aventino, el lugar donde este quería fundar "Remoria". Muy cerca, Roma tomó su sangrienta carta de nacimiento el 21 de abril del año 753 a. C.

Lástima que ese sea el triste colofón de esa tierna imagen de los dos gemelos alimentándose de la loba capitolina. Son muchas las representaciones de ese momento, pero la más famosa es la loba que se expone los Museos Capitolinos y que encabeza esta entrada. La escultura es de época etrusca, pero las pequeñas esculturas de Rómulo y Remo que beben de sus generosas ubres, son un añadido renacentista datado en 1471, probablemente obra de Antonio Pollaiuolo.

Imágenes: De Wikimedia Commons - Imagen 1 (CC0) - Imagen 2 (CC BY-SA 3.0)

lunes, 18 de octubre de 2021

"Yo Tarzán, Tú Jane": La frase que Tarzán nunca dijo


Si tuviéramos que pensar en frases memorables de la historia del cine, una que fácilmente podría venirnos a la memoria es aquella que decía "Yo Tarzán, tú Jane", pero resulta que al igual que aquella otra mítica frase "Tócala otra vez, Sam" que nunca se pronunció tal cual en Casablanca, tampoco dijo jamás Tarzán aquellas palabras en ninguna de las películas de Tarzán y menos en los libros de Edgar Rice Burroughs que dieron origen a la saga. 

Ciertamente Johnny Weissmuller le dedicó palabras similares a Maureen O'Sullivan en "Tarzán de los Monos" pero no exactamente esas; de hecho solo repetía insistentemente el nombre de ambos a la vez que golpeaba el hombro de Jane: "Tarzán.... Jane, Tarzán.... Jane..." y así repetidamente hasta acabar con la paciencia de Jane, tal como podemos ver en la deliciosa escena que incluimos al final de esta entrada.

Según parece, el origen de la famosa expresión tuvo su origen en una serie de entrevistas dadas por Weissmuller en 1932 en las que reconocía sus escasas cualidades actorales: "Yo no tuve que actuar en Tarzán el hombre de los monos, solo decía: Yo Tarzán, tú Jane", además de expresar su asombro por el éxito que la aventura tuvo en taquilla: "¿Cómo puede un tipo subirse a los árboles, decir 'yo, Tarzán, tú, Jane' y hacer un millón de dólares?"

Y de esas entrevistas y la reformulación que hace Weissmuller de su presentación con Maureen O'Sullivan, surge la fama de la frase en cuestión, que terminó por tener más éxito en el imaginario colectivo que la versión original.



Imágenes: Cortesía de la estupenda página Doctor Macro: Imagen 1 - Imagen 2

Los días perdidos del emperador Tito


"Es imposible que yo sea insultado o ultrajado de alguna forma. Yo no hago nada que merezca ser censurado, y no me importan las falsedades que sobre mí se escriban."

Son palabras del Emperador Tito, sucesor de su padre Vespasiano y segundo emperador de la Dinastía Flavia. Con el recuerdo reciente de los desmanes de Calígula o Nerón todavía en la memoria, Tito logró granjearse por su bondad y buen juicio una gran popularidad y el cariño del pueblo romano, tal como se refleja en las palabras que al respecto le dedicó Suetonio en su obra "Vidas de los doce césares":

"Tito, llamado del mismo modo que su padre, fue querido por todo el pueblo romano, cosa muy difícil. Era tan superior que era un placer para la raza humana, fueron estas características lo que le hicieron ganarse los afectos de la población."

Hay quien achaca esta visión tan positiva a que este emperador no tuvo prácticamente tiempo para hacer el mal. Murió de unas fiebres a los 41 años, tras solo 2 años escasos en el poder. En cualquier caso, Tito, en su corta vida si que tuvo tiempo de demostrar su capacidad y valentía en el campo de batalla, de legar al pueblo romano obras públicas como el famoso Coliseo y de mostrarse sumamente generoso con los necesitados, tal como hizo con las víctimas de la erupción del Vesubio o el incendio de Roma ocurridos durante su gobierno. El emperador gustaba de hacer favores a quien lo necesitara y acudiera a él en busca de ayuda, de tal modo que según recogía el ya citado historiador Suetonio, cuando un día llegaba a su fin y no había tenido oportunidad de hacer algo bueno por al menos una persona, solía decir con tristeza: "Hoy ha sido un día perdido", pues más allá de todas sus obligaciones como emperador, sentía que en esa jornada que acababa no había hecho nada realmente importante.



La escultura de la entrada, en la que Tito aparece con una coraza militar es conocida como "Titus Herculaneum" y se expone en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles. En la segunda aparece el rostro del emperador sobre una escultura que adopta la clásica postura del Doríforo de Polícleto que se expone en los Museos Vaticanos.

Imágnes: De Wikimedia Commons: Imagen 1 (CC POR 2.5) - Imagen 2 (CC BY-SA 3.0)

domingo, 17 de octubre de 2021

Bobby Fischer y las damas


"Me gusta el momento en que rompo el ego de un hombre"

Son palabras de Bobby Fischer, el campeón mundial de ajedrez entre 1972 y 1975 tras derrotar al ruso Boris Spassky en el que se denominó "Encuentro del siglo". Un verdadero genio del ajedrez, aunque él mismo matizara estas palabras de forma contundente: “No soy un genio del ajedrez, soy un genio que juega al ajedrez". Fischer tenía una personalidad ciertamente llamativa y de él se cuentan muchas anécdotas. 

En cierta ocasión, cuando ya era un Dios consagrado del ajedrez, jugaba unas simultáneas en las que prontamente le ganó la dama a uno de sus oponentes. Tras avanzar Fisher al siguiente oponente, el rival anterior, de forma tramposa, colocó de nuevo la dama perdida en juego sobre el tablero. Cuando Fischer completó la ronda de jugadores y se enfrentó de nuevo ante aquel jugador, no hizo ninguna observación sobre la milagrosamente resucitada dama y continuó la partida con total normalidad, como si nada hubiera pasado. El sujeto empezó a jactarse ante el público de que aquel supuesto genio no se había dado cuenta de la jugarreta que le había colado. Siete jugadas más tarde Fischer volvió a ganarle la dama, pero en esta ocasión y sin mediar una sola palabra con el tramposo, se metió la dama en el bolsillo y se la llevó consigo. En sus palabras: "El ajedrez es una guerra sobre un tablero. El objetivo es aplastar la mente del adversario", como la de este oponente, que no pudo ganarle en una simultanea ni tan siquiera con reina de repuesto.


"A nadie le interesan tus excusas cuando pierdes"

Imágenes: De Wikimedia Commons. Imagen 1 (CC0) - Imagen 2 (CC-BY-SA 3.0)

sábado, 16 de octubre de 2021

Groucho Marx y el Sexo


"¿Por qué dicen amor cuando quieren decir sexo?".

La frase es por supuesto del siempre agudo Groucho Marx, un verdadero Don Juan siempre atraído por las curvas de las lindas chicas que se movían a su alrededor y a las que encandilaba haciéndolas reír con sus alocados chascarrillos: 

"No piense mal de mí, señorita. Mi interés por usted es puramente sexual."

Aunque también podía terminar un encuentro amoroso de forma ciertamente ácida:

"Señora, he pasado una noche estupenda, pero no ha sido esta"

Antes de que las chicas se lo rifaran no tenía tan fácil encontrar compañía y sentenciaba: "Recuerdo perfectamente la primera vez que disfruté del sexo. Todavía conservo el recibo"

Con los años su interés por el sexo se intensificaba: "Quiero una jovencita que excite mi vieja libido y haga que mis orejas echen humo" y no es de extrañar que titulara un libro sobre el amor y sus aventuras de cama como: "Memorias de un amante sarnoso", allí sentenciaba al respecto del sexo: 

"Esa gloriosa experiencia que la madre naturaleza improvisó con el fin de mantenernos en pie y, de vez en cuando, acostados". 

Estuvo casado en tres ocasiones, por lo que sabía de sobra lo que decía cuando manifestaba: "El matrimonio es la principal causa del divorcio". No sabría decir si fueron sus andanzas como Romeo las que acabaron con sus matrimonios, pero podría ser, toda vez que mantenía: 

"Detrás de cada gran hombre hay una gran mujer. Detrás de ella, esta su esposa"

Y si lo pillaban, siempre tenía una excusa a mano:

"¿Por qué estaba yo con esa mujer? Porque me recuerda a usted, de hecho me recuerda a usted más que usted."

En un libro de Charlotte Chandler titulado "!Hola y adiós! Groucho y sus amigos", se cuenta que más allá del falso epitafio de la tumba de Groucho que decía "Perdonen que no me levante", Groucho soñaba con poner otro más acorde a sus pulsiones más profundas: "Nunca besó a una mujer fea". Triste y decepcionantemente, en su lapida tan solo pone su nombre. En esa línea de buscar la belleza en la mujer, huía cuanto podía de las sorpresas y sentenciaba:

"Una cita a ciegas puede convertirse en un cerdo con sombrero y un bolso de mujer"

La misma Charlotte Chandler con la que mantuvo aquella famosa entrevista en un Playboy de 1974 recogía en su libro esta reveladora conversación:

- Charlotte Chandler: ¿Qué es lo más valioso de la vida?

- Groucho: Muy fácil. ¡Follar! No hay nada que lo supere.

- Charlotte Chandler: Pero el sexo no lo es todo.

- Groucho: Bueno, también puedes intercambiar fotos, regalarte caramelos y chocolates y divertir al otro tocando el piano. No se puede estar todo el día dale que te dale.

Cierto, no se puede estar todo el día metido en faena, eso provoca dolores de espalda que le pueden dejar a uno con unos andares tan singulares como los de Groucho, por lo que es natural que de vez en cuando recomendase moderación, así en cierta ocasión, entrevistando a una mujer, tuvo el siguiente intercambio de palabras:

-¿Por qué y cómo ha llegado usted a tener veinte hijos en su matrimonio? 
-Amo a mi marido. 
-A mí también me gusta mucho mi puro, pero de vez en cuando me lo saco de la boca."

En la película "Los Hermanos Marx en el Oeste, dejaría su particular teoría sobre el arte de ligar:

"Está loca por mí. ¡Qué mujer no lo está! Yo sé que va usted a preguntarme cuál es mi secreto… ¡Voto al diablo que sois osado! El secreto es no darles a entender que se las quiere. No ir nunca tras ellas. Que ellas vayan detrás de ti. Hay que avivar el cariño del amor con el abanico de la indiferencia "

Manifestación que podía completar con unas palabras del todo controvertidas, pero puede que disculpables, en alguien que hacía de la provocación, una marca de la casa:

"Las mujeres son muy útiles, sobre todo por la noche y, con frecuencia, durante el día" 

Y si alguien sabía pedir en matrimonio a una dama con estilo, nadie duda que ese era Groucho Marx:

"Cásate conmigo y nunca más miraré a otro caballo."

Y por supuesto sin ningún interés:

"¿Quiere usted casarse conmigo? ¿Es usted rica? Conteste primero a la segunda pregunta."

Imágenes: Todas son cortesía de la estupenda página Doctor Macro: Fuentes: 1, 2, 3, 4, 5, 6

viernes, 15 de octubre de 2021

"La foule" de Edith Piaf


La famosa canción "La foule" (la multitud) de Edith Piaf tiene inspiración en una canción de origen hispano, concretamente en la canción "Que nadie sepa mi sufrir", un tema compuesto en 1936 por los argentinos Ángel Cabral, que puso la música y Enrique Dizeo que puso la letra. Casi veinte años después de su creación Edith Piaf hizo una gira de conciertos por América Latina y escuchó la versión que en 1953 grabó Alberto Castillo de este tema y la adaptó al francés con letra de Miguel Rivgauche. El éxito que tuvo en voz de la sensacional Edith Piaf hizo que también el tema tomara nuevas fuerzas en español, siendo reestrenada como "Amor de mis amores", que no es si no el primer verso del estribillo de la canción.

La letra francesa es sencillamente una maravillosa y fugaz historia de amor que nos habla del encuentro entre un hombre y una mujer que se conocen entre empujones, arrastrados el uno hasta el otro de forma casual, movidos por la corriente que los lleva en una multitud que se mueve de forma desordenada y caótica durante una fiesta. Los dos están a la merced de ese gentío y se encuentran por puro azar uno frente al otro, con sus cuerpos pegados y se enamoran al instante. Pero la cosa no durará. La misma multitud bulliciosa los separa, con la misma rapidez con la que los unió, pero que no lo acercará más. Un canto al destino, a veces vertiginoso, que nos trae y nos quita la felicidad y muestra a los hombres como seres indefensos ante los caprichos del azar.

Abajo os dejo la versión de Edith Piaf con sus subtítulos en castellano y la versión original la escucharemos en los labios de otra gran dama de la canción, en este caso María Dolores Pradera.


"La foule" por Edith Piaf: Una letra maravillosa


Y también preciosa es la original, aquí con María Dolores Pradera

 Imagen: De Wikimedia Commons - Dominio Público (CC0) - Fuente Original

jueves, 14 de octubre de 2021

El escándalo (Citas):

 

"Lo más escandaloso que tiene el escándalo es que uno se acostumbra" (Simone de Beauvoir)

"Vino el escándalo. Pintó de rojo todas las paredes. Saltó de rama en rama, de solapa en solapa, igual que un pájaro. Pájaro loco, escándalo. Picoteaste granos en mi palma. Te abrí mi puerta. Vuela ahora. Haz estallar el tímpano del necio. No dejes al honrado, persíguele debajo de su cama sombría. Incendia las esquinas. Pon tu súbita antorcha en los ojos extintos del menguado. Haz caer al incólume. Despierta al sordo. Y vuela. Vuela y vuelve. Vuelve, pájaro loco, a posarte en mi mano." (Pájaro loco, escándalo - José Ángel Valente)

"Todo delito que no se convierte en escándalo no existe para la sociedad" (Heinrich Heine)

"El amor y el escándalo son los mejores endulzantes para el té" (Henry Fielding)

"Te das cuenta de quiénes son tus amigos verdaderos cuando estás involucrado en un escándalo" (Elizabeth Taylor)

"Todo está perdido cuando los malos sirven de ejemplo y los buenos de burla" (Demócrates)

"Una mentira no tiene piernas, pero un escándalo tiene alas" (Thomas Fuller)

"El amor es un escándalo de tipo personal" (Antón Chejov)

"Para realizarse, el amor necesita quebrantar la ley del mundo. En nuestro tiempo el amor es escándalo y desorden, transgresión: el de dos astros que rompen la fatalidad de sus órbitas y se encuentran en la mitad del espacio" (Octavio Paz)

"Y es que antes se llega a la celebridad con escándalo y talento, que con talento solo; y aun suple a veces al talento el escándalo" (Emilia Pardo Bazán)

"Defender la alegría como una trinchera, defenderla del escándalo y la rutina, de la miseria y los miserables, de las ausencias transitorias y las definitivas" (Mario Benedetti)

La imagen pertenece a un fragmento de la escultura "Ugolino y sus hijos" obra de Jean-Baptiste Carpeaux que representa en cierta medida una historia escandalosa que ya contaremos en otro momento.

Imagen: De Wikimedia Commons - Dominio Público (CC0) - Fuente Original

lunes, 11 de octubre de 2021

Cutie, el robot filósofo: "Yo, Robot" - Asimov

 

El Robot QT-1 Cutie reflexiona sobre su existencia y su origen, con las mismas cuitas que todo ser humano, en la obra "Yo Robot" (1950) de Isaac Asimov:

Cutie: (...) Yo, por mi parte existo, porque pienso…

—¡Por Júpiter… un robot Descartes! —gruñó Powell.

— (...) Y la cuestión que inmediatamente se presenta —continuó Cutie imperturbable—, es: ¿cuál es la causa de mi existencia?

Powell se quedó boquiabierto.

—Estás diciendo tonterías. Ya te he dicho que te hicimos nosotros.

—Y si no nos crees, con gusto volveremos a desguazarte —añadió Donovan.

El robot tendió sus fuertes manos con un gesto de imploración.

—No acepto nada por autoridad. Para que no carezca de valor, una hipótesis debe ser corroborada por la razón, y es contrario a todos los dictados de la lógica suponer que vosotros me habéis hecho.

Powell detuvo con su mano el gesto amenazador de Donovan.

—¿Por qué dices esto, exactamente?

Cutie se echó a reír. Era una risa inhumana, la risa más mecanizada que había surgido jamás. Era aguda y explosiva, regular como un metrónomo y sin matiz alguno.

—Fíjate en ti —dijo finalmente—. No lo digo con espíritu de desprecio, pero fíjate bien. El material del que estás hecho es blando y flojo, carece de resistencia, y su energía depende de la oxidación ineficiente del material orgánico… como esto —añadió señalando con un gesto de reprobación los restos del sándwich de Donovan—. Entráis periódicamente en coma, y la menor variación de temperatura, presión atmosférica, la humedad o la intensidad de radiación afecta vuestra eficiencia. Sois alterables.

Yo, por el contrario, soy un producto acabado. Absorbo energía eléctrica directamente y la utilizo con casi un ciento por ciento de eficiencia. Estoy compuesto de fuerte metal, permanezco consciente todo el tiempo y puedo soportar fácilmente los más extremados cambios ambientales. Éstos son hechos que, partiendo de la irrefutable proposición de que ningún ser puede crear un ser más perfecto que él, reduce vuestra tonta teoría a la nada.

Alan Parsons Project le dedicó a este Robot tan filosófico el tema "I Robot" y más tarde, en 2004, Alex Proyas, basándose parcialmente en el relato de Asimov, el oráculo de la robótica en la ciencia ficción, dirigió "Yo, Robot", película a la que pertenece la cabeza robótica que aparece en la fotografía de cabecera, la de un robot NS-5.

Imagen: De Wikimedia Commons - CC BY-SA 3.0: Fuente Original

viernes, 8 de octubre de 2021

La última carta de Marilyn Monroe (a Lee Strasberg, su profesor de interpretación)


 

Querido Lee:

Me da mucha vergüenza empezar así, pero gracias por entenderme y haber cambiado mi vida -aunque la hayas cambiado sigo perdida, quiero decir que no logro centrarme-. Pienso que debe de ser porque todo actúa en contra de mi concentración -todo lo que uno hace o vive es imposible casi. En una ocasión dijiste, la primera vez que te oí hablar en el Actor's Studio que la concentración es lo único que hay entre el actor y el suicidio. En cuanto piso el escenario pierdo la relajación mental por algún motivo, -hasta ahí llega mi concentración-. Mi voluntad es débil, pero no puedo soportarlo todo. Sueno loca pero es que creo que me estoy volviendo loca. Gracias por dejar que Paula (mujer de Strasberg) me ayude en la película. Es la única mujer realmente afectuosa que he conocido. Me basta con ponerme delante de una cámara y sentir que me abandona la concentración y todo lo que he intentado aprender. Entonces, me siento como si no existiera para la raza humana".

Con cariño
Marylin

La carta, con membrete del Hotel Bel Air de Los Ángeles, no está fechada, pero se especula con que fue escrita no mucho tiempo antes de la muerte de Marilyn el 5 de agosto de 1962, puede que incluso días antes. Iba dirigida a Lee Strasberg, su maestro de interpretación, quien había supuesto un gran apoyo para la actriz gracias a las clases que le impartió en el Actor's Studio, lugar al que Marilyn, con un encomiable afán de mejora y superación, acudía para aprender arte dramático en una época en la que ya era una actriz de enorme éxito.

Fue precisamente Lee Strasberg el que durante el funeral de la actriz se encargó de pronunciar el elogio funerario de la actriz, mientras sonaba al piano el tema "Over the rainbow"…. todavía Elton John no le había dedicado "Candle in the wind".

La carta fue subastada no hace mucho, alcanzando un precio de 156.000 dólares.


Imagen: Cortesía de la estupenda página Doctor Macro - Fuente Original