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martes, 31 de mayo de 2022

Jerry Lewis, el profesor chiflado


"Convertirme en bufón para que los demás se rían es algo muy serio"

No creo que haya existido cómico alguno en la historia del cine capaz de hacer más muecas por segundo que el incontrolable Jerry Lewis. Podía parecer un simple payasete fuera de control, pero resultó ser todo un talento, tanto delante como detrás de la cámara, una especie de "Profesor chiflado" en el que convivían dos seres aparentemente opuestos. El mismo decía: “Cuando dirijo, hago de padre; cuando escribo, hago de hombre; cuando actúo, hago el idiota”

Su versión cinematográfica de los payasos de circo con Dean Martin a modo de seductor Pierrot y Lewis como el Augusto que se lleva todas las tortas, fue todo un éxito que les reportó taquillazos impresionantes, pero después de algunas desavenencias entre ellos que terminaron con el tándem, Lewis se vio empujado a explorar la faceta de director de sus propias películas, logrando demostrar su talento tras la cámara. 

Como actor serio solo había que verlo en esa gran película que es "El rey de la comedia" (1982) junto a Robert de Niro y a las órdenes de Martin Scorsese, un papel en el que nos demuestra que sabía poner cara de póker como el que más. En Estados Unidos era un payasete más, sin embargo, en Europa -sobre todo en Francia- se le equiparaba en talento a Chaplin o Keaton, revalorizándose todavía más su figura tras sus muy recomendables conversaciones sobre cine con Peter Bogdanovich recogidas en el libro de este último "Las estrellas de Hollywood"

Todavía queda por estrenar una película suya: "El día que el payaso lloró", film controvertido que no logró llegar a las pantallas en su día por múltiples problemas y que no sabemos si algún día llegaremos a ver. En esta obra, filmada en 1972 y de la que se guarda una copia en la Biblioteca del Congreso de EEUU, se cuenta la dolorosa historia de un payaso que entretiene a los niños recluidos en un campo de concentración y los mantiene engañados ante su triste final. Sobre su calidad hay rumores de todo tipo, desde la perfección hasta los comentarios de que es una obra fallida. Al respecto de esta obra no puedo evitar pensar que Roberto Benigni podría haber tenido parte de la trama en su cabeza, al menos un esbozo de aquella idea, cuando rodó la más amable y exitosa película "La vida es bella".

Recordemos algunas frases de Jerry Lewis:

"Soy un genio polifacético, talentoso, rico e internacionalmente famoso. Tengo un coeficiente intelectual de 190, se supone que es el de un genio. A la gente no le gusta eso. Mi respuesta a todas mis críticas es simple: me gusto. Me gusta en lo que me he convertido. Estoy orgulloso de lo que he logrado, y realmente no creo que haya arañado la superficie todavía."

"Los actores matarán por ti si los tratas como seres humanos. Tienes que hacerles saber que los quieres y que los necesitas, págales lo que ellos quieren, pero no les pagues de más; tratarlos con amabilidad. Dale a una actriz un vestido limpio y asegúrate de que reciba café fresco por la mañana y otras comidas con cucharita. Ella matará por ti."

"Pasaré por este mundo una sola vez. Por lo tanto, cualquier bien que pueda hacer o cualquier bondad que pueda mostrar a cualquier ser humano, déjame hacerlo ahora. ¡No permitas que lo demore ni lo descuide, porque no volveré a pasar por aquí!"

"Pasar desapercibido nunca ha sido mi fuerte."

“Seguramente existen muchas razones para los divorcios, pero la principal es y será la boda”.

“El sueño de todo hombre es ser capaz de hundirse en los brazos de una mujer sin caer en sus manos”.

“El hombre de negocios americano es un señor que durante toda la mañana habla de golf en su despacho y que el resto del día discute de sus finanzas en el campo de golf”.

“He tenido gran éxito, siendo un total idiota”.

"En El rey de la comedia he querido tan sólo demostrar que puedo interpretar personajes dramáticos. Lástima que ningún actor dramático intente personajes cómicos. Hay 20.000 actores que pueden hacer Hamlet, pero muy pocos pueden hacer lo que yo hago".

"Mel Brooks sabe hacer un cine que llega con facilidad a todos y Woody Allen es tan extraordinario que cuando me pidió que le dirigiera una película le dije que nadie podría hacerlo mejor que él mismo. Son mis mejores amigos. Con Mel hasta nos prestamos los chistes".

"Creo que el humor tiene que brotar más directamente, como en las viejas películas de Chaplin, que lo único que exigían era tener el corazón abierto".

"No me gusta la televisión. Está dirigida y motivada por un sistema en el que se cree que la creatividad es un obstáculo"

"Hay dos momentos tristes en la vida: el nacimiento y la muerte. Todo lo demás es rodar por tierra”.

Terminamos con su concierto de muecas en "El botones":


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lunes, 30 de mayo de 2022

Siempre a las órdenes de Mr. Griffith


"Los actores nunca deberían ser importantes. Sólo los directores deben tener poder y lugar." 

Ya contábamos en alguna entrada anterior la penosa situación en la que David Wark Griffith, al que pertenece la frase inicial, terminó sus días en el cine, pero también es cierto que hubo un tiempo, sobre todo después del estreno de "El nacimiento de una nación", en el que este director era lo más parecido a un Dios que se podía encontrar por el primer Hollywood. El propio director decía: "¿Recuerdas lo pequeño que era el mundo antes de que yo llegara? Le di vida a todo: moví el mundo entero a una pantalla de 20 pies". No era de extrañar que todas las grandes actrices del cine mudo quisieran ponerse a sus órdenes, tal y como vemos en la fotografía a la genial Mabel Normand. Precisamente esta actriz tiene una curiosa anécdota con Griffith. Era aquella una época en la que todo estaba por descubrir, y desde luego la motivación de los actores para determinadas escenas -Stanilavski y su método quedaban lejos todavía- era toda una incógnita. Se cuenta que resultando preciso que la actriz Mabel Normand llorara en una escena de "The mender of the nets" (1912), a Griffith no se le ocurrió otra cosa para conseguirlo que abofetearla sin ningún tipo de escrúpulos hasta provocarle el llanto. Una vez conseguida la escena a su satisfacción corrió hacia la actriz y abrazándola le dijo: 

"Querida, sabía que podías hacerlo"

Anécdotas parecidas cuentan las hermanas Lillian y Dorothy Gish, que en cierta ocasión fueron perseguidas por Griffith, pistola en mano, con el único propósito de "conseguir una reacción emocional" para una escena. El propio Griffith diría con el tiempo, ya consciente de su ocaso: "Todo fue cuesta abajo después de que Lillian  me dejó".  La actriz había rodado nada menos que diez películas a las órdenes del director, entre ellas: "Intolerancia", "Lirios Rotos" o "Las dos huérfanas", todas ellas muy "emotivas". Si siempre ayudó a la actriz a meterse en el papel de forma tan delicada, nos preguntamos qué razones podría tener esta para dejarle.




Imágenes: Img 1 cortesía de Doctor Macro - Img 2: Wikimedia Commons (CC0)

domingo, 29 de mayo de 2022

John Wayne, John Ford y los escorpiones de "Centauros del desierto"


Aunque la sensibilidad artística y el humanismo de John Ford, Jack para los amigos, está fuera de toda duda y presente en todas y cada una de sus películas, de cara al exterior, en sus relaciones humanas, resultaba una persona de genio ciertamente difícil, malhumorado y de pocas palabras, sobre todo, con aquellos que no se encontraban en su selecto grupo de amigos. Cualquiera que no lo conociera bien, ante sus reacciones y envenenado carácter, podía preguntarse ¿qué bicho le habría picado? En el rodaje de "Centauros del desierto" ("The Searchers" - 1956), una de las mejores películas del director, podía encontrarse una pista al respecto, una anécdota que refleja muy bien el temperamento del cineasta y la opinión que de su persona tenían los que le rodeaban. 

Durante la filmación de la película en el desierto, puede que en su amado Monument Valley, Ford sufrió la picadura de un escorpión. Preocupado por el suceso y las implicaciones que esto podía tener en la inversión realizada en la película, el productor de la misma, Cornelius Vanderbilt Whitney, le preguntó a John Wayne: "¿Qué pasa si lo perdemos? ¿Qué vamos a hacer?". Wayne se ofreció para indagar sobre el estado de salud del director, quien por aquel entonces ya superaba los sesenta años. El telegrama que Duke le envió de vuelta al productor fue del todo tranquilizador y resume a la perfección la personalidad de Ford: "John está perfectamente: el que ha muerto es el escorpión".

Imagen: Cortesía de la estupenda página Doctor Macro: Fuente Original

sábado, 28 de mayo de 2022

Omar Sharif, Varsovia y el terror a los nazis



La siguiente anécdota, ocurrida durante el rodaje de "La noche de los generales" (1967 - Anatole Litvak), nos es relatada por el actor egipcio Omar Sharif en sus memorias "El eterno masculino":

"El vestir el uniforme alemán me parecía incompatible con mi físico y con mi naturaleza. "Es grotesco", fue mi primera reacción. Anatole Litvak, el director, insistió: "Hagamos una prueba". Esta fue muy conveniente. Una vez me afeité el bigote, el uniforme hizo de mi otro hombre"

(...) "Estábamos en enero. Rodábamos en las calles de Varsovia. Hacía un frío glacial. Entre dos planos, de forma inconsciente, entré, todavía con el uniforme, en una cafetería para tomar un café. Vi a mi alrededor miradas miedosas, aterradas, incluso las lágrimas asomaban a los ojos de las personas que estaban allí. "No soy alemán...." aclaré muy deprisa. "Estoy rodando una película americana.... soy americano...." Incluso tuve que usurpar una nacionalidad para intentar tranquilizarlos. Nadie me replicó. El camarero se negó a servirme. De forma brutal, comprendí la incongruencia de aquel uniforme alemán en aquel pacífico bar de un barrio polaco. Sentí la tristeza que inspiraba. Salí realmente consternado. A la mañana siguiente, por curiosidad, volví a aquel pequeño café, entre dos planos, todavía vestido con aquel maldito uniforme, y recibí la misma negativa y provoqué idéntica consternación. Aunque habían transcurrido veintidós años, no se había atenuado de ninguna forma ni el sufrimiento ni el horror. Aquel día supe que el tiempo, a veces, es impotente para hacer olvidar. Nos quedamos un mes en Varsovia, y llevé de forma constante el uniforme alemán. Yo que nunca había vivido la invasión de los nazis, aprendí a detestarlos"

Leído en la revista "Imágenes" nº 340

Imagen: Cortesía de la estupenda página Doctor Macro: Fuente Original

Haruki Murakami y el odio.-


 

"El odio es una sombra negra y alargada. En muchos casos, ni siquiera quien lo siente sabe de dónde le viene. Es un arma de doble filo. Al mismo tiempo que herimos al contrincante nos herimos a nosotros mismos. Cuanto mas grave es la herida que le infligimos, mas grave es la nuestra. El odio es muy peligroso. Y, una vez que ha arraigado en nuestro corazón, extirparlo es una tarea titánica"

Este fragmento pertenece a "El pájaro que da cuerda al mundo" (1994) obra de Haruki Murakami. Para ilustrarlo hemos escogido una obra de William Blake que tiene por título: "El gran Dragón rojo y la mujer revestida en sol", obra que se expone en el neoyorkino Museo de Brooklyn.

Imagen: De Wikimedia Commons - Dominio Público (CC0) - Fuente Original

viernes, 27 de mayo de 2022

Federico Fellini y el mundo del Cine


Con cinco premios Oscar en su haber, cuatro a la Mejor película extranjera con: "La Strada" (1954), "Las noches de Cabiria" (1957), "8½" (1963) y "Amarcord" (1975) -nadie ha ganado tantos como él en este apartado- y en 1993 un quinto en reconocimiento a su trayectoria profesional, todo lo que Federico Fellini pueda contarnos acerca del cine es interesante: 

Sobre los diálogos: "En el cine los diálogos no son importantes para mí. La utilidad del diálogo es únicamente facilitar información a los espectadores, y creo que en el cine es mejor utilizar otros elementos para eso, como la iluminación, los objetos, el decorado en que se produce la acción, porque contienen mucha más carga de expresión que una serie de páginas y más páginas de diálogos".

Sobre las películas: "Creo que hago películas porque no sé hacer otra cosa. Desde que grité por primera vez: '¡Cámara! ¡Acción! ¡Corten!', me pareció que lo había estado haciendo siempre, que no hubiera podido hacer otra cosa y que aquello era yo y aquella era mi vida. Por eso, al hacer cine no me propongo otra cosa que seguir esa inclinación natural de contar historias que me gustan. No podría haber vivido sin hacer películas. Si hay que tener remordimientos (cosa que, entre paréntesis, no creo), yo tengo el remordimiento de no haber hecho más películas. Quisiera haber hecho de todo lo que se mira: documentales, anuncios publicitarios, emisiones infantiles, funciones de marionetas en los jardines públicos...".

Sobre los productores: "La imbecilidad y la mediocridad de los productores de cine me han ayudado, en definitiva, a tomar conciencia sobre la naturaleza y la importancia de mi trabajo y a buscar un equilibrio sin el cual habría caído en un idealismo, en un desconocimiento de los problemas prácticos de cada día, a veces muy tontos, que constituyen la realidad del cine". 

Sobre el cine: "No voy nunca al cine. Pero cuando voy, sólo me interesa la historia de fondo. Nunca presto atención a los movimientos de la cámara, a los primeros planos, a los 'travellings'. No conozco los clásicos del cine: Murnau, Dreyer, Eisenstein; vergonzosamente nunca los vi. Al cine no iba mucho de niño. Muchas veces no tenía dinero, no me lo daban. Una vez que llegué a Roma, empecé a ir más al cine. Cuando no sabía adónde ir, siempre estaban las películas próximas al espectáculo de variedades. Los preliminares del espectáculo siempre me emocionaron, como el circo. El desbarajuste que precede al espectáculo de variedades, los directores que llegan a la orquesta, los acordes, la voz del cómico y los pasos de las chicas detrás del telón. Me gustaba ir por el ambiente: el ruido de la sala, el olor a pipí de niño, la salida de emergencia y el momento en que la gente, después de la película, llegaba a la calle. Ver a los hombres y las mujeres aturdidos todavía por el espectáculo y sorprendidos por el frío, alguien que canturrea el motivo de una película, risotadas, en cierto ambiente de fin del mundo, de desaire".

Sobre el hombre creativo: "Un hombre creativo es aquél que se coloca entre los cánones consoladores, reconfortantes, de la cultura consciente y el inconsciente, el magma original, la oscuridad, la noche, el fondo del mar. Son estas llamadas, esta mediumnidad, las que hacen al hombre creativo. Un hombre creativo habita, se sitúa, vive en esa zona, para operar una transformación, símbolo de vida; y lo que pone en juego es su propia vida o su salud mental".

Imagen: De Wikimedia Commons - Dominio Público (CC0) - Fuente Original

miércoles, 25 de mayo de 2022

"El halcón maltés" y la Piedra Filosofal


Si se observa con detenimiento la figura que Humphrey Bogart sostiene en sus manos resulta obvio que no es gran cosa artísticamente hablando, una estatuilla de color negro de poco más de 30 centímetros de alto y 20 kilos de peso en la que no se había prestado demasiado interés a los detalles, era una simple figura de atrezzo, a pesar de su rol central en la película a la que da nombre: "El halcón maltés" (John Huston - 1941). Y sin embargo la magia del cine y la mitomanía que lo rodea ha convertido este pequeño halcón en un objeto tan valioso como muchas de las obras de arte que pueblan los más famosos museos del mundo, en los cuales, todo hay que decirlo, también tuvo su momentito de gloria; al menos el negro halcón de metal ha sido expuesto en el MoMA neoyorkino y en el Pompidou de París

La estatuilla tenía vocación de ser de oro, pero como supimos en la película con la que debutaba como director John Huston, el ansiado halcón solo era de plomo, de ese plomo que los antiguos alquimistas aspiraban a convertir en oro. Al final, con los años, hemos descubierto que aquella legendaria e imposible piedra filosofal, aquella sustancia "mágica" capaz de convertir cualquier metal en oro, no era otra cosa que el cine, al menos eso se desprende del resultado de la subasta de la icónica estatuilla en la casa Bonham de Nueva York hace unos años, en la que finalmente, todo ese plomo con forma de ave, fue adquirido por la nada despreciable suma de 4.085.000 dólares, más de lo que se paga por muchas obras de arte famosas.

"El halcón maltés" es considerada unánimemente como la película que da carta de nacimiento al denominado "Cine negro", en ella podremos ver a un grupo de ambiciosos personajes que buscan desesperadamente una figura de extraordinario valor, que según la leyenda se suponía que era el tributo que los Caballeros de Malta pagaron por la isla al rey Carlos V.  Humphrey Bogart, Mary Astor y Peter Lorre bordan sus papeles haciendo de la película toda una obra maestra.

Al parecer se construyeron dos figuras iguales, pero la subastada es la única de la que se tiene constancia cierta de que apareciera en la película -lo que le da especial valor para los mitómanos-, la prueba es la muesca que presenta, producida al caérsele de las manos a la actriz Lee Patrick, que encarnaba a la secretaria del detective Sam Spade, que no era otro que Humphrey Bogart, quien gracias a la renuncia de Georges Raft, que no quería trabajar con un director novato (el primer patinazo de muchos), se hizo con uno de los grandes papeles de su carrera.

El material del que están hecho los sueños evocaba en la película al oro, ahora sabemos que puede ser también el plomo, siempre y cuando haya aparecido en una gran película.


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martes, 24 de mayo de 2022

Mis sueños con ¿Marilyn?: "La tentación vive arriba"

 

En ocasiones tengo sueños ciertamente turbadores. No cabe duda de que,  a veces, uno introduce en sus fantasías nocturnas lo que más desea y en una de ellas, una rubia platino que supuestamente vive en el piso de arriba llama a mi puerta. Viene enfundada en una sugerente y entallada segunda piel de color blanco que realza sus encantos y en sus manos, estratégicamente colocadas para enmarcar su busto, trae una botella de champan y un paquete de patatas fritas. 

Es verano y estoy en casa solo, tan intranquilo que hasta me pica todo el cuerpo. La tentación es grande y la dejo entrar. Ya hace tiempo que mi mujer no me ofrece una fiesta de este tipo, tan sumamente tentadora. Intentaré estar a la altura, me dije en el sueño... haré que esté cómoda, le ayudaré con las sufridas tirantas de su vestido, le prepararé un cóctel y hasta le pondré un poco de música, puede que el segundo concierto para piano de Shostakovich; mi mente no puede parar de pensar, de elucubrar la manera de conseguir  que se abra a mi sin denotar ansiedad y a la vez lucho por un irreprimible sentimiento de culpa; ya hace mucho tiempo que no saboreo unas formas onduladas como las que ella me trae. No tengo dudas, ella puede sentarse frente al frigorífico con la puerta abierta para calmar el calor, enseñarme todas las fotos que quiera, mi casa es suya, a cambio solo le pido que me deje calmar mi ansiedad y colmarme de placer abriendo, de una vez por todas, ese delicioso y prohibido paquete de patatas fritas que tentadoramente trajo a mi hogar. Justo cuando por fin me llevaba una de las patatas a mi salivante boca me desperté sobrecogido y sudoroso. Empecé a ser consciente de los estragos que el régimen de adelgazamiento estaba provocando en mi cuando mi esposa que dormía a mi lado, con su pelo rubio y su camisón de seda entallado, me preguntó con qué estaba soñando y porque repetía una y otra vez, como un Homer Simpson cualquiera: ¡Mmmm Patatas, patatas, patatas...!

Imágenes: Cortesía de la estupenda página Doctor Macro: Imagen 1 - Imagen 2

lunes, 23 de mayo de 2022

Ingmar Bergman y la tramposa muerte de "El séptimo sello"


"Envejecer es como escalar una gran montaña: mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena" (Ingmar Bergman)

En "El séptimo sello" (1957), la fascinante película del director sueco Ingmar Bergman, asistimos a la partida de ajedrez más famosa e inquietante de la historia del cine, aquella en la que el caballero Antonius Block (Max von Sidow) se juega su alma ante la Muerte (Bengt Ekerot) Es curioso ver que en el desenlace de esa partida de ajedrez, hay un momento en el que el caballero, para distraer la atención de la Muerte y proteger a un inocente matrimonio que le acompaña, tira, simulando un descuido, las piezas del tablero, diciendo después que no recuerda la posición que ocupaban antes del accidente. La Muerte, menos desmemoriada, se encarga de ponerlas de nuevo en el tablero, pero si se está atento y se observa cual es la posición inicial y final de las piezas (el director enfoca el tablero antes y después) uno puede percatarse de que la Muerte las cambia de sitio, de forma que con esta ventaja, la Muerte, puede finalmente ganar la partida al caballero y llevarse su alma. Y es que la muerte, de una forma u otra, siempre nos hace trampas. 

Ingmar Bergman falleció en 2007, (el mismo día que Antonioni) y entonces intentamos hacerle un homenaje jugando con el título de sus películas que hoy repescamos para esta entrada:

Se había roto "El huevo de la serpiente" y ésta había logrado salir de su "Prisión". Su universo entraba en "Crisis" y ahora, en "El umbral de la vida", se enfrentaba a su propia partida de ajedrez, a "La noche eterna", sintiéndose siempre vigilado por "El ojo del diablo" o por la misma muerte que no dudaría en hacerle trampas a él también para robarle la vida. Sólo, "Cara a cara" consigo mismo, "Como en un espejo", escrutaba "El rostro" en busca de respuestas, y solo encontró el vago recuerdo de "Las sonrisas de una noche de verano" y el dulce sabor de las "Fresas salvajes"

"La carcoma" ya lo había destruido todo, incluso el azogue del espejo y ya sólo quedaban algunos recuerdos. "El silencio" había desaparecido de repente y su lugar lo ocupaba una "Sarabanda" que sonaba muy lejana, quizás desde "El manantial de la doncella" por el que tantas veces paseara "Un verano con Mónica" que nunca pudo olvidar. 

Siguiendo "El rito" ancestral de "Los comulgantes" que fueron, se enfrentaba al igual que cualquier otra "Persona" "La hora del lobo", y debía quitar, él también, "El séptimo sello" que le permitiría abrir el sobre que contenía la historia de su vida y verla en conjunto, sus momentos de "Pasión" y sus momentos de "Vergüenza" y concluir que toda ella no fue más que "Una sonata de otoño" en la que de vez en cuando aparecía la alegría propia de "Los juegos de verano". Le pareció suficiente, y no tuvo reparos en entregarse al "Sueño", acompasado de los trinos de "La flauta mágica", y en sus recovecos y delirios se vio, entre "Gritos y susurros", afanándose por discutir con "Fanny y Alexander" sobre "La vida de las marionetas""En presencia de un clown" que "Tras el ensayo" previo a "Una noche de circo" se había unido a ellos. 

Y hablaban como quien habla de "Los secretos del matrimonio", buscando quizás "Una lección de amor", una postrera respuesta. Por último se vio a si mismo, en su último día, viajando en un "Barco a la India", acompañado de Antonioni, y charlando alegremente con "Tres mujeres""¡Esas mujeres!" que tan importantes fueron siempre en su vida. ¿Acaso hay mejor compañía?


Imágenes: Imagen 1 de Wikimedia Commons (CC0)Imagen 2: de Flikcr (CC BY-SA 2.0)

domingo, 22 de mayo de 2022

El descenso a los infiernos de Montgomery Clift

 

"El productor Frank Taylor presenció uno de aquellos aquelarres que se celebraban en la trastienda del club (el club era el "Dirty Dicks" o lo que es lo mismo "Pollas Sucias"), entre olor a orines y cervezas. Una treintena de descargadores de muelle, homosexuales y travestís rodeaban a Monty, quien yacía inconsciente sobre una mesa "mientras muchachos con chaquetas de cuero negro se arrastraban sobre su cuerpo como insectos. Unos le besaban el cuello, otros le acariciaban la entrepierna… Creí que iba a vomitar. Cuando me lo llevé de allí, la multitud estalló en un espasmo de ira y hostilidad: "¡No, no! ¡No te lo lleves! ¡No puedes llevártelo!"

Estas crudas palabras sobre el admirado actor Monty Clift, aparecen recogidas por Luis Fernández en su libro "Monty Clift. Pasión secreta" así como en la sección ¿Sabías que…? del nº 345 de la Revista "Imágenes". Ciertamente Montgomery Clift, que nunca reconoció su supuesta homosexualidad, fue siempre una persona angustiada, de carácter huidizo y con tendencias al aislamiento que le hacían a veces desaparecer durante meses, un cuadro que se hizo aun más severo tras el fatídico accidente de coche en el que se le desfiguró el rostro y del que fue salvado in extremis por Elizabeth Taylor, como ya contábamos en un artículo anterior (Link: El día que Liz Taylor salvó la vida de Montgomery Clift). El descenso a los infiernos que protagonizó en sus últimos años de vida, lanzándose en los brazos de las drogas, los calmantes para el dolor y el alcohol ha sido calificado en muchas ocasiones como "el más lento suicidio de Hollywood" y puede que en esa línea se enmarquen las palabras que abren esta entrada. 

"La más valiosa posesión que un actor puede tener es el coraje para fracasar" (Montgomery Clift)


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sábado, 21 de mayo de 2022

James Stewart: "Un caballero sin espada"... y sin voz

 

Muchos recordaran de "Caballero sin Espada" (1939 - Frank Capra) el discurso interminable que el bueno de Mr. Smith (James Stewart), un político ingenuo pero valiente, ha de lanzar para intentar ganar tiempo ante el Congreso y terminar consiguiendo sus propósitos. El discurso se basaba en una institución permitida en Estados Unidos denominada "filibusterismo", una práctica de obstruccionismo parlamentario por medio de la cual un congresista puede hablar lo que desee siempre que no tome asiento o interrumpa su disertación. No es extraño que el ponente para ayudarse en su discurso se decida a leer algún libro a los presentes tal y como ocurre en la película. Resulta evidente que tras una perorata de tales dimensiones la voz del orador tiene que resentirse y eso era algo que tenía que reflejarse también en la película. El joven James Stewart era consciente de que ese papel, tras el éxito de "Vive como quieras" (1938- Frank Capra), lo podría llevar definitivamente al estrellato - de hecho le valió una nominación al Oscar- y de esa manera se sometió sin rechistar a cualquier exigencia que pudiera plantearle el guion. Frank Capra, el director, nos cuenta en su libro de memorias, "El nombre delante del título", como consiguieron que James Stewart terminara presentando una voz totalmente rota en el discurso:

"Jimmy Stewart tenia que estar ronco para las horas finales de su maniobra obstruccionista. Le resultaba difícil fingir ronquera, en particular cuando tenía que proyectar su voz desde la fila de atrás del hemiciclo del Senado. Llamamos a un otorrino. "Doctor, sabemos que puede reducir usted la ronquera de la voz, pero ¿puede inducirla?. "Esta si que es buena" rio . "Si, creo que si". Dos veces al día la garganta de Jimmy era bañada con una asquerosa solución de mercurio que hinchaba e irritaba sus cuerdas vocales. El resultado era sorprendente. Ninguna actuación hubiera podido simular los intentos y patéticos esfuerzos de Jimmy por hablar a través de unas cuerdas vocales realmente hinchadas"

Se desconoce si el doblador al castellano también tomó el mejunje en cuestión... o lo hizo a base de buen oficio.

TÍTULO ORIGINAL: Mr. Smith Goes to Washington
AÑO: 1939 - DURACIÓN: 129 min.
PAÍS: EEUU - B/N

DIRECTOR: Frank Capra

REPARTO: James Stewart, Jean Arthur, Claude Rains, Edward Arnold, Guy Kibbee, Thomas Mitchell, Eugene Pallette, Beulah Bondi, H.B. Warner, Harry Carey, William Demarest

GUIÓN: Lewis R. Foster, Sidney Buchman
MÚSICA: Dimitri Tiomkin
FOTOGRAFÍA: Joseph Walker (B&W)

PRODUCTORA: Columbia Pictures

PREMIOS:
1939: 11 nominaciones al Oscar. Oscar a Lewis R. Foster (Guión)
1939: Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor actor (James Stewart)



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viernes, 20 de mayo de 2022

Richard Burton, Elizabeth Taylor y el alcohol

 

"¿Quién iba a pensar que un hombre famoso en su día por romper cristales, o enfrentarse a cualquier cosa bajo los efectos del alcohol, se horrorizaría viendo eso en los demás? Al menos en quienes le rodean ¿Y quién me rodea más estrechamente que E. (Elizabeth Taylor)? Desde hace un mes, con escasas excepciones, se ha ido a dormir no meramente achispada, sino borracha perdida. Y quiero decir borracha, ida, incapaz de caminar derecha y diciendo insensateces con una vocecita de niña en delirio febril (…) ¡Lo más espantoso es que me ha hecho aborrecer el alcohol!"

Con estas palabras describía Richard Burton en su diario (entrada del 13/1/1969) el descenso a los infiernos alcohólicos de su esposa  Elizabeth Taylor durante el primero de sus matrimonios. Eran una de las parejas en las que se condensaba más talento actoral de Hollywood y el ejemplo perfecto del "ni contigo ni sin ti". Fueron capaces de llevar sus desavenencias alcohólicas a la pantalla en una sensacional película titulada "¿Quién teme a Virginia Woolf? (Mike Nichols - 1966) en la que podremos ver a esos dos talentos en plena ebullición haciendo casi de ellos mismos. La película le valió a Liz Taylor su segundo Oscar y sin duda Richard Burton merecía haberse llevado también el premio,  así se habría hecho un poco de justicia con uno de los más grandes actores de Hollywood, uno de esos a los que nunca se le otorgó una estatuilla dorada a pesar de estar nominado hasta en siete ocasiones.

Un trocito de la película "¿Quién teme a Virginia Woolf?"


Imagen: Cortesía de la estupenda página Doctor Macro: Fuente original

jueves, 19 de mayo de 2022

Imagen, fotografía y sexo en el cine


Que si la iluminación, que si el ángulo de la cámara, que si este perfil o el otro, un poco de veladura por aquí o allá para disimular algún defectillo.... cien mil son los trucos que se usan en el cine para que todo luzca sensacional. “Estoy siempre persiguiendo la luz. La luz convierte en mágico lo ordinario” decía el fotógrafo Trent Parke y por supuesto eso, las estrellas, que en la pantalla no son si no seres de luz, lo saben y hacen todo lo posible para poner de su parte a los responsables de imagen de cada producción. Ya nos lo contaban dos grandes actores:

"Vittorio GassmanUsted piensa: Actores de éxito, todas las mujeres encima…, y en cambio, ¿sabe quién folla mucho? ¡Los ayudantes de cámara!

Marcello Mastroianni: Muy cierto. Y los fotógrafos. Los fotógrafos follan sin parar porque ella, la actriz, sabe cual es el poder de la imagen"

Estas sorprendentes afirmaciones las podíamos leer en el transcurso de un diálogo entre Vittorio Gassman, Marcello Mastroianni y Eugenio Scalfari (Director del periódico italiano "La República"), recogido en el libro "Si, ya me acuerdo", una especie de autorretrato de Mastroianni, escrito en 1996. La fotografía es de la divina Greta Garbo, una de las que menos trucos necesitaba, en la película "The Kiss" (Jacques Feyder - 1929).

Imagen: Cortesía de la estupenda página Doctor Macro - Fuente original

miércoles, 18 de mayo de 2022

Cartas de Frida Khalo a Diego Rivera: Historia de un matrimonio


Diego:

Nada comparable a tus manos, ni nada igual al oro-verde de tus ojos. Mi cuerpo se llena de ti por días y días. Eres el espejo de la noche. La luz violeta del relámpago. La humedad de la Tierra. El hueco de tus axilas es mi refugio. Toda mi alegría es sentir brotar la vida de tu fuente-flor que la mía guarda para llenar todos los caminos de mis nervios que son los tuyos, tus ojos, espadas verdes dentro de mi carne, ondas entre nuestras manos. Solo tú en el espacio lleno de sonidos. En la sombra y en la luz; tú te llamarás auxocromo, el que capta el color. Yo cromóforo, la que da el color. 

Tú eres todas las combinaciones de números. La vida. Mi deseo es entender la línea, la forma, el movimiento. Tú llenas y yo recibo. Tu palabra recorre todo el espacio y llega a mis células que son mis astros y va a las tuyas que son mi luz.

                                                                                                                    Frida
                                                                                                                    Agosto 19 de 1939.


Diego:

Mi amor, hoy me acordé de ti aunque no lo mereces tengo que reconocer que te amo. Cómo olvidar aquel día cuando te pregunté sobre mis cuadros por vez primera. Yo chiquilla tonta, tu gran señor con mirada lujuriosa me diste la respuesta aquella, para mi satisfacción por verme feliz, sin conocerme siquiera me animaste a seguir adelante.

Mi Diego del alma recuerda que siempre te amaré aunque no estés a mi lado. Yo en mi soledad te digo, amar no es pecado a Dios. Amor aún te digo si quieres regresa, que siempre te estaré esperando. Tu ausencia me mata, haces de tu recuerdo una virtud. Tu eres el Dios inexistente cada que tu imagen se me revela. Le pregunto a mi corazón por que tu y no algún otro. Suyo del alma mía.

                                                                                                                                                        Frida K.


11 de junio de 1940 

Ahora que hubiera dado la vida por ayudarte, resulta que son otras las ‘salvadoras’… Pagaré lo que debo con pintura, y después aunque trague yo caca, haré exactamente lo que me dé la gana y a la hora que quiera… Lo único que te pido es que no me engañes en nada, ya no hay razón, escríbeme cada vez que puedas, procura no trabajar demasiado ahora que comiences el fresco, cuídate muchísimo tus ojitos, no vivas solito para que haya alguien que te cuide, y hagas lo que hagas, pase lo que pase, siempre te adorará tu Frida»



México, 1953
Sr. mío Don Diego:

Escribo esto desde el cuarto de un hospital y en la antesala del quirófano. Intentan apresurarme pero yo estoy resuelta a terminar ésta carta, no quiero dejar nada a medias y menos ahora que sé lo que planean, quieren herirme el orgullo cortándome una pata… Cuando me dijeron que habrían de amputarme la pierna no me afectó como todos creían, NO, yo ya era una mujer incompleta cuando le perdí, otra vez, por enésima vez quizás y aún así sobreviví.

No me aterra el dolor y lo sabes, es casi una condición inmanente a mi ser, aunque sí te confieso que sufrí, y sufrí mucho, la vez, todas las veces que me pusiste el cuerno…no sólo con mi hermana sino con otras tantas mujeres…¿Cómo cayeron en tus enredos? Tú piensas que me encabroné por lo de Cristina pero hoy he de confesarte que no fue por ella, fue por ti y por mi, primero por mi porque nunca he podido entender ¿qué buscabas, qué buscas, qué te dan y qué te dieron ellas que yo no te di? Por que no nos hagamos pendejos Diego, yo todo lo humanamente posible te lo di y lo sabemos, ahora bien, cómo carajos le haces para conquistar a tanta mujer si estás tan feo hijo de la chingada…

Bueno el motivo de esta carta no es para reprocharte más de lo que ya nos hemos reprochado en esta y quién sabe cuántas pinches vidas más, es sólo que van a cortarme una pierna (al fin se salió con la suya la condenada)… Te dije que yo ya me hacía incompleta de tiempo atrás, pero ¿qué puta necesidad de que la gente lo supiera? Y ahora ya ves, mi fragmentación estará a la vista de todos, de ti… Por eso antes que te vayan con el chisme te lo digo yo “personalmente”, disculpa que no me pare en tu casa para decírtelo de frente pero en éstas instancias y condiciones ya no me han dejado salir de la habitación ni para ir al baño. No pretendo causarte lástima, a ti ni a nadie, tampoco quiero que te sientas culpable de nada, te escribo para decirte que te libero de mí, vamos, te “amputo” te mi, sé feliz y no me busques jamás. No quiero volver a saber de ti ni que tú sepas de mí, si de algo quiero tener el gusto antes de morir es de no volver a ver tu horrible y bastarda cara de malnacido rondar por mi jardín.

Es todo, ya puedo ir tranquila a que me mochen en paz.

Se despide quien le ama con vehemente locura,

Su Frida


Imágenes: Img 1 - De Wikimedia Commons (CC0) - Img 2: De Flickr -rocor- (CC BY-NC 2.0)

martes, 17 de mayo de 2022

El primer beso (con sabor a cebolla) de "Lo que el viento se llevó"


SCARLETT: ¡No Rhett, por favor no se vaya, por Dios no me deje. No se lo perdonaré nunca!

RHETT: Yo no le pido que me perdone, yo mismo no me comprendo ni me perdonaré nunca, y si una bala me alcanza, Dios no lo quiera, me reiré de mi propia estupidez. Sólo sé y comprendo una cosa, y es que te quiero Escarlata, pese a ti y a mí y a ese mundo que se desmorona a nuestro alrededor, te quiero. Porque somos iguales, dos malas personas, egoístas y astutos, pero sabemos enfrentarnos con las cosas y llamarlas por sus nombres".

SCARLETT: ¡Déjeme , no me toque!

RHETT: (Cogiéndole la cara) ¡Escarlata mírame! Te quiero como no he querido nunca a ninguna otra mujer y te he esperado como jamás hubiera sido capaz de esperar a otra.

SCARLETT: ¡Suélteme!

RHETT: He aquí a un soldado del sur que te quiere, Escarlata. Que quiere sentir tus abrazos, que desea llevarse el recuerdo de tus besos al campo de batalla. Nada importa que tu no me quieras, eres una mujer que manda a un soldado a la muerte con un bello recuerdo, Escarlata bésame, bésame una vez" (Se besan)

SCARLETT: (Le da una bofetada) !Canalla! ¡Cobarde! No tiene usted dignidad. Tenían razón, todos tenían razón, usted no es un caballero.

RHETT: (Sonriendo) Eso no tiene importancia en estos momentos


"Contigo pan y cebolla", es un dicho popular que se utiliza cuando una persona quiere a otra de verdad, y se esta dispuesto a pasar las privaciones que fueren necesarias para mantenerse juntos, importando poco las posesiones o el dinero. Pero mantener esa dieta gratuitamente ya es otro cantar. Y es que a pesar de tanta pasión desbordada durante ese encuentro entre Rhett y Scarlett, parece que el beso fue un fracaso total. Clark Gable tenía la costumbre de comer cebolla cruda en los descansos de rodaje, manteniendo que eran excelentes para la salud, tanto que no se privó de ella antes de besar a Vivien Leigh, que como tantas otras actrices tuvieron que sufrir el fuerte aliento a cebolla en los besos de este galán y magnífico actor. Ya sabemos que es "Lo que el viento NO se llevó".


Imagen: Cortesía de la estupenda página Doctor Macro: Fuente original

domingo, 15 de mayo de 2022

¿Existió realmente la niña del abrigo rojo de "La Lista de Schindler"?

 

Probablemente "la niña del abrigo rojo" que aparece en "La lista de Schindler" (1993 - Steven Spielberg) sea uno de esos personajes cinematográficos que resultan imposibles de olvidar. Su inocencia era también la de todos los que eran masacrados de forma inmisericorde por el ejercito alemán por el único hecho de ser judíos. La película, rodada en un sobrecogedor blanco y negro que resalta el dramatismo de lo ocurrido, ocultaba también el escandaloso color de la sangre de los fusilamientos que la niña va presenciando mientras camina en busca de refugio bajo su cama, tal y como seguramente le enseñaron unos padres que ya no podían estar junto a ella para protegerla, y sin embargo ese mismo color es el único que Spielberg se permite como licencia en su sobrio juego de luces y sombras; y es que en el abrigo de la niña, parece encontrarse simbólicamente concentrada toda la sangre injustamente derramada a su paso y que de camino se convierte en la conciencia de Oskar Schindler, que observa la escena desde una atalaya, abriendo los ojos a una realidad diferente al mero objetivo de amasar dinero con el sufrimiento de los demás.  

Lo curioso es que parece que esta niña existió realmente, o al menos así lo manifiesta la conocida pintora polaca Roma Ligocka, prima de Roman Polanski, otro sufridor de este episodio de barbarie. En la película la niña muere, pero en la realidad Roma logró sobrevivir al escapar con documentación falsa y con la ayuda de una familia polaca que conmovida por la niña que llevaba el abrigo rojo (que les recordaba a una fresita) se decidió a correr el riesgo. Roma Ligocka escribió su experiencia en un libro que como no podía ser de otra forma se llama: "La niña del abrigo rojo".

La actriz que dio vida a la pequeña, Oliwia Dabrowska, que solo contaba con tres años en el momento del rodaje, sufrió durante un tiempo un pequeño trauma por su participación en la película. Spielberg le aconsejó que no viera el film hasta cumplir los 18 años, pero ella, impaciente, lo vio con solo once y no comprendió bien el simbolismo de la escena ni la crueldad que empapa muchos minutos del film: "Me sentía avergonzada de estar en la película y me enfadaba mucho con mis padres cuando le contaban a alguien mi papel". "Lo mantuve en secreto durante mucho, mucho tiempo, mucha gente en el colegio me decía: "debe ser muy importante para ti, debes saber mucho del Holocausto", fue esta una situación que la actriz solo pudo superar cuando tuvo la edad apropiada para entender el significado de la película y de las imágenes, momento tras el cual aseguró: «Entonces me di cuenta de que había formado parte de algo de lo que podía sentirme orgullosa; Spielberg tenía razón, debía crecer para ver la película»

La escena:



Por cierto, la música de la película  es una maravillosa creación original de John Williams, pero el angelical tema que sirve de fondo a la barbarie que se ve en la escena es de Mark Warshawsky y tiene por título: Oyf'n Pripetshok  

Imagen 1: Fuente original - Imagen 2: Fuente Original

viernes, 13 de mayo de 2022

Carta de Henry Miller a Brenda Venus

 

"Me gustaría poder escribirte en ruso, en azteca, en armenio y en iraní. Porque eres ilimitada. Eres lo que los griegos llaman `nada en moderación`. Eres Mona, Anaïs, Lisa, tout le monde, todas combinadas. Fuego, aire, tierra, océano, cielo y estrellas. Y ahora un hombre de 87 años, locamente enamorado de una mujer joven que me escribe las más extraordinarias cartas, que me ama a morir, que me mantiene vivo y enamorado (un perfecto amor por vez primera) que me escribe tan profundas y emocionantes reflexiones que me siento feliz y confuso como sólo un adolescente podría estarlo. Pero por encima de todo, agradecido, y afortunado. ¿Merezco realmente tan hermosos elogios como tú me dedicas? Haces que me pregunte quién soy exactamente, si me conozco en realidad y qué soy. Me tienes en el misterio. Por lo cual aún te amo más. Caigo de rodillas y rezo por ti, te bendigo con la poca santidad que hay en mí. Viaja feliz, mi queridísima Brenda y no lamentes nunca este romance a mitad de tu joven vida. Los dos hemos sido bendecidos. No somos de este mundo. Somos las estrellas y el universo de más allá. Larga vida a Brenda Venus. ¡Dios le conceda dicha, plenitud y amor eterno!"

El texto es un fragmento de una de las muchas cartas que el escritor Henry Miller escribió a su musa Brenda Venus. Esta en concreto está fechada el 29 de septiembre de 1980. Muchas de esas cartas se recogen en el libro "Querida Brenda (Cartas de Amor de Henry Miller a Brenda Venus)". Era un amor de extremos entre una veinteañera y un octogenario sobre el que arroja mucha luz las palabras que le dedicó el escritor Ed Millis:

"Venus fue una fuente de inspiración para el anciano y enfermo Miller. Brenda tenía 24 años, Henry tenía 84. Era una bella belleza sureña, "La Boticelli de Mississippi", como él la llamaba . Henry, el intelectual renegado, el escritor, nos había llevado a millones de nosotros al sexy Trópico de Cáncer y Capricornio. Ahora estaba enfermo y se recuperaba lentamente. Necesitaba un impulso en el espíritu... Brenda, la musa, insufló vida a su cargo mortal. y le dio una razón para vivir. Miller le dio su enfoque y ajuste fino y escribió a Venus alrededor de 1500 cartas que equivalían a cuatro mil páginas escritas a mano. Ella respondió de la misma manera durante más de cuatro años, los últimos cuatro años de su vida "

Como decía el propio Henry Miller:  "Amar al final de la vida de uno es algo especial. Pocas mujeres pueden inspirar ese tipo de amor. Despertar con las palabras de amor en los labios, ¡qué dicha! Sólo para decir "Brenda" me pone en éxtasis".

Imagen: De Wikimedia Commons (CC BY-SA 4.0) - Fuente Original
La carta fue publicada en nuestro anterior blog por Celia Valdelomar

jueves, 12 de mayo de 2022

Los cumpleaños de Kirk Douglas


Kirk Douglas, el hijo del trapero, siempre se tomó muy en serio eso de cumplir años, tanto que llegó a tener que soplar 103 velitas antes de morir en 2020. Sus padres eran unos judíos bielorrusos -su verdadero nombre era Issur Danilovich Demsky- y se cuenta que cuando cumplió cincuenta años, tras celebrarlos con una fiesta junto a todos sus amigos, se retiró a la cama a altas horas de la madrugada, seguramente algo achispado. A las cuatro de la mañana, de forma totalmente inesperada, sonó el teléfono:

- Felicidades, hijo mío -escuchó nada más descolgar el auricular (época pre-móvil)-.

- ¡Mamá! ¿Para eso me despiertas? No podrías haberme llamado mañana? - se lamentó el actor-.

- No olvides que tú me despertaste a mi a la misma hora hace cincuenta años, y que yo no protesté -sentenció la madre de "Issur"-.

Supongo que al final pondría mejor cara que la que muestra el actor en el fotograma que acompaña la anécdota y que pertenece a la sensacional película "El gran carnaval" (Billy Wilder -1951)

Imagen: Cortesía de la estupenda página "Doctor Macro" - Fuente Original

miércoles, 11 de mayo de 2022

De cuando Tom Hanks pedía por carta "ser descubierto"


 
Unos años antes de que Tom Hanks empezara a conquistar la pantalla con comedias del tipo de "Big"  "1,2,3... Splash", era un estudiante más de interpretación que buscaba abrirse camino en el mundo del cine, y como es natural a la edad de 18 años, estaba rebosante de energía y totalmente falto de oportunidades. En 1974, cuando el director George Roy Hill se encontraba en lo más alto por el exitazo de la película "El golpe" en la que tuvo como actores a Paul Newman y Robert Redford y con la que ganó nada menos que 7 Oscar, nuestro Tom Hanks pensó que el camino más corto hacía sus sueños era escribir algo parecido a una carta a los Reyes Magos, aunque en este caso la carta la dirigiría al director George Roy Hill pidiéndole lo que más ansiaba, ser descubierto como actor. La carta es sencillamente deliciosa:

Estimado Sr. Hill:

Al ver su fantástica, entretenida y galardonada película ‘The Sting’ me he dado cuenta de que es el momento perfecto para que usted me ‘descubra’. Ahora sé lo que está pensando (¿Quién será este chico?)  y los recelos que le puedo suscitar. Sí, soy un don nadie. Nadie fuera de la Skyline High School ha oído hablar de mí. Mi apariencia no destaca. No soy un Dios griego y ni siquiera puedo dejarme crecer el bigote pero imagino que la gente podría pagar por verme.

Vamos a centrarnos en los detalles de mi descubrimiento. Podemos hacerlo de la forma en que Lana Turner fue descubierta. Sentado en el taburete de una tienda de soda, entra, me observa y ZAS ya soy una estrella.

También podemos hacerlo de otra manera. Me tropiezo en su oficina un día y le pido trabajo. Para deshacerse de mí, me da un papel suplente en su próxima película. Durante el rodaje, la estrella se rompe la pierna en el vestuario y, puesto que va por detrás del calendario previsto, me coloca arbitrariamente en su lugar y ZAS ya soy una estrella.

Todos estos planes me van bien, o podrían hacerse de la manera que usted deseara, ¡no me importaría para nada! Pero dejemos una cosa clara. Sr. Hill, no quiero ser una superestrella de Hollywood con chicas arrastrándose por mí, solo ser un muchacho americano que ha pillado la gran oportunidad, es propietario de un Porsche, y llama a Robert Redford ‘Bob’.

Respetuosamente,

Thomas J. Hanks
Alameda, California

Supongo que por aquel entonces todavía no había encontrado la maquina de Zoltar para pedir deseos que aparece en "Big". La carta fue descubierta hace poco tiempo en la biblioteca Margaret Herrick, en la Academia de Artes y Ciencias de Hollywood, a la que la familia de George Roy Hill había legado todo sus archivos a la muerte del director en 2002. No tuvo suerte Tom Hanks con su carta y tuvo que esperar un tiempo haciendo películas y obras de teatro perfectamente olvidables hasta que Ron Howard le dio la oportunidad en "1,2,3... Splash" (1984), trabajo a partir del cual nos conquistó como un candoroso actor de comedia que mutó a un solido actor dramático con "Philadelphia" (1993) por la que consiguió su primer Oscar y a la que siguieron una pléyade de maravillosas películas por todos conocidas y que han hecho de aquel soñador uno de los actores mas solventes y queridos de la historia de Hollywood.

Imagen: De Wikimedia Commons - (CC POR 2.0) - Fuente Original

martes, 10 de mayo de 2022

Marlene Dietrich y la edad

 

Marlene Dietrich se sabía a la perfección todos los trucos habidos y por haber para mejorar su imagen y evitar que a un "Angel como ella, le llegara, con el tiempo, la fatalidad de no seguir inspirando el "Deseo" en los hombres. No era un "Capricho de mujer", para ella era una necesidad, y habría tomado sin dudar "El expreso de Shanghai" y lo habría hecho pasar por "Marruecos" o "Arizona", dando "La vuelta al mundo en 80 días", si así hubiese logrado dar con un nuevo ardid que mantuviera su imagen inalterable al paso de los años, "Los usurpadores" de su belleza. 

Josef von Sternberg, dio forma a sus "Sueños de gloria", e hizo verdadera magia con ella, le enseñó los misterios de "El cantar de los cantares", a realzar sus pómulos o a que su nariz se viese más pequeña, ajustando cada detalle y limando cada imperfección hasta convertirla en "La venus rubia", en un "Capricho imperial", en una estrella tan misteriosa como refulgente, en la única que podía inspirar en los hombres la idea de que estaban ante "El ángel azul" o la certeza de que en verdad "El diablo es una mujer". En cierta ocasión, la actriz nacida en "Berlín Occidente", comentó a su pigmalión que le parecía que su nariz era demasiado ancha, Sternberg cogió un lápiz plateado y le dibujo en su nariz una línea vertical. Cuando iluminó con los focos de "Alta tensión" a la actriz, la nariz se mostraba perfecta. Pero los trucos llegan hasta donde llegan, no es cosa de "Vencedores o vencidos", es ley de vida que no siempre se puede ser una "Flor de pasión", y aunque una actriz puede ser una soberbia "Encubridora" de los efectos del paso del tiempo sobre si misma, tal y como nos cuentan "Las rayas de la mano", a todos nos llega un momento en que la edad se impone y ya no se puede ser si no "Testigo de cargo" de la propia debacle. Se cuenta que una Marlene Dietrich que ya no era tan joven y lozana le decía a un fotógrafo al que le debía retratos soberbios: 

- Ya no haces las mismas fotos que antes.

A lo que el fotógrafo, que no albergaba "Sed de mal" hacia ella y sin duda era el campeón de la diplomacia ante las mujeres, le contestó a "La bella extranjera" de Hollywood:

"Marlene, es que aunque no lo creas ya soy 14 años más viejo"


Imágenes: Cortesía de la estupenda página Doctor Macro - Img 1 - Img 2